Dra. Ada Cuevas Marín:
"Terapias combinadas han demostrado efectividad en la reducción del C-LDL"
En conjunto, rosuvastatina más ezetimiba inhiben la síntesis de colesterol en el hígado y bloquean la absorción intestinal, potenciando el efecto reductor de lípidos.
Las dislipidemias representan un factor de riesgo considerable en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, siendo la reducción del colesterol LDL (C-LDL) uno de los principales objetivos terapéuticos.
Recientes investigaciones han demostrado que las terapias combinadas, como la rosuvastatina más ezetimiba, poseen un impacto positivo en la regresión de placa aterosclerótica, así como en pacientes con diabetes y esteatosis hepática.
Así lo comparte también la doctora Ada Cuevas, especialista en nutrición clínica del adulto; magíster en nutrición clínica del INTA; fellowship en medicina metabólica y lípidos del Center for Human Nutrition, Southwestern Medical Center, Dallas, USA, y miembro del Clinical Care Committee y del directorio de la World Obesity Federation (WOF).
- ¿Por qué la reducción del C-LDL es considerada el pilar fundamental en el tratamiento de las dislipidemias?
La evidencia ha demostrado es un factor causal directo en el desarrollo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Estudios genéticos, epidemiológicos y clínicos han establecido que niveles más bajos se asocian con un menor riesgo de eventos cardiovasculares. La reducción intensiva y temprana disminuye significativamente el riesgo de infarto al miocardio, accidente cerebrovascular y mortalidad cardiovascular.
- ¿Cuál es la principal barrera solo con estatinas?
Aunque son la base del tratamiento hipolipemiante, tienen un límite en la reducción del C-LDL. Duplicar la dosis de una estatina solo logra un beneficio adicional del 4-6%, lo que muchas veces es insuficiente para alcanzar las metas terapéuticas, especialmente en pacientes de alto riesgo. Además, algunas personas presentan intolerancia a dosis altas debido a efectos adversos musculares o elevación de transaminasas.
- En particular, ¿cómo se justificaría el uso de rosuvastatina en combinación con ezetimiba?
Han demostrado ser altamente efectivas, permitiendo que un mayor porcentaje de pacientes alcance sus objetivos terapéuticos. Rosuvastatina es una estatina de alta potencia con una vida media prolongada y una captación hepática selectiva, lo que la hace muy eficaz en la inhibición de la síntesis de colesterol. Por otro lado, ezetimiba actúa bloqueando la absorción intestinal de colesterol, complementando la primera acción.
Los estudios han mostrado que la terapia combinada logra reducciones en C-LDL de hasta un 65%, muy por encima de lo que se consigue con estatinas en monoterapia.
- ¿Existe evidencia de que este enfoque pueda revertir el proceso aterosclerótico?
Estudios como ASTEROID han demostrado que el tratamiento intensivo con rosuvastatina reduce significativamente la carga de placa aterosclerótica en las arterias coronarias. Además, investigaciones más recientes han comparado la monoterapia con estatinas versus la terapia combinada con ezetimiba, mostrando una mayor regresión de la placa cuando se utiliza la combinación.
Los pacientes que reciben ambas no solo logran reducciones más pronunciadas, sino que también presentan una mayor estabilidad en la placa aterosclerótica, lo que se traduce en una menor tasa de eventos cardiovasculares.
- ¿Cuál es el impacto de la terapia combinada en pacientes con diabetes y enfermedad hepática grasa no alcohólica?
Aquellas personas con diabetes tienen una expresión aumentada del gen NPC1L1, lo que hace que absorban más colesterol a nivel intestinal. Esto justifica el uso de ezetimiba, ya que bloquea esta absorción y permite un mayor beneficio. Estudios han demostrado que la mezcla de ambos fármacos reduce de manera más efectiva los niveles de C-LDL en diabéticos en comparación con la monoterapia con estatinas.
En cuanto a la esteatosis hepática, se ha observado que esta puede tener un efecto positivo en la reducción de la grasa hepática y en la inflamación, lo que sugiere un beneficio más allá del control lipídico.
- ¿Existen preocupaciones de seguridad al respecto?
Los estudios han demostrado que la combinación es bien tolerada y no aumenta la incidencia de efectos adversos en comparación con la monoterapia. La tasa de discontinuación del tratamiento es baja y los efectos adversos musculares o elevación de transaminasas ocurren en menos del 1,5% de los casos.
En pacientes intolerantes a dosis altas, la combinación permite reducir la dosis de estatina manteniendo una eficacia hipolipemiante alta, lo que mejora la adherencia al tratamiento.
Por María Ignacia Meyerholz
