Estudio revela alarmantes índices de obesidad en escolares chilenos
De acuerdo con los datos entregados por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), el 17,3 por ciento de los alumnos que cursan el primer año básico presenta obesidad, lo que implica más de 35 mil niños con este grave daño.
Esta alarmante cifra es la más alta alcanzada en el país durante los últimos 10 años, lo que se podría llegar a traducir en futuros jóvenes con diabetes tipo 2, hipertensión, altos niveles de colesterol en la sangre que de seguro presentarán problemas graves en sus articulaciones por el exceso de peso.
El estudio de la Junaeb revela que en las Regiones XI y XII se presentan los mayores índices de obesidad con un 22, 1 y un 21,8 por ciento, respectivamente. Mientras que la II Región es la que registra la tasa más baja del país con un 14,4 por ciento. Asimismo, en el sector urbano se concentra la mayor cantidad de niños con alto peso con un 84,7 por ciento y en el rural con un 15,3 por ciento. Del total de menores obesos, el 50,4 por ciento corresponde a mujeres, mientras que el 49,6 a hombres.
Frente a estas cifras, el ministerio de Salud ha decidido tomar medidas en el asunto: creó una guía de alimentación saludable para evitar la obesidad en el embarazo y el ciclo vital y modificó el etiquetado nutricional. Asimismo, recomendará hacer dos pausas en el día, para promover la actividad física y que los quiscos de los colegios expendan comida sana y no de dudosa calidad. Además, se dispone a lanzar una agresiva campaña para promover el consumo de frutas y verduras.
El problema de la obesidad es una epidemia a nivel mundial, donde la infantil crece día a día. Varios países han adoptado agresivas políticas para combatirla.
En Estados Unidos, por ejemplo, se prohibió la venta de comida rápida en los colegios y se retiraron las máquinas de bebidas y golosinas de las escuelas, incluso los personajes de Plaza Sésamo ahora comen saludable para ayudar en alguna medida combatir la obesidad en ese país.
Por su parte, en Francia se abarataron los precios de las legumbres en el menú de los restaurantes y las ensaladas son gratuitas y de consumo libre, donde con este tipo de medidas la ingesta de hortalizas en Finlandia se ha triplicado.
El fracaso de las estrategias sanitarias y educacionales obligan no sólo adoptar cambios radicales, sino que también a plantearse el desarrollo de medidas de alimentación para que en el futuro no se siga acrecentando esta patología.