Dra. Javiera Baeza Fuentes:
“Siempre añoré llevar salud a los lugares más recónditos de mi país”
A bordo del Patrullero Médico Dental “Cirujano Videla” y motivada por una profunda inquietud social, destacada médico cirujano recorre las cautivantes islas del archipiélago de Chiloé para ser parte de una valiosa iniciativa asistencial.
Durante 2006 entró formalmente en operaciones el nuevo Patrullero Médico Dental (PMD) “Cirujano Videla”, navío acondicionado por la Armada de Chile para prestar un importante servicio de rondas asistenciales en una de las zonas más aisladas y complejas desde el punto de vista geográfico de la región de Los Lagos y del país: Chiloé, Llanquihue y Palena.
Desde entonces, el buque se ha consolidado como un apoyo sanitario y de traslado de personal médico y dental, a través de visitas periódicas que son esperadas con ansias por los usuarios que residen en estos alejados puntos del territorio nacional. Los pacientes encuentran en el patrullero la infraestructura necesaria para tratar sus dolencias más urgentes, al contar con un contenedor quirúrgico-dental y otro de apoyo diagnóstico para la atención primaria de salud médico-dental, con capacidad de prestar asistencia en imagenología (rayos x y ecografía), exámenes de laboratorio, salud bucal, cirugías menores e incluso partos, todo con tecnología de primer nivel.
En coordinación con los centros de salud familiar de las localidades visitadas, el Patrullero Médico Dental (PMD) “Cirujano Videla” lleva a bordo médicos generales y de distintas especialidades, que realizan un trabajo solidario que refleja la auténtica vocación de servicio de los profesionales de la salud. Uno de ellos es la doctora Javiera Baeza Fuentes, médico nacida en Santiago y formada en la Universidad Finis Terrae. Hoy, radicada en Castro, se ha dejado seducir por la belleza que ofrece el entorno natural que la rodea. “Vivir en Chiloé es mágico y fascinante. No hay día en el que salga de mi casa, sea impactada por la inmensidad del paisaje, y no dé las gracias por estar acá”, reconoce.
Caracterizada por un profundo compromiso social, la doctora Baeza se sumó hace casi un año a los operativos del PMD. “Estudié medicina porque desde niña y por curiosidad quería conocer el cuerpo humano y me entretenía jugando a la doctora con utensilios regalados por mi madrina. Ya en la adolescencia y por mi vocación de servicio incubada en mi seno familiar, supe que este arte me parecía un desafío intelectual interesante, y que personalmente me enriquecería al sentir que puedo servir para sanar y/o consolar. Es mi forma de contribuir a la sociedad y fue posible gracias al apoyo de mis padres y hermanas”, agrega.
¿Cómo se gestó su participación en estos operativos?
Desde el principio de mi formación añoré el desafío personal de ser médico en condiciones simples pero extremas, llevando salud a los lugares más recónditos de mi país. Por eso al egresar, sólo podía hacer una cosa, postular al concurso nacional para Médicos en Etapa de Destinación y Formación, llamados antiguamente Médicos Generales de Zona. Estando allí deseaba una zona A, a la cual sólo se pudiese acceder vía marítima o aérea, sólo por tomar el mayor desafío. El buque Cirujano Videla cumple con creces todos esos requisitos.
¿Cómo surgió la idea de implementar este servicio de asistencia?
Esta idea surgió ante la urgente necesidad de resolver el problema de apoyo sanitario y traslado del personal médico y dental de la región de Los Lagos en los años sesenta. Así nació el Buque Médico Dental (BMD) “Cirujano Videla”, que prestó servicios entre los años 1966 y 1998. Al ser dado de baja, la Armada de Chile continuó apoyando las rondas médicas con otras unidades; sin embargo, no existía la misma capacidad de atención médica con equipo de apoyo diagnóstico (laboratorio y servicio de rayos), por lo cual en agosto de 2006 la Armada, en conjunto con las autoridades de salud nacional, comenzaron a trabajar en un proyecto denominado "Rondas", considerando que aún no se había concretado el puente del canal Chacao. Este proyecto consistió en implementar dos contenedores para la atención primaria de salud médico-dental en el ex PSG Morel, rebautizándolo como el Patrullero Médico Dental Cirujano Videla.
