Médicos de la U. de Chile buscan solución para la endometriosis
La endometriosis es una de las patologías ginecológicas más usuales en las mujeres en edad fértil, de hecho su prevalencia puede alcanzar hasta el 22 por ciento. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia y crecimiento de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina, lo que puede estar asociado a dolor e infertilidad y puede producir serios daños a la salud, aunque raras veces es causa de muerte.
Si bien se conoce poco sobre su etiopatogenia, se considera como un trastorno multifactorial donde se conjugan elementos endocrinológicos, inmunológicos, ambientales y genéticos.
El doctor Reinaldo González Ramos, académico del Instituto de Investigaciones Materno Infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, con el apoyo de un proyecto Fondecyt de Iniciación está estudiando las implicancias de la proteína Nuclear Factor-kappa B en el desarrollo de esta patología, así como el rol que cumple el fierro en la generación de la endometriosis.
El especialista chileno, doctorado en Reproducción Humana en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, quien actualmente está culminando la subespecialidad de Medicina Reproductiva e Infertilidad en la Universidad de Chile, explica que en las mujeres con endometriosis hay un aumento de las proteínas involucradas en el desarrollo y activación de la inflamación de la zona pélvica.
La proteína Nuclear Factor-kappa B es un factor de transcripción que está vinculado con la regulación de cientos de otras proteínas relacionadas con diversas funciones de la célula, tales como, la proliferación celular, la inhibición de la apoptosis y la activación inflamatoria. “Por eso ahora estamos trabajando para determinar si, comparativamente, este factor de transcripción está más activado en pacientes con endometriosis que en mujeres que no sufren la enfermedad”, señaló.
Además, el proyecto Fondecyt le permitirá analizar el rol que cumple el fierro en la endometriosis. Hasta ahora se ha descubierto que en mujeres afectadas por esta patología hay altas concentraciones del metal en la cavidad pélvica.
“Nos interesa estudiar la respuesta del endometrio al fierro. Para ello colocaremos distintas cantidades de este metal en los medios de cultivo de las células de endometrio y analizaremos si el factor nuclear-kappa B se activa en su presencia”, planteó.
Asimismo, investigará si los macrófagos pélvicos, encargados de eliminar los restos de endometrio que pudieran haber permanecido en la cavidad pélvica tras la menstruación, al estar sobrecargados con fierro se ven impedidos de cumplir con su labor y, por el contrario, contribuyen a elevar la inflamación provocando una mayor activación del factor de trascripción.
Para ello el médico ya está trabajando con muestras de endometrio que ha obtenido tanto de pacientes sanas como de mujeres afectadas por la patología que se atienden en el Hospital San Borja Arriarán.
“Aunque estos son estudios básicos, nuestra intención es cooperar en la generación de alguna terapia que inhiba, por ejemplo, el Nuclear factor-kappa B durante la menstruación, para ayudar a aquellas mujeres que son susceptibles o que padecen de endometriosis. Otro tanto se podría hacer con el fierro, usando quelantes que lo hicieran disminuir a nivel pélvico”, puntualizó el especialista.
