Advierten sobre riesgos de los videojuegos
Tanto aspectos positivos como contraproducentes tiene el hecho de pasar muchas horas frente a la televisión o al computador participando en juegos de video, según explica el doctor Tomás Mesa, neurofisiólogo clínico y miembro del Programa de Epilepsia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El especialista llama a los padres a estar muy alertas a ciertos síntomas, producto de la práctica constante de esta actividad que atrapa principalmente a los jóvenes.
En cuanto a lo positivo, el doctor Mesa destaca el hecho de que las personas pueden ejercitar manualidades y coordinación de movimientos corporales, que las hacen ser más rápidas mentalmente en algunos sentidos. Sin embargo, al mismo tiempo, estos estímulos pueden provocar trastornos neurológicos que repercuten en su cuerpo y en su mente.
A eso se suma el sedentarismo. “En general, los más fanáticos dejan de hacer ejercicio, pasan largas horas sentados frente a la pantalla y su cerebro se sobreexcita. Hay gente que es más sensible y su actividad eléctrica cerebral puede hacer cortocircuito, llevar a una crisis o, incluso, a un daño epiléptico con caídas y desmayos”, señala el especialista.
Agrega que estudios recientes revelan que, enfrentados a una cierta frecuencia luminosa, un tres por ciento de la población experimenta descargas eléctricas en el cerebro. “Por esta razón la persona se siente mal, le molesta mucho la vista, se desorienta un poco, e incluso sufre desequilibrio y puede llegar a desmayarse. Esto fue lo que sucedió en Japón hace no muchos años, a raíz de un juego que tenía una luminosidad intermitente muy fuerte y que provocó un desmayo masivo, de más de 700 personas”, recuerda el doctor Mesa.
El médico recomienda dosificar el uso de los videojuegos; en lo posible, ubicarse a tres metros de distancia, e incorporar un difusor de pantalla, medidas que deben ser seguidas principalmente por personas con fotosensibilidad elevada.
Asimismo, llama a poner atención en síntomas que muestran que los videojuegos están afectando la salud de una persona, tales como sensaciones de desequilibrio, percibir temblores frente a la pantalla o sufrir un desmayo.
Si bien no existe riesgo vital, el especialista señala que se puede ver afectado el crecimiento y desarrollo global y cerebral de la persona. “Los mayores riesgos son para personas hipertensas, con alguna cardiopatía, y para aquellas que sufren epilepsia fotosensible.