¿Qué lugares son visitados?
Las dos primeras semanas del mes recorremos una isla del archipiélago de Chiloé por día, de entre las siguientes: Alao, Caguach, Lin Lin, Tac, Voigue, Inio, Laitec, Chaullin, Cailin, Tranqui, Acui y Alqui. La tercera semana, otro equipo de salud de Reloncaví recorre las Islas Desertores.
¿Cómo se realiza la coordinación para que todo resulte perfecto?
Se realiza la coordinación entre el equipo médico del Cirujano Videla y los equipos de atención locales de cada comuna a la cuales prestamos asistencia: Quinchao, Quemchi, Quellón y Queilen, para la citación de pacientes y entrega de vacunas y fármacos.
¿Podría describir los pasos que contempla un operativo de estas características?
Existe un calendario anual entregado por el grupo médico aprobado por el Servicio de Salud, la Armada, las comunas y las postas a las cuales atendemos. Así, el primer domingo y el segundo lunes de cada mes, el equipo médico de Chiloé se traslada a Puerto Montt para embarcarse en el buque. Zarpamos a las 21 horas y nuestros marinos navegan toda la noche; al día siguiente nos encontramos en alguna isla. Si el viento lo permite, desembarcamos a las 8.30 horas en un bote de goma con motor -tipo Zodiac- el cual nos acerca a la rampa de la isla. Ahí descendemos y caminamos hacia la posta (algunas veces contigua a la rampa y otras no tanto), con todos nuestros insumos y medicamentos en mochilas y cajas. En la posta nos esperan nuestros pacientes previamente citados y quienes desean concurrir ese día.
Los pacientes de dental y con órdenes de radiografía son embarcados en el bote para trasladarlos al buque. En tierra, matrona, paramédico, enfermero y médico atendemos en la posta con los fármacos disponibles en ella, y los enviados por las lanchas rápidas de las comunas. Los pacientes que requieran algún tipo de procedimiento son embarcados en el Videla, todo coordinado por radio con los marinos, puesto que no hay señal telefónica en la mayoría de las islas.
Finalizada la atención, si no se ha presentado alguna urgencia, el buque se dirige a algún fondeadero seguro para pernoctar y al día siguiente volver a zarpar hacia otra isla.
¿Con qué realidades sanitarias se ha encontrado?
Con patologías en prevalencias similares al nivel nacional, pero además la realidad propia de Chiloé encarna -en algunos casos- situaciones tristes de violencia intrafamiliar, algunos déficit cognitivos y pobreza. Hay familias aún sin acceso a agua potable, por tanto se presentan enfermedades gastroenterológicas y parasitarias derivadas de ello.
¿Qué representa para las comunidades los operativos del PMD?
Nuestros pacientes valoran al buque con cariño y respeto, y el nombre Cirujano Videla está en el inconsciente colectivo de las familias más aisladas de la región de Los Lagos como la unidad naval que por muchos años recaló con personal médico e implementación hospitalaria en las zonas de Chiloé, Llanquihue y Palena. Actualmente, los habitantes de estas localidades sienten que el buque no los abandona, salvo cuando las inclemencias del clima realmente no nos permiten visitarlos, y además les acerca un equipo profesional y humano preparado con servicios de imagenología y laboratorio, al que difícilmente podrían acceder de otro modo.
¿De qué equipos disponen?
Se dispone de dos contenedores implementados con monitor de signos vitales, electrocardiograma, camilla, camilla ginecológica, sillón de atención dental, incubadora, oxígeno, equipo de rayos, ecógrafo, implementación para cirugías menores, box de reanimación y exámenes de laboratorio (hemograma, grupo sanguíneo y Rh, glicemia, perfil lipídico, pruebas hepáticas, factor reumatoide y orina completa).
