En Hospital Sótero del Río inauguran escuela intrahospitalaria
En Chile existen cerca de 20 establecimientos anexados a hospitales, que permiten a niños con enfermedades crónicas continuar con sus estudios, pese a la complejidad de sus cuadros clínicos, lo cual forma parte del Programa de Educación Especial del Ministerio de Educación. Sin embrago, hasta este momento, todas las iniciativas escolares funcionaban en salas reacondicionadas para estos fines.
El martes 14 de junio de 2005, en el Hospital Sótero del Río se inauguró la primera escuela intrahospitalaria subvencionada del país, construida especialmente para responder a las necesidades de menores que por su condición no pueden asistir a jornadas académicas regulares.
El proyecto fue impulsado por la Fundación Nuestros Hijos, institución privada sin fines de lucro, que desde 1991 ayuda a niños de escasos recursos enfermos de cáncer y a sus respectivas familias.
La Escuela Nº 116 “Dr. Sótero del Río”, que beneficiará a un total de 100 alumnos pertenecientes a siete comunas del área sur oriente de la capital, se construyó gracias a una inversión cercana a los 200 millones de pesos, dinero aportado por la Municipalidad de Puente Alto y empresas privadas.
En sus 400 metros cuadrados, el establecimiento cuenta con cuatro salas de clase, biblioteca, sala de computación, enfermería, comedor y un patio techado. La infraestructura e instalaciones fueron diseñadas especialmente para cumplir con las necesidades de pacientes que siguen tratamientos largos, por lo que dispone de tomas de oxígeno en las salas y calefacción, así como rampas de acceso y baños amplios para los niños que asisten en sillas de ruedas.
La doctora Marcela Zubieta, directora de la Fundación Nuestros Hijos, explica que además han dispuesto de otras facilidades como locomoción para los alumnos. “Lo importante es que los niños que tienen enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías severas o insuficiencia renal y deben seguir tratamientos largos, no abandonen sus estudios. La idea es que ellos puedan recuperar su vida normal y relacionarse con otros niños”, señala.
La profesional agrega que además de los contenidos curriculares básicos, los menores reciben información sobre sus enfermedades, para que aprendan a vivir con ellas y a desarrollar prácticas de autocuidado.
Junto con esta iniciativa, la Fundación Nuestros Hijos ha gestionado proyectos de unidades oncológicas ambulatorias y de hospitalización en los Hospitales Sótero del Río y Exequiel González Cortés, además de una escuela para los pacientes del último establecimiento y una casa de acogida para las familias provenientes de otras regiones.
