Dr. Lautaro Campos Torres:
“Los operativos en Gaza han sido un motor para mi alma”
El traumatólogo de Clínica Servet ha realizado dos viajes a Palestina con el objetivo de ayudar a los cientos de niños que se han visto afectados por el conflicto bélico.
El pasado viernes 29 de mayo, tres traumatólogos infantiles emprendieron rumbo hacia la Franja de Gaza. Uno de ellos fue el doctor Lautaro Campos Torres, quien desde su consulta en Clínica Servet comentó sobre su experiencia, la realidad que viven los niños y la valoración que le entrega a este tipo de operativos.
Con dos viajes ya realizados, el traumatólogo ha colaborado con la Fundación Belén 2000 y la Palestine Children’s Relief Fund (PCRF), entidades que firmaron un acuerdo con la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica y que han permitido la realización de estos nobles actos.
“Atendimos a los niños en el Hospital Rafidia de Nablus, donde los sometimos a cirugías traumatológicas, centrándonos, principalmente, en columna, caderas, rodillas y pies. El valor que tiene para los niños y sus familiares ser atendidos por médicos es incalculable. Sin esta ayuda, muchos de ellos no podrían llegar a operarse nunca”, comentó el voluntario.
- Doctor, ¿cómo llegó a participar de estos operativos?
A través de la Palestine Children’s Relief Fund (PCRF), que es una fundación perteneciente a un periodista norteamericano que viajó a Palestina por motivos de la guerra de los siete días, se enamoró de una mujer, se casó con ella y tuvo dos hijos, lo cual lo hizo quedarse en el país y hacer su vida allá. Lamentablemente, años después su mujer falleció de leucemia y él decidió crear esta fundación de ayuda, que hoy financia más de 70 misiones al año.
-¿Y de qué manera conoció a este grupo?
He realizados dos viajes, el primero lo hice a través de la Fundación Belén 2000 en noviembre del año pasado. Ahí conocí al otro grupo, al PCRF, que me pareció tenía misiones más estructuradas, por lo que decidí unirme a ellos en su próxima etapa, que fue la de mayo pasado.
- ¿Qué sensaciones sintió al llegar a Gaza?
Sabía a lo que iba. Ciertamente es fuerte, impactante, pero desde el principio fui muy enfocado a trabajar, a hacer mis procedimientos y tratar de ayudar la mayor cantidad posible, porque por Dios que se necesita ayuda. En cuanto a la entrada al país, es difícil, porque uno entra y sale por Israel, pero tiene que entender que uno está ajeno al problema y va a cooperar y hacer cosas concretas. No existe ningún tipo de provecho, los niños son los únicos que sí lo consiguen.
- Imagino que los reciben con mucho cariño…
Sí. Uno vuelve cambiado, hay una cosa medio cliché, pero parte del corazón queda allá, porque todo lo que se hace es efectivo y se recibe con amor, uno queda muy satisfecho. No hay ningún compromiso político ni religioso. Es muy gratificante ver cómo le puedes solucionar la vida a un niño, le arreglas la cadera y para ellos le has solucionado toda su existencia.
- En cuanto al escenario médico, ¿qué nos podría comentar?
Faltan muchísimos especialistas, no hay traumatólogos infantiles. Claro, existe gente que trabaja con niños, sí, pero como no son profesionales en el área. Las cosas no se hacen bien, se necesita ayuda.
- ¿Se necesitan realizar procedimientos muy específicos?
Si claro, yo fui programado para operar niños con luxación de cadera de seis años de edad, eso no lo vemos aquí en Chile, es algo bien terrible, es una realidad muy distinta.
- ¿Tiene considerado volver?
Por supuesto, siempre se necesita ayuda. En cualquier conflicto de este tipo, los que siempre pierden son los niños, iré todas las veces que pueda y me autoricen.
- Finalmente doctor ¿cómo se pueden unir otros especialistas?
Es cosa de comunicarse con la gente de la Palestine Children’s Relief Fund. Lo más fácil es ingresando al sitio web www.pcrf.net. En Chille, ellos tienen una secretaria palestina, que elige a los médicos que van a participar en los distintos operativos. Nosotros necesitamos juntar mucha gente, porque existen niños con parálisis braquial, luxaciones de cadera, cosas que aquí no vemos.