¿Cuál es la capacidad de asistencia?
Se cubren todas las necesidades que suple un CESFAM, atiende urgencias y realiza los traslados oportunos en los casos de requerir un manejo más complejo u hospitalario.
¿Qué intervenciones pueden realizar? ¿Qué ocurre con los casos que no se pueden resolver en el instante?
En el buque podemos realizar intervenciones de cirugía menor, realizar la primera atención de una urgencia, reanimación cardiopulmonar y atender un parto vaginal. Los casos más complejos se derivan de acuerdo a la prioridad en las lanchas rápidas comunales, en el buque o como traslado aéreo-médico al lugar correspondiente de la red asistencial de Chiloé.
¿Cuáles son los principales requerimientos sanitarios de la población?
Como sucede en el resto del país, el principal requerimiento sanitario es atender las patologías crónicas y las morbilidades agudas. Dentro de las primeras, cubrir el programa de salud cardiovascular considerando a pacientes con hipertensión arterial, diabetes mellitus y dislipidemia, seguidos de otras patologías como obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, alcoholismo, asma bronquial y epilepsia.
Dentro de las morbilidades, se atienden patologías de salud mental, traumatológicas, respiratorias, gastrointestinales, parasitosis y urinarias. Y dentro de las urgencias nos hemos encontrado con accidentes propios de las labores agrarias y de pesca (principales sustentos económicos de la zona), complicaciones cardiovasculares y patologías propias del embarazo.
Es decir, se atiende enfermedades comunes sólo que en lugares inusuales, en condiciones donde en ocasiones el clima es avasallador y determinante para el quehacer médico.
¿De qué manera se estructura el equipo de trabajo que va a bordo?
Participa un médico en cada equipo de salud. En total se compone de veintisiete marinos (6 oficiales y 21 gente de mar) más el equipo médico de Chiloé constituido por: Dr. Fernando Haro (odontólogo), Sra. Sandra Mansilla (asistente dental), Sr. Felipe Oñate (enfermero), Srta. María Teresa Villegas (técnico paramédico), Srta. Sandra Provoste (matrona), Sr. Fernando Muñoz (tecnólogo médico) y yo, (médico cirujano), como parte del equipo médico del Servicio de Salud Chiloé.
¿Cómo califica este aporte de la Armada de Chile?
El aporte de la Armada con este buque la califico (respetando la labor de los otros buques), como su labor más maravillosa. Aquí se plasma su servicio a la comunidad bajo un gran esfuerzo, entre recursos materiales y humanos. Y respecto a la dotación uniformada del buque “Cirujano Videla”, me es imperioso señalar que son valiosas personas y profesionales y que en conjunto con el equipo médico no sólo conformamos un equipo trabajo, sino que una familia.
Según explica la doctora Fuentes, los principales objetivos de esta iniciativa son, en primer lugar, constituirse en un apoyo a las postas y estaciones médico rurales para mejorar el acceso, la resolutividad y calidad de la atención de salud de las poblaciones aisladas. Además, busca disminuir la brecha de acceso a la salud entre población rural y urbana, en el marco de la equidad, a través de un trabajo conjunto entre los Servicios de Salud de Chiloé, Reloncaví y la Armada de Chile.
Desde el muelle naval Tenglo en Puerto Montt zarpan los operativos, los cuales se extienden entre cuatro y cinco días, durante tres semanas, sumando aproximadamente 50 horas de navegación. De acuerdo a recientes estimaciones, desde 2006 a la fecha se han realizado cerca de 39 mil atenciones, supervisadas por los servicios de salud de Chiloé y Reloncaví.
“En el año 2006 reiniciaron este proyecto el Comandante en Jefe de la Armada Almirante (R) Rodolfo Codina y actualmente el proyecto se encuentra a cargo del Almirante de la Quinta Zona Naval, Capitán de Navío Luis Felipe Bertolloto”, precisa.
