Investigadores de la Pontificia Universidad Católica
Estudian prevalencia del cáncer de vesícula en Chile
Si bien Chile ha alcanzando mejores niveles de desarrollo en los últimos años, continúa teniendo una alta prevalencia de cáncer de vesícula biliar, patología que suele tener altas tasas en países más pobres. De hecho, en la actualidad este tipo de cuadros prácticamente no es objeto de investigaciones en naciones del Primer Mundo.
El cáncer vesicular es la primera causa de muerte oncológica en las mujeres chilenas, seguido por el cáncer de mama, de estómago y cérvico uterino. Este mismo grupo presenta una de las tasas de mortalidad más altas a nivel mundial, por lo que esta patología es una prioridad sanitaria y científica en nuestro país.
Considerando este hecho, liderado por la doctora Catterina Ferreccio, un equipo de científicos del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, llevó a cabo un estudio para actualizar la información sobre el estado epidemiológico del cáncer vesicular en Chile, investigación que se realizó a través del análisis de la tendencia de la mortalidad por esta patología entre los años 1985 y 2002, así como su distribución por edad, sexo y región.
Una conclusión muy importante de ese trabajo, fue que las comunas con mejores índices de riqueza son las de menor riesgo y que el mayor número de pacientes con cáncer de vesícula corresponde a comunas de las regiones IX y X. “Todo el norte y centro de Chile está muy por debajo del promedio nacional, pero no así la zona sur que se dispara por sobre el promedio”, explica la especialista.
Aunque no se conocen las causas de la enfermedad, sí se han identificado algunos factores que promueven su aparición. “Hemos visto que es un cáncer mucho más común en las zonas de población amerindia y existiría un factor genético que explicaría su mayor incidencia en las regiones sureñas, que poseen más población de origen mapuche. Un segundo factor muy relevante es la pobreza, una variable compleja que resume condiciones de vida con diversas carencias”, agrega la doctora Ferreccio.
La profesional señala que este cuadro también se presenta entre un tres y un cinco por ciento de las personas que han tenido infecciones crónicas de la vesícula biliar causadas por la bacteria Salmonella tify, que produce la fiebre tifoídea. Asimismo existen otras condiciones que facilitan la formación de cálculos en la vesícula y luego son estos mismos cálculos el principal factor precursor de un cáncer vesicular. Por último, se asocian como factores de riesgo de cálculos el sobrepeso y el uso de anticonceptivos.
Epidemiología
La incidencia del cáncer de vesícula en Chile es tres veces más alta en las mujeres que en los hombres. Una brecha que se mantiene durante todos los años fértiles de la mujer y que recién comienza a reducirse en el período de su menopausia.
La investigadora del departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina UC destaca que la enfermedad sólo se detecta -y produce síntomas- cuando está en una etapa muy avanzada y por eso tiene una tasa de mortalidad muy alta. Sólo durante el año 2002 1.800 personas murieron por esta causa.
Explica también que prácticamente no hay cáncer sin un cálculo previo, pero no todos los cálculos llegan a cáncer. “Una manera de prevenir podría ser extirpar la vesícula de las personas con cálculo que, además, tengan algunas otras condiciones que las califiquen como de mayor riesgo. Entre estos está la edad, el nivel socioeconómico, el grupo étnico y los antecedentes familiares”, dice.
Las cifras disponibles indican que nuestro país hay 22 mil colecistectomías al año y unos 10.200 pacientes que quedan en lista de espera. Esto corresponde a 6,8 pacientes por cada 10 mil habitantes. “Nuestro estudio demuestra que el cáncer vesicular sigue siendo un importante problema médico y de salud pública en Chile y que ya existe información suficiente para intervenir y disminuir, de modo importante, el daño individual y social producto de esta enfermedad. El desafío del sector salud es ampliar de manera importante y urgente la oferta de colecistectomías para la población sintomática biliar de las regiones de alto riesgo. Una vez resueltos estos casos sintomáticos, se puede afinar criterios de tamizaje para identificar grupos de mayor riesgo que se beneficiarían con esta operación”, concluye la especialista.
