Dra. Bárbara Walker Cartes:
“Llevar ayuda médica a zonas alejadas es enriquecedor”
Isla de Pascua recibe constantemente médicos quienes se organizan para realizar operativos a los residentes.
El tradicional Operativo Médico y Dental que realiza la Fuerza Aérea de Chile cumplió en 2019 su versión número 24, instancia en la que 140 personas se sumaron al equipo del Hospital Hanga Roa para tratar diversas patologías que contemplaron desde vasectomías a atenciones de otorrinolaringología.
Entre médicos, odontólogos, personal del área logística y de apoyo, se trasladó un total de ocho toneladas de carga, las cuales variaban entre fármacos, insumos, equipamiento médico y alimentos; todo con el fin de apoyar el trabajo que desarrollarían durante una semana de intensa labor.
Como integrante del equipo de médicos, estuvo la doctora Bárbara Walker, broncopulmonar de Clínica Alemana, especialista en enfermedades respiratorios del niño, quien asegura que entregar una parte de su trabajo y conocimiento hacia sectores alejados y donde, por lo demás, se requiere de mucha ayuda médica, es una obra enriquecedora y necesaria.
- Doctora, ¿cómo surge su colaboración en los operativos de Isla de Pascua?
Todo comenzó en 2014, año en que estuve de vacaciones en Rapa Nui y que justo coincidió con la fecha de Tapati, que es una fiesta tradicional cultural que se celebra anualmente los primeros 15 días de febrero. Como era una estadía de varios días, fui con mi marido a conocer el Hospital de Hanga Roa y nos ofrecimos para trabajar un par de días evaluando pacientes pediátricos, ya que somos broncopulmonar infantil y cirujano infantil, respectivamente. Para fortuna nuestra, una amiga estaba trabajando en el hospital, ella nos recomendó y nos asignaron pacientes para evaluar. Hicimos buenos amigos en ese momento y nos invitaron a volver. El mismo año regresamos, esta vez convocados para participar en el operativo que realiza anualmente el Hospital de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) en Rapa Nui. Nos contactaron gracias a la sugerencia de nuestros amigos del Hospital de Hanga Roa, eso me permitió volver a trabajar durante una semana con niños con patología respiratoria.
- ¿Por qué ayudar en ese lugar?
Por su magia, su gente es muy cariñosa y necesita la evaluación de parte de especialistas para así no tener que viajar al continente, lo que muchas veces conlleva separarse de sus familias por varios días o semanas. La FACH realiza este operativo médico dental en Rapa Nui desde hace 24 años, el cual moviliza a médicos de las más diversas especialidades, dentistas, enfermeras, matronas, tecnólogos médicos, personal de logística y muchos más, quienes son los encargados de llevar los equipos a utilizar.
- ¿Cómo se prepara el equipo de médicos?
Todo es organizado por la Fuerza Aérea con el Servicio de Salud Metropolitano Oriente y el Hospital de Hanga Roa, en conjunto evalúan qué especialidades se requieren en cada operativo, procedimientos y cirugías a realizar. Principalmente se contacta a médicos que trabajen en el FACH y a otros como yo que, sin pertenecer a esa institución, he estado colaborando cada año desde el 2014. El trabajo se realiza en el hospital, todo se dispone para este operativo, se reacomodan instalaciones para una mayor atención y cada especialista es acompañado por un trabajador del establecimiento para que pueda aprender y ayudar en las atenciones. Se trabaja bastante: de lunes a jueves es de ocho a cinco; y el viernes de ocho a una; tenemos una hora de almuerzo que se lleva a cabo en el casino del recinto.
- ¿Qué procedimientos se contemplaron en esta oportunidad?
Se efectuaron más de 1.800 atenciones médicas. Las más solicitadas fueron oftalmológicas, dermatológicas y mamografías. Se realizaron 36 cirugías y 771 atenciones dentales. Mi labor consistió en atender a niños con patología respiratoria, quienes son seleccionados por los médicos del hospital y la kinesióloga que atiende en sala de infecciones respiratorias agudas. Aproximadamente cubro a 100 niños en cada viaje, y casi todos son conocidos, por lo que realizo controles y modificación de los tratamientos, además de evaluación de función pulmonar, ya que la kinesióloga Jocelyn Bórquez Paoa les realiza una primera pesquisa a los niños previo al operativo.
- Qué tan alto es el número de afecciones respiratorias, considerando que es un área libre de esmog y otros contaminantes…
Pese a que la isla es un lugar privilegiado en nuestro planeta, de belleza sinigual y cielos cristalinos, existe bastante patología respiratoria, mucha alergia y asma. Probablemente haya un condicionante genético que debemos estudiar más adelante. Además, utilizan mucho la leña para cocinar y la población adulta tiene el hábito tabáquico muy arraigado.
- ¿Cómo influye este tipo de ambiente en la salud respiratoria infantil?
Los habitantes más antiguos relacionan el polen de algunas malezas que crecen en ciertos sectores de la isla con la producción de alergia respiratoria. Por otro lado, se asocia la ingesta de pescado en algunas épocas del año y el viento del norte (Papakina) con la presentación de síntomas de asma (Mare). Los habitantes de la isla saben que “cuando cambia el viento” los niños (Pokis) se enferman. Otro factor importante en el desarrollo de patología respiratoria en el paciente pediátrico es la circulación de virus que se mantienen con el constante ir y venir de viajeros de todos los rincones del mundo. Curiosamente, cuando vienen al continente, les disminuyen considerablemente los síntomas de asma y rinitis.
- ¿Qué la motiva a seguir participando en este tipo de actividades?
Ser un aporte, llegar donde es escaso el acceso a subespecialistas, el contacto con la gente, con los amigos, poder generar un cambio, crear conciencia y educar en el cuidado de la salud respiratoria. Y, por otra parte, el cariño recibido me obliga a querer repetirlo cada año. Algo muy interesante es que está en carpeta el proyecto de poder estudiar más a fondo la generación de alergias respiratorias en Rapa Nui, lo que probablemente sea algo más que ambiental.
- Por último, lo que más rescata de esta experiencia y de qué manera la enriquece como profesional…
Lo más hermoso es tener la posibilidad de haber hecho contacto con una cultura muy diferente a la nuestra, que vive en el lugar más alejado del mundo y han sobrevivido a muchas adversidades. Me maravilla que mantengan su lenguaje, sus tradiciones, que conozcan y respeten el valor de la familia, además de valorar una profunda amistad. Soy inmensamente feliz viajando a la isla a aportar con un granito de arena con mi trabajo y espero poder colaborar con lo que ellos necesiten. Este contacto que hemos creado me permite controlarlos -en forma gratuita por supuesto- cuando viajan al continente; me llaman y me dicen: “Taote, voy pa´ tu tierra, ¿puedes ver a mi hijo?” … por supuesto, siempre es un placer atenderlos acá.
Por María Ignacia Meyerholz L.