¿Qué ha significado esta experiencia en el plano personal?
Esta es una experiencia únicamente hermosa, el buque no sólo lleva salud, sino que compañía. Los lugareños aportan abriendo las puertas de sus casas y con ello la de sus vidas, por la ayuda que requieren. "Sanar a veces, ayudar a menudo. Confortar y consolar siempre”, esa es la premisa, que con profesionalismo y de corazón me dispongo a cumplir.
En este andar te haces médico familiar en su esencia y persona, realmente conoces a tu paciente, comprendes su idiosincrasia, sus costumbres y necesidades. No estás en su cabecera sino que a sus pies, para todo lo que puedas servir, y estás pagado por un “gracias” o “Dios la bendiga”.
¿Qué la motiva a participar y qué representa para usted poder prestar asistencia médica en una de las zonas más aisladas de Chile?
Me motiva despertarme para llevar salud, sabiendo que hay familias que nos esperan hace uno o varios meses y que caminan o navegan horas por nuestra atención. Para mí esta iniciativa representa un desafío que verdaderamente me hace feliz y sentirme conforme con nuestro trabajo, haciendo un reconocimiento a la gente que hace patria al sur de nuestro país. El desafío es empaparte de una cultura huilliche y mapuche de antaño, que entre palabras típicas como “resuello”, “diviesos”, “susto”, “sobreparto” y otras, debes aprender a conocer.
A veces cuesta dimensionar el esfuerzo que hacen algunos pacientes por llegar a los puntos de atención...
Eso es lo que te hace respetar a tu paciente y dedicarle el tiempo que requieren. Alguien que caminó bajo la lluvia horas (añoso o joven, con o sin hijos) o que cruzó en su pequeña embarcación desde una isla contigua, no puede ser atendido de forma rápida o ligera. Cada paciente demanda nuestro mejor esfuerzo. Además, la gran mayoría espera meses acceder a atención médica especializada. Esto último es una realidad nacional, las horas de interconsultas a médicos especialistas son escasas, y aquí se agrega el factor clima y nudos de viento que imposibilitan a los pacientes a encontrar una embarcación para viajar a su hora un par de días antes, así como encontrar alojamiento en Castro, Quellón o Ancud. Este es el desafío de los Servicios de Salud. Por mientras los médicos generales debemos esforzarnos en ser cada día mejores y más resolutivos.
¿De qué manera estos operativos han marcado su desarrollo profesional y su visión sobre la medicina?
En estos operativos cada día soy más médico, en este largo camino del arte de la medicina. Acá aprendes que el quehacer médico es más simple de lo que el común de la gente piensa, porque no es estar todos los días en una sala de emergencias, pero es más complejo que sólo atender las patologías comunes, desde bajar en el bote con una lluvia u oleaje intenso, valerse de la clínica más que de los exámenes, estar atenta a cuadros de presentación atípica o larvados y descubrir cuándo hay más que lo puramente orgánico.
He aprendido que ejercer la medicina es un regalo y una responsabilidad hermosa, que desafía a tus sentidos y a tu formación, para descubrir cuándo, por ejemplo, detrás de una patología está una persona sobrellevando violencia familiar, alguna historia de abuso, alcoholismo, un niño o niña con necesidades especiales en casa, falta de trabajo, pérdida de una embarcación o de un familiar o amigo en algún accidente marítimo. La medicina, en este lugar, es mucho más que tratar enfermedades orgánicas con farmacología, es tratar personas con vocación.
¿Cuál, a su juicio, es la importancia de que un profesional de la salud se comprometa con estas causas y haga un aporte social?
La importancia es que todos los que tuvimos la posibilidad de estudiar por capacidad intelectual y económica (lamentablemente no al acceso de todos), estamos del lado de la sociedad que podemos ayudar, más que del lado del que necesita ayuda. Que en tu vida laboral hagas un aporte social constituye sólo el devolver una mano a la vida.
