Dr. Carlos Pérez reflexiona sobre enfermedades infecciosas
Las principales amenazas para Chile están dadas por enfermedades virales transmitidas por mosquitos, como el Dengue, el Chikungunya y el Zika.
Recientemente Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que la patología infecciosa representa una amenaza global, a la que el mundo no está preparado para dar una respuesta eficiente.
Actualmente, las principales amenazas para Chile y la región están dadas por enfermedades virales transmitidas por mosquitos, además, otro tema de importante relevancia es la resistencia frente a los antimicrobianos en las infecciones bacterianas, incluyendo a la tuberculosis; así como la expansión de la infección por VIH, entre otras.
Pese a este panorama, en la actualidad contamos con métodos de identificación y diagnóstico de microrganismos, los cuales han permitido detectar brotes en corto tiempo e implementar rápidamente medidas de control y tratamiento. “Lo que ha faltado en algunos casos es la voluntad política, y por ende los recursos necesarios por parte de las organizaciones responsables, incluyendo a la OMS, y de algunos gobiernos, para el adecuado control de estas enfermedades”, indicó el doctor Carlos Pérez Cortés, infectólogo y jefe de la División de Medicina de la Facultad de Medicina UC.
Bajo ese contexto, continuó: “hoy es preocupante vislumbrar que programas históricamente exitosos en nuestro país, como el Programa Nacional de Inmunizaciones o el del Control de la Tuberculosis, han perdido fuerza o cuentan con menos recursos. El riesgo que se corre con esto es que en el corto plazo puede haber un incremento en las infecciones inmunoprevenibles y en los casos de infección tuberculosa”.
Hoy los grandes desafíos en salud pública están moldeados por tres factores: el clima, el fracaso de antimicrobianos básicos y el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles. “Los cambios medioambientales están aumentando el riesgo de ciertas infecciones, y por otro lado enfrentamos un aumento en las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, el sedentarismo, el consumo de alcohol y de tabaco, entre otros factores”, explicó el académico.
Finalmente, el especialista recalcó en la idea de reforzar las áreas técnicas y en aumentar los recursos relacionados al diagnóstico y al control de las enfermedades transmisibles en el ministerio de Salud y en el Instituto de Salud Pública. “Lo que obviamente también incluye la participación de expertos de las universidades y sociedades científicas del país”, concluyó el doctor Pérez.

Dr. Carlos Pérez Cortés