Aumento de pie diabético en el adulto-joven
El traumatólogo Jaime Aguilar Castellón define esta afección como una epidemia silente, que cada vez afecta a más de personas menores de 40 años.
Factores como mala alimentación y falta de actividad física están incidiendo en el alza de casos de pie diabético en Chile. Patología responsable de alrededor 70% de las amputaciones realizadas en adultos, provocando importante deterioro en la autovalencia, y productividad de las personas.
"Cuando abordo a pacientes de 36 o 37 años con pie diabético, la pregunta que me hago es ¿a qué edad esta persona se convirtió en diabético, si a los 36 o 37 años ya tiene esta patología?". Esta es una de las principales preocupaciones del doctor Jaime Aguilar Castellón, traumatólogo del Hospital San Martín de Quillota, quien sostiene que la diabetes es "una pandemia silenciosa que viene desde hace mucho tiempo atrás minando nuestra salud".
"El número de amputados debido a esta afección representa a nivel mundial el 50% de todas las amputaciones no relacionadas con traumatismos. Con respecto a otras patologías asociadas a la diabetes, el pie diabético representa el 40% de todas las complicaciones".
El profesional sostiene que se trata de una patología que, según la literatura médica, se manifiesta en la cuarta, quinta o sexta década de la vida, sin embargo, en la actualidad se están diagnosticando con mayor frecuencia en pacientes de la tercera década de vida, "Para mí es sumamente angustiante cuando tengo que abordar a pacientes jóvenes con pie diabético, a quienes tengo que operar para salvar su extremidad".
"Es un verdadero problema que es necesario visibilizar y enfocar, porque un paciente que pierde una extremidad es un paciente que sufre en sí una terrible depresión al verse mutilado. Se siente limitado en su accionar diario, más básico y elemental, y ya no se diga con respecto a sus ingresos y su trabajo. Entonces la onda expansiva del pie del diabético afecta no solo al paciente, sino que también afecta a su familia, a su entorno familiar y al país", indica el doctor Aguilar.
A raíz de ello, el especialista asegura que la educación es la que puede poner fin a los altos índices de personas diabéticas tanto en Chile como en el mundo.
"Todos tenemos memorias, así como la olfativa, donde respiramos un perfume y nos recordamos de; la auditiva, en que escuchamos una melodía y recordamos algún lugar o una época; el gusto y el paladar también tienen memoria. Por lo tanto, si al niño en etapa preescolar en vez de gaseosa le damos jugo de zanahoria; o en vez de caramelos le servimos una ensalada, guardará en su memoria gustativa lo agradable que fue esa experiencia. Luego, a medida que avance en edad y sea independiente de nutrirse, buscará esos sabores gratificantes, lo que a su vez lo alejarán no solo de la diabetes, sino de otra serie de posibles enfermedades", sostiene el doctor Aguilar.
