Acceso a salud sexual y reproductiva
El doctor Guillermo Galán reflexiona respecto a estas temáticas en el contexto de pandemia, destacando las opciones que hoy existen en materia de anticoncepción
La medicina ha avanzado hasta conseguir un anticonceptivo seguro, eficaz y que no produzca impacto en el sistema hormonal de la mujer. Estos fármacos han minimizado sus efectos adversos y alcanzados resultados secundarios positivos, permitiendo, incluso, acomodarse a las distintas necesidades de sus usuarias.
“El anticonceptivo ideal para la mujer es el que más le gusta, con el que mejor se sienta y el que mejor maneje. Puede ser uno muy simple o complejo, pero eso es absolutamente personal”, explica el doctor Guillermo Galán Chiappa, ginecobstetra de la Universidad de Chile y miembro del American College of Obstetricians and Gynecologists.
Sin embargo, la actual crisis sanitaria ha afectado en materia de acceso a consejería en salud sexual y métodos de anticoncepción, tema que el facultativo abordó. “El impacto más serio es el alza de embarazos no deseados (84% en mujeres de países en vías de desarrollo) y su asociación con complicaciones”.
“Esto contrarresta con lo que ha conseguido Chile a lo largo de la historia, el cual se ha caracterizado por ser un país pionero en las actividades de planificación familiar, con excelente acceso a los fármacos, y con presencia de matronas y matrones adecuadamente capacitados en todos los centros del país”.
En términos de cifras nacionales, el porcentaje de embarazos no planeados es del 50,5%, para el total de mujeres que ingresan a control prenatal, y del 75% en el caso de adolescentes menores de 18 años.
“En Chile, durante la pandemia los servicios de salud sexual y reproductiva (SSR) no se han consignado oficialmente como esenciales, por lo que el acceso a métodos de control y exámenes se ha visto reducido y limitado. En comparación a las atenciones de SSR entre 2019 y 2020, disminuyeron de 2.648.000 controles a 1.311.150, lo que significa una caída del 51%”. Así lo hicieron también los controles de programas de regulación de fertilidad en 43% respecto a 2019.
A modo de conclusión, el doctor Galán enfatiza en la necesidad de elaborar una política nacional que dictamine las acciones de salud sexual y reproductiva en contexto de pandemia. “La autoridad debe generar lineamientos claros sobre teleatención y entrega de anticonceptivos, acompañado de una comunicación efectiva a la ciudadanía sobre la disponibilidad de los mismos”.
