Pequeños latidos: gran laboratorio cardiológico PUC
Las malformaciones congénitas del corazón son la primera causa de enfermedad cardiovascular en la infancia. En Chile, uno de cada cien nacidos vivos tiene una cardiopatía, lo que implica unos tres mil niños al año. Pero con un diagnóstico adecuado y temprano, y un tratamiento planificado por expertos, un pequeño corazón puede aferrarse a la vida, y no soltarla.
La planificación cuidadosa del tratamiento, ya sea quirúrgico o no, depende de un muy buen diagnóstico, que en la actualidad puede hacerse incluso antes del nacimiento. Puede planificarse el parto en un centro que cuente con una Unidad de Recién Nacidos experimentada en problemas cardiovasculares.
Otros daños menos graves del corazón, se detectan en la infancia o aún a edad más tardía, ya que pueden pasar inadvertidos hasta la adolescencia e incluso la edad adulta.
Hoy, la medicina cuenta con herramientas terapéuticas para tratar la mayoría de estas enfermedades cardiovasculares congénitas. El único laboratorio que se dedica exclusivamente al estudio no invasivo de estas patologías en el país es el de Cardiología Pediátrica de Salud UC.
No sólo los bebés y niños son atendidos aquí, incluso desde su vida intrauterina, también los adultos portadores de malformaciones cardiacas encuentran en el mismo lugar un equipo de profesionales capacitados en diagnóstico no invasivo.
Entre el 80% y 90% de los pacientes que se atienden en este centro tienen enfermedades congénitas del corazón. Un porcentaje menor padece otras patologías cardíacas, como miocardiopatías y arritmias. Por ello, el laboratorio de Cardiología Pediátrica UC cuenta con la más moderna tecnología, que incluye equipos de ultrasonido de última generación para los ecocardiogramas, electrocardiogramas, y grabadores pequeños adecuados a la edad del paciente para el examen Holter.
Además es posible realizar el ecocardiograma transesofágico incluso en guaguas desde 3 kilos de peso. Este procedimiento permite visualizar el corazón desde su cara posterior y adquirir imágenes de gran calidad en zonas habitualmente ciegas. También es de gran utilidad en la mayoría de las operaciones cardiacas con circulación extracorpórea que se realizan en el Hospital Clínico UC, ya que permite evaluar inmediatamente los resultados de la cirugía y resolver posibles imperfecciones.
“Hemos creado un ambiente tranquilo para los niños. Si es necesario sedarlos para alguna prueba lo hacemos. Buscamos el diagnóstico más preciso y claro para que el tratamiento que el niño recibirá sea el más adecuado posible”, señala el doctor Gonzalo Urcelay, jefe del laboratorio.
