Dr. Freddy Constanzo Parra:
"Una óptima respuesta en ACV se logra mediante el perfeccionamiento continuo"
Ante su sospecha y confirmación se activa un sistema de alerta que permite ofrecer asistencia oportuna a pacientes candidatos a terapias de reperfusión cerebral en un tiempo limitado.
El Código ACV es un procedimiento prehospitalario basado en el reconocimiento precoz de los signos y síntomas de un episodio de probable naturaleza isquémica, con la consiguiente priorización de cuidados y traslado inmediato por parte de los servicios de urgencia a un recinto especializado.
Su objetivo es que el tiempo transcurrido desde el comienzo de los síntomas hasta la llegada a un centro asistencial no sea superior a dos horas. "El protocolo se inicia cuando una persona mayor de 18 años presenta de manera súbita y persistente un déficit neurológico focal", comenta el doctor Freddy Constanzo Parra, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Las Higueras.
El académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), donde dirige el programa de especialización en neurología adultos, se refiere a una alteración del lenguaje, disminución de campo visual, diplopía, nistagmo de origen central, vértigo, mareo e inestabilidad postural, asimetría facial, debilidad en rostro y extremidades, ataxia y alteración en sensibilidad de un hemicuerpo, negligencias -heminegligencia, hemiextinción, anosognosia, asomatognosia- y dismetría.
"Debe establecerse con exactitud la hora de inicio o la última vez que el individuo fue visto en buen estado. Puede utilizarse la escala de Cincinnati como screening o eventualmente la de BE-FAST (Balance, eyes, face, arm, speech, time)".
Desde su implementación, en 2015, el establecimiento de salud de Talcahuano no solo mejoró la atención de estos pacientes, sino que además optimizó el manejo de otros con enfermedades neurológicas agudas que asemejan un accidente cerebrovascular.
"Este progreso se valida mediante nuestra certificación como Centro Esencial de ACV en Latinoamérica, extendido por las Organizaciones Mundial e Iberoamericana de ACV (WSO/SIECV). En tanto, la World Stroke Organization, a través de la iniciativa Angels nos otorgó el Premio Diamante, considerado la máxima distinción en calidad asistencial", agrega el profesional formado en las universidades de Concepción y Católica de Chile y el Instituto Guttmann de Barcelona, España.
- No es la primera vez que reciben este reconocimiento…
Las Higueras se ha adjudicado estos premios desde 2019, en distintos niveles siendo diamante en cinco oportunidades. En este tercer trimestre 2024, 445 hospitales de 41 países obtuvieron los premios Angels Awards de la European Stroke Organisation (ESO) y World Stroke Organization (WSO) por su excelencia en esta área. 147 fueron diamante, 93 platino y 205 oro. En Chile, hubo un solo diamante y fue para nosotros. Esto es resultado de un arduo trabajo que nos ha permitido cumplir una serie de exigentes criterios de calidad.
Es importante que un hospital público tenga un desempeño comparable a los centros de mayor calidad a nivel internacional. Hemos generado un espíritu común de alto estándar, una cultura de trabajo, que incluye a todos los funcionarios de nuestra red. Hay que mantener esta calidad de atención y extenderla a otras condiciones médicas de igual gravedad y urgencia.
- ¿Cuál es la clave para que el Código ACV funcione adecuadamente?
Una alta capacidad de respuesta y calidad asistencial se logra mediante el perfeccionamiento continuo de todos los participantes de la cadena de atención a nivel de APS, SAMU, urgencia, neurología, imagenología, servicios clínicos y rehabilitación.
Los funcionarios deben tener los mismos conocimientos, según el nivel de responsabilidad que les corresponda. Para cumplir con esto, el equipo de neurología de Las Higueras creó la Unidad de Tratamiento de ACV, habilitó el programa de Especialización en Neurología Adultos junto a la UCSC y desarrolló la Unidad de Neurocirugía. Además, realizamos capacitaciones anuales dirigidas a la atención primaria y servicio de salud y sostenemos reuniones clínicas periódicas donde se refuerzan los contenidos del Programa Nacional de ACV del MINSAL.
A través de un registro electrónico, se intenta mejorar la calidad de la atención mediante la recopilación y análisis sistemáticos de datos de pacientes, que pueden utilizarse para evaluar su alineación con la práctica basada en la evidencia y los estándares nacionales e internacionales para reducir el impacto. En nuestra institución lo hacemos en la plataforma RES-Q, que es una de las más confiables. Entre sus muchas ventajas, permite saber de forma inmediata el estado de la calidad de atención y así, tomar las medidas necesarias para su corrección en caso de ser determinada alguna brecha.
- ¿Qué avances en esta área deberían conocer los médicos de atención primaria?
Es relevante que conozcan el Código Hemorragia Cerebral, el cual se activa tras detectar en el TAC practicado a un paciente con ACV que existe una hemorragia en vez de un infarto. En estos casos se inicia un tratamiento estandarizado, rápido y basado en evidencia dentro de las primeras horas de la presentación de una hemorragia intracerebral, cuyo objetivo es evitar la expansión del hematoma. Se basa principalmente en el control precoz de la hipertensión arterial, reversión de anticoagulantes, evaluación neuroquirúrgica y hospitalización en unidad especializada.
Por Óscar Ferrari Gutiérrez