Beneficios de la microbiota en función muscular, cognitiva y metabólica
Profesionales de Clínica U. de los Andes y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) desarrollaron un proyecto en pacientes para aumentar su resiliencia.
Investigadores de ambas instituciones lideran un ensayo clínico aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, el cual espera reclutar a personas autovalentes entre los 65 y 84 años, con el fin de determinar la utilidad de la microbiota en mejorar el rendimiento muscular, cognitivo y metabólico de personas de la tercera edad.
Pese a que la microbiota normalmente permanece equilibrada, diversos factores pueden alterarla y desencadenar problemas. Por ejemplo, cuando una persona recibe antibióticos para abordar una neumonía, estos medicamentos pueden desequilibrarla, reduciendo su diversidad y permitiendo que microorganismos como la bacteria Clostridioides difficile crezcan descontroladamente, causando diarrea persistente y de difícil manejo.
"Para abordar estas infecciones se ha implementado el trasplante de microbiota fecal, en que se transfieren bacterias saludables de un donante a un paciente afectado, restaurando el equilibrio de su microbiota. Ha demostrado ser altamente efectivo, resolviendo infecciones severas y recurrentes por Clostridioides difficile en quienes no han respondido a otros tratamientos. En la mayoría de los casos se experimenta una mejoría inmediata, lo que destaca el impacto positivo de esta terapia", explica el doctor Ricardo Espinoza, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes.
Investigaciones han demostrado que la microbiota envejece con la persona y la diversidad de especies bacterianas disminuye con la edad. Al respecto, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) ha demostrado, a través de estudios en ratones, que aquellos de edad avanzada que reciben microbiota de ratones jóvenes mediante trasplante mejoran su capacidad muscular y física.
Fueron estos hallazgos los que motivaron a que un equipo de Clínica Universidad de los Andes y del INTA desarrollen un proyecto en pacientes mayores para aumentar su resiliencia.
"La edad no es una enfermedad, es parte de la vida, pero estamos esperanzados en que nuestro proyecto ayude a los adultos mayores a tener una mejor calidad de vida, optimizando su capacidad muscular y cognitiva", destaca el Dr. Espinoza, investigador principal responsable del proyecto en Clínica Universidad de los Andes.
