Dolor crónico calificado como enfermedad
Tres de cada 10 personas en el país presentan esta afección, sin embargo, las cuarentenas por COVID-19 han provocado la interrupción de sus evaluaciones.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, lo define como “una experiencia sensorial y emocional desagradable, relacionada a una lesión tisular actual o potencial”. Si bien, los expertos sostienen que cada paciente aprende su significado a través de su experiencia, en el campo de la medicina los especialistas hablan de esta percepción localizada en forma aguda, cuando es leve y se presenta en una zona del cuerpo por un periodo de tiempo y de forma crónica, cuando tiende a prolongarse por una etapa más extensa.
Recientemente, la denominación crónica fue establecida como afección según la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) que comenzó a regir en 2020, clasificando el dolor crónico primario y síndromes de dolor crónico secundario.
En Chile, se estima que el 32% de la población padece de malestar endémico, un 85% moderado o severo y 65% osteomuscular (lumbago y artrosis). Esta patología tiene un impacto en la calidad de vida de las personas, teniendo una mayor prevalencia entre 50 y 64 años.
Las cuarentenas han provocado que muchos pacientes no reciban controles ni evaluaciones por lo que, ante las mejoras sanitarias y el retorno de los controles médicos y cirugías, se espera que las proyecciones sobre el dolor crónico puedan mejorar. Sin embargo, es importante que esta enfermedad tome “un carácter prioritario por la sociedad civil, para no vernos enfrentados a lo que podría convertirse en una segunda pandemia” comentan las directoras de la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor, Doctoras María Lorena Oyanedel y Delia Ruiz.
