Dr. Eduardo Abarca Jara:
Una aproximación filosófica a la salud mental
Tomando la sabiduría griega y la fenomenología del siglo XIX en el Centro Médico Epöjé de Rancagua, trabajan por concebir al paciente como una manifestación compleja dentro de la relación terapéutica.
La salud mental se encuentra dentro de las principales preocupaciones de los chilenos, según la encuesta “Monitor Global de Salud” 2021, percepción que figura dentro de las tres primeras junto a Suecia e Irlanda. En el caso nacional aumentó 12 puntos porcentuales en comparación a 2020.
Preocupado por estas cifras y constatando la cantidad de pacientes que llegan a su consulta, el doctor Eduardo Abarca, psiquiatra de adultos y diplomado en salud familiar liderazgo y gestión de equipos, abrió el Centro Médico Epöjé en Rancagua, lugar especializado en salud mental y medicina estética donde, según explica el profesional, se trabaja un concepto que implica la observación y dejar en suspensión todo lo que se conoce, cree o da por sentado, así como todo prejuicio del mundo, como de uno mismo percibiendo lo que sucede verdaderamente libre, incluso libre de uno.
- Promueven un modelo de salud integral...
El concepto "Epojé" es tomado de la filosofía griega, pero llega a la psiquiatría a través Edmund Husserl y la fenomenología, y se refiere -en mis palabras- a dejar de lado todas las ideas que se tengan a priori, además de los prejuicios naturales, en el momento de la interacción con un otro, para centrar la atención plena en el fenómeno que se manifiesta en el mismo instante.
Nuestra mirada consiste en extender este concepto a los aspectos éticos necesarios para crear un ambiente cómodo y confiable en la interacción entre el equipo terapéutico y las personas que consulten. Queremos llevar esta forma de ver la interacción a todo el proceso terapéutico, desde el ingreso de la persona hasta la salida del centro.
- ¿Cómo está la salud mental de los chilenos?
Me parece que el estado es crítico. Se requiere con urgencia la inversión de recursos en esta área teniendo en cuenta que los índices de diagnóstico han aumentado.
En mi práctica diaria se evidencian estresores a nivel familiar, relacional y social, circunstancias que en el contexto actual se hacen intolerables y tienden a quebrar las estrategias de protección de las que disponemos. Se puede dar por ejemplo las mamás que tuvieron su primer hijo en periodo de pandemia, sumado a la incertidumbre del estado sanitario global y el poco apoyo en la crianza, termina por detonar, muchas veces, en patología depresiva.
- A raíz del aumento de la patología mental, ¿cómo ha sido la influencia en el consumo de sustancias depresoras del SNC?
Estas proveen un escape momentáneo a quienes las usen buscando ese efecto. El uso repetido de esta estrategia ante los estresores termina por producir alteraciones a nivel cerebral que predisponen al aumento del consumo de sustancias, necesitando cada vez una dosis mayor para lograr la “huida”. Es muy difícil para cualquiera asumir esa situación. Es por tanto que resulta importante una base de educación psíquica y estrategias disponibles para la población en general, de control y manejo del estrés, en vista de que no podemos eliminarlo.
- En el contexto del Mes de la Salud Mental, uno de los focos fue la prevención antes que el abordaje...
Hoy se reconocen múltiples estrategias de protección neuronal que han demostrado buenos resultados, en el retraso de inicio de demencias y en la generalidad de la patología mental, además de la prolongación en la vida útil cerebral.
Es importante mencionar que la exposición al estrés prolongado resulta muy tóxica, no solo a nivel cerebral, sino que también interfiere con el llamado “segundo cerebro”, este sistema corresponde a la flora que nos coloniza, en especial los microorganismos de nuestro tracto gastrointestinal.
La flora está compuesta por hongos, bacterias y parásitos que el sistema inmune reconoce como propios, viven en simbiosis estrecha con nosotros y los requerimos para incontables procesos. Si ellos se alteran, nosotros podemos sentirlo. Se implican incluso en el transporte de la serotonina, por tanto, tienen relevancia en nuestro estado anímico a través de la absorción y producción de sustancias beneficiosas para el humano.
Si estos microorganismos se ven afectados, muchas de las funciones metabólicas decaen, lo que puede agravar o, incluso, desencadenar patologías mentales.
- ¿Qué se necesita con urgencia en esta área de la salud?
Bastantes desafíos por cursar. Faltan especialistas tanto en Santiago como en regiones para poder dar respuesta a las inquietudes de los pacientes y poder ofrecer, efectivamente, salud de calidad.
En esa línea, con mi socio, el doctor Victor Hidalgo vimos que se repetía constantemente que los pacientes se quejaban sobre el difícil acceso a una salud mental de buena calidad. Eso nos llevó a pensar y plantearnos una respuesta posible a aquella inquietud era aplicar nuestro pensamiento común y desarrollar un sistema de trabajo que se centrara en la persona y en su propia visión del mundo. El objetivo es concebir a la persona que consulta como una manifestación compleja y no dejar nada de lado en esta relación terapéutica.
María Ignacia Meyerholz L.