SAVALnet CL

En 2006, la Organización Mundial de la Salud complementó la definición de salud sexual en base a dos factores. El primero tiene relación con el nivel de bienestar general, tanto desde el aspecto emocional, mental, físico y social. El segundo se refiere a la mantención de prácticas seguras, lo que implica que las personas puedan llevar su sexualidad sin enfermedades o problemas físicos asociados a este proceso. 

La doctora Andrea Huneeus es ginecóloga pediátrica y de adolescentes de Clínica Alemana, máster en salud pública de la Universidad de California. Su experiencia clínica la ha llevado a desarrollar un especial interés en el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Esta realidad genera preocupación, particularmente en la población joven, que es el grupo de mayor riesgo. 

- Diagnóstico y educación parecen ser temas pendientes...

A nivel país no hemos podido diagnosticar todas las infecciones de transmisión sexual que existen. Tenemos un déficit de pesquisa y falta de educación que, justamente, es la herramienta más importante y protectora. Al carecer de información, los adolescentes inician su vida sexual con conocimientos basados en experiencias o relatos de pares y sin precauciones, exponiéndose así a una extensa gama de enfermedades. 

- ¿Será un tema tabú?

Más que eso, es algo de lo que no se conversa porque, efectivamente, se sabe muy poco. Por lo demás, hay personas que no se atreven a hablar de su sexualidad. Por ejemplo, una de las crisis más grandes que estamos teniendo en este momento son las conductas de riesgo, en el sentido de que los padres no suelen abordar estos temas, y ahí queda un enorme vacío de educación y responsabilidades para la salud personal. Cómo van a saber sobre la profilaxis de prexposición (PrEP) si nadie les habla de eso.

- Usted escribió el libro “Sexo Inteligente”. ¿Qué conlleva ese concepto?

Quiere decir que la relación sea placentera, consentida, que no produzca embarazo no planificado ni infecciones de transmisión sexual. Ese es el sexo inteligente. De eso se trata el libro, de enseñar sobre lo que quieres o no. Es disfrutar sin que a uno lo presionen. 

El texto incluye preguntas y respuestas cortas, todas basadas en consultas que me han hecho. Y esto también surge por muchos inician su vida sexual temprano y que necesitan apoyo del médico, porque sus padres no lo hacen. Y en ese sentido, es sumamente importante que se entienda que educar no significa dar permiso, es proteger.

De hecho, los jóvenes más educados en esta materia, en comparación con quienes no la han tenido, la inician de manera más tardía y protegida. Y esto es algo que está absolutamente comprobado a nivel científico.

Por otra parte, las mujeres, sobre todo las niñas, han crecido con una falsa idea de que siempre tienen que querer tener relaciones. Nadie nos ha enseñado a decir que no.

- La OMS define el concepto de "salud sexual" en base al bienestar emocional, mental, físico y social. ¿Qué ocurre cuando esto no se cumple?

Una primera relación sexual sin consentimiento y forzada produce problemas que pueden acompañar a una persona durante toda la vida. Se genera un trauma donde, a veces, puedes rechazar la sexualidad por completo o, de manera contraria, experimentar una muy exacerbada y desprotegida.

Veo casos de abuso todo el tiempo en mi consulta y se trata de traumas que generan patologías graves y que requieren de una reparación extensa para volver a entender muchas cosas, principalmente, que no fue culpa de la víctima lo que pasó. Después viene todo un proceso de comenzar a aceptar que la sexualidad puede ser algo bueno. Es un camino largo y complejo.

- Tiene una cuenta de Instagram. ¿Cómo surge este espacio y cuál ha sido su aporte?

Esto comenzó de manera muy espontánea, cuando en 2019 se me acercó una editorial para escribir un libro sobre educación sexual para los padres. En el fondo, querían una guía. Veo a personas de muchos géneros y más bien soy una doctora de adolescentes. Si bien suelen llegar con los padres, luego les pido que salgan, porque lo que más quiero es empoderar a mis pacientes. Ese es mi trabajo.

El dirigirme a los padres no era lo que me salía más natural. Por otro lado, los jóvenes tienen muchas preguntas y, a veces, no se atreven a hacer.

Llegó la pandemia y me quedé con toda esta información con la que estaba trabajando, pero algo faltaba. Necesitaba abordar otras temáticas que en ese entonces no se me ocurrían. Así llegó la idea de este Instagram: @doctorahuneeus. 

Es así como hoy parte de mi labor es responder preguntas a través de esta cuenta. Ha sido bonito lo que se ha generado, muy enriquecedor poder estar ahí. Los jóvenes valoran mucho las respuestas de los profesionales de la salud, nos tienen muy arriba en cuanto confianza. Ciertamente que una respuesta de parte de un especialista es mucho más valiosa que una que le pueda dar Google, y eso me motiva a seguir.

Por María Ignacia Meyerholz L.