Dr. Mario Calvo llama a prevenir contagios por Hantavirus
La enfermedad por Hantavirus es conocida por la medicina occidental desde la ocurrencia de 3.200 casos de fiebre hemorrágica a principios de la década del 50 entre las tropas de las Naciones Unidas que participaban en la Guerra de Corea. El agente causal fue descubierto en 1976 y fue denominado Hantaan, por el nombre de un río de Corea del Sur donde se capturó el roedor que portaba el virus. Posteriormente, otros virus similares fueron identificados en Asia y Europa, asociándolos a cuadros febriles agudos con manifestaciones hemorrágicas y compromiso renal, de gravedad variable según el agente causal, que se engloban en la actualidad bajo el término de fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR).
“El Hanta es muy antiguo y ha evolucionado junto a los ratones de forma tal, que tanto roedores del viejo como del nuevo mundo tienen este virus asociado. Convive con el ratón sin causarle enfermedad, tal como ocurre al humano con varios virus como hepatitis G u otros que causan enfermedad y luego quedan asintomáticos en el cuerpo como citomegalovirus, Epstein Barr o Parvovirus B-19, señaló el infectólogo Mario Calvo Arellano, director de la Unidad de Cuidados Intensivos de Clínica Alemana de Valdivia, actual vicepresidente de la Sociedad de Infectología de Chile y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, que hizo un llamado a extremar las medidas para evitar el contagio.
Acerca de las vías de transmisión, destacó que entre ratones “se transmite al rasguñarse entre ellos. Ocasionalmente, al quedar orina o fecas, éstas pueden producir salida de partículas virales que, al secarse y ser inhaladas por un humano, pueden producir la enfermedad. Sin embargo, agrega, existen zonas en la XI Región en que se ha demostrado que más del 10 por ciento tienen anticuerpos positivos que demuestran contactos con el virus, pero no tienen antecedentes de haberse enfermado”.
Destacó que el período de incubación del Hanta sin síntomas puede durar hasta 45 días. Los primeros síntomas se inician bruscamente y son similares a una gripe. Los más frecuentes son fiebre sobre 38,3ºC., dolores de cabeza, musculares y de huesos. Luego viene la fase de compromiso respiratorio, donde la persona se agrava rápidamente, con complicaciones del corazón y pulmones que llevan a una insuficiencia respiratoria en pocas horas.
Según indica el especialista del Instituto de Medicina UACh, algunas formas de prevenir el contagio son evitar la “invitación” al ratón para vivir cerca de los hogares, “haciendo limpieza de matorrales y desechos cerca de la casa, sellando el hogar y bodegas a la entrada de roedores, y no eliminando las aves rapaces del entorno, como el chuncho, que se alimenta de los roedores”, puntualizó.
