Clínica Bupa analiza situación de virus sincicial en Antofagasta
En el último mes se ha observado un alza de un 50 por ciento de hospitalización en niños menores de cuatro años.
La infección por virus respiratorio sincicial (VRS) es una de las causas principales de infección aguda de las vías respiratorias inferiores en personas de cualquier edad, pero afecta con mayor gravedad a lactantes y niños menores de dos años, que son especialmente vulnerables a presentar complicaciones.
Durante las últimas semanas, en Chile ya se inició su brote, el cual podría extenderse hasta por cinco meses más. Lamentablemente, la mala calidad del aire y las bajas temperaturas están complicando el escenario en cuanto a circulación de virus se refiere.
A nivel ministerial, existe preocupación porque en todo el país se está observando un aumento sostenido de la identificación de VRS y, desde el punto de vista clínico, un incremento de los cuadros de bronquitis obstructiva y por el comportamiento que ha tenido el virus, similar al del año 2012 cuando se decretó alerta sanitaria por la enfermedad.
En este contexto, el doctor Pedro Marinov Martinic, pediatra Broncopulmonar de Clínica Bupa Antofagasta, explicó que “si bien el grupo más complicado por la infección es el de los niños menores de dos años, que presentan síntomas más severos, la infección ocurre en individuos de todas las edades y, recientemente, se ha identificado como una causa de neumonitis y neumonía intersticial en personas de la tercera edad”.
“El protagonismo del VRS, como virus causante de infecciones respiratorias –explicó el especialista- se traduce durante las epidemias en un aumento considerable de las consultas médicas en centros de atención públicos y privados y se asocia a un aumento significativo de las hospitalizaciones de niños menores de cuatro años”.
Como los virus se contagian a través de secreciones respiratorias y mediante las manos y objetos que han estado en contacto con el paciente. El doctor Marinov realizó una serie de recomendaciones.
“Evadir el contacto con personas enfermas; lavar las manos de manera frecuente, sobre todo si se ha estado en contacto con alguien contagiado; evitar la contaminación intradomiciliaria; sortear cambios bruscos o excesos de temperatura y humedad; bebés pequeños en alto riesgo deben evitar lugares públicos con mucha gente o eventos a los que asistan niños durante los brotes del VSR; y, para prevenir específicamente el virus influenza, es recomendable la vacunación, ya que reduce las posibilidades de desarrollar la enfermedad en un 75 por ciento y también evita su manifestación más grave, complicaciones y necesidad de hospitalización”.

Dr. Pedro Marinov Martinic

