Control ginecológico en distintas etapas de la mujer
Según los especialistas, mantener los exámenes al día debe ser un hábito que se aprenda desde la adolescencia, etapa en la que ya se pueden identificar y prevenir posibles alteraciones.
El objetivo principal de la consulta ginecológica es aclarar dudas sobre autocuidado, medidas preventivas para enfermedades puedan comprometer la salud de la mujer, detectar precozmente patologías y ofrecer un tratamiento adecuado a las necesidades de la paciente.
“Muchas veces el ginecólogo actúa como médico de cabecera de la paciente y es en esa instancia de control que se pueden determinar factores de riesgo para ciertas enfermedades, pudiendo realizar un tratamiento adecuado y derivación oportuna a otro especialista cuando esto corresponda. Afortunadamente, la gran mayoría de las pacientes tiene conciencia de que debe realizar su control de rutina y acudir al menos una vez al año al ginecólogo”, explica el doctor Marcelo Pradenas, ginecólogo de Clínica Las Condes.
Respecto a la primera visita, el especialista asegura que ocurre un fenómeno muy especial. “Antes de que esto suceda, es muy importante conversar con la niña para saber si se siente cómoda o no en esta situación. De no ser así, la recomendación es que el primer control se haga con un especialista en esa edad y ya en etapas posteriores podrán ser evaluadas por ginecólogos generales”.
Si bien no es fácil delimitar edades precisas, en términos generales se pueden dividir en primera menstruación, inicio de la vida sexual, embarazo y menopausia.
Una vez iniciada la actividad sexual, el control ginecológico tiene como objetivo la prevención de ciertas enfermedades y el cuidado de la salud de la mujer. “Esto es de suma importancia, ya que permite la planificación del embarazo en el momento adecuado, así como la prevención de distintas patologías de transmisión sexual, cánceres como el de mama, cuello uterino y de útero”, enfatizó el doctor Pradenas.
