Cirugía de osteodistracción mandibular
Servicio Dental y Maxilofacial del Hospital Regional de Rancagua realizó, por primera vez, esta intervención en un menor de dos meses con síndrome de Pierre-Robin.
Los distractores mandibulares se utilizan, mayormente, por la prevalencia de enfermedades que afectan la mandíbula y la tendencia a movilizar este hueso, por su comodidad y resultados más confiables.
Se aplica en neonatos, niños y adultos para evitar largas intervenciones quirúrgicas, empleo de injertos óseos, fijaciones intermaxilares; para eliminar además la morbilidad del lugar donante asociado con injerto de hueso, reducir la probabilidad de transfusión y minimizar el índice de reabsorción ósea.
Con el apoyo del Hospital San Borja Arriarán, especialista en este tipo de intervenciones, el Servicio Dental y Maxilofacial del Hospital Regional Libertados Bernardo O’Higgins (HRLBO) de Rancagua operó con éxito a un menor de dos meses con el síndrome de Pierre-Robin, afección en la cual el bebé tiene la mandíbula más pequeña de lo normal, la lengua replegada en la garganta y dificultad para respirar.
“Esta enfermedad produce alteración en el tamaño y posición de la mandíbula. Al tener un desarrollo disminuido, la lengua se ubica en una posición más posterior y superior y se apoya en el paladar blando, impidiendo el cierre y fusión de los procesos palatinos, lo que explica la presencia de la fisura palatina, muy frecuente en estos casos”, explica el doctor Cristian Matamoros, jefe del Servicio Dental y Maxilofacial del HRLBO.
Si bien la incidencia es muy baja, este caso al no poder ser derivado al Hospital San Borja Arriarán, la dirección del HRLBO adquirió las herramientas necesarias realizar, por primera vez, esta cirugía en la región.
“Cuando los casos son muy severos, se debe realizar una osteodistracción mandibular, intervención quirúrgica en que se instalan osteodistractores externos, que producen un alargamiento de la mandíbula, lo que permite que la lengua encuentre su posición y libere la vía aérea”.
La operación se llevó a cabo gracias al apoyo de un grupo de especialistas del Hospital San Borja Arriarán, donde se coordinó la cirugía a través de los doctores Julio Villanueva y Mauricio Barreda y al trabajo conjunto de los equipos de Pabellón, UCI Pediátrica, Adquisiciones, Movilización, directivo y, en especial, del Servicio Dental y Maxilofacial del Hospital Regional.
Con esta intervención “la mandíbula del pequeño avanza dos milímetros diarios, hasta que quede en congruencia con la parte superior, después se consolidará por 45 días y, finalmente, se retirarán los aparatos”.
