Dismenorrea provoca hasta un 20% de ausentismo escolar
Esta patología ginecológica tiene tratamientos efectivos y con pocos efectos adversos que ayudan a mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Según cifras a nivel mundial, entre el 50% y 90% de las mujeres refieren haber sufrido dismenorrea, que se caracteriza por cólicos o calambres en la parte baja del abdomen, que pueden ser acompañados de dolor de espalda, piernas, náuseas, vómitos, fatiga, diarrea y cambios de humor.
En particular, sus tipos se concentran en dos, siendo la más frecuente la dismenorrea primaria, que no está asociada a ninguna enfermedad subyacente; y la secundaria asociada con una condición médica subyacente como la endometriosis, por ejemplo, con dolores que se extienden por un periodo de tiempo más prolongado.
A su vez, desde el punto de vista médico, algunas patologías como la endometriosis en el largo plazo van causando daño progresivo en los órganos genitales internos, siendo una causa importante de infertilidad.
"El gran problema en la actualidad es que la dismenorrea está bastante normalizada en la sociedad. Anteriormente se asumía que el periodo menstrual venía acompañado del dolor y estas cosas se tenían que padecer solo por el hecho de ser mujer. Ahora, se ha podido constatar, poco a poco, que las adolescentes y las mamás tienen más conciencia sobre que la menstruación no tiene por qué afectar la calidad de vida", asegura la Dra. Rocío Villegas, ginecóloga infanto juvenil de la Clínica Alemana.
Y es que diversos estudios dan a conocer en términos poblacionales, cuántas niñas faltan al colegio por este dolor o en el caso de mujeres adultas, cuánta es la disminución de productividad laboral por dismenorrea. Por ejemplo, según el estudio Productivity loss due to menstruation-related symptoms: a nationwide cross-sectional survey among 32.748 women se reporta hasta un 20% de ausentismo escolar y una pérdida de productividad laboral aproximada de 23 días al año.
Consejos y recomendaciones
En palabras de la especialista, "la fase uno del tratamiento de la dismenorrea son los antiinflamatorios y a segunda escala, el tratamiento hormonal ya sea con progesterona sola o anticonceptivos combinados con estrógeno, lo que puede mejorar considerablemente los dolores menstruales". Los tratamientos hormonales disminuyen la progresión de la endometriosis, ya que serían en este caso, protectores de la fertilidad.
En ese sentido, es clave consultar con el médico tratante en el caso de que el dolor menstrual no se quite con antiinflamatorios o altere la calidad de vida de la mujer. Para la ginecóloga, lo ideal es tratarse de forma precoz en la adolescencia.
