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“Primero que todo debo agradecer el apoyo de todos los profesionales que prepararon sus charlas con el objetivo de compartir sus conocimientos académicos y experiencia clínica. Estamos conformes porque tuvimos una gran asistencia, lo que no hace más que reflejar el creciente interés que existe por esta rama de la medicina”. Las palabras son del doctor Thomas Bornhardt Suazo, presidente del VI Congreso nacional de medicina del sueño, encuentro que acaba de finalizar en la hermosa ciudad de Pucón.

La actividad científica se desarrolló con particular éxito entre el 28 y 30 de septiembre, en el Hotel Enjoy. Hasta ese lugar arribaron pediatras, broncopulmonares, odontólogos, psiquiatras, neurólogos y otorrinolaringólogos, entre otros especialistas, además de médicos generales y profesionales como kinesiólogos, psicólogos, terapeutas y técnicos paramédicos. Lo anterior en virtud del carácter transversal de una disciplina que exige un enfoque preventivo y el diseño de estrategias con sello colaborativo y multidisciplinario.

“Uno de los objetivos de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño es generar estas instancias transversales de conocimiento, para que así las nuevas terapéuticas tengan una aplicación efectiva en nuestros pacientes. En comparación con las distintas ramas clásicas de la medicina, sin duda el manejo del mal dormir es una disciplina emergente, en nuestro país y también en el extranjero”, agregó el odontólogo experto en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial.

El doctor Bornhardt, formado en las universidades de La Frontera y Andrés Bello, explicó que el problema de la mala higiene del sueño tiene el potencial de desencadenar la aparición de enfermedades crónicas no trasmisibles, patologías mentales e incluso otras del ámbito socio-laboral. Por lo mismo, su abordaje exige una mirada moderna, amplia e integrativa. “Nuestros invitados internacionales tienen la misma visión y coinciden con nosotros en que se trata de un tema importantísimo porque es transversal al bienestar del ser humano”.

El congreso Sochimes 2017 contó con la participación de los doctores Charles Morin (Canadá), Diego García-Borreguero (España) y Matthias Frerick (Alemania),  referentes mundiales en el estudio del insomnio, síndrome de piernas inquietas y sueño pediátrico, respectivamente. Se analizaron temáticas como evaluación genética, monitoreo diagnóstico y seguimiento a distancia, apnea obstructiva del sueño en obesidad y adulto mayor, tratamiento con CPAP, fisiología de SPI, ritmos circadianos, relojes biológicos, rol de la melatonina, sueño en niños con trastornos del desarrollo, hipoventilación en apneas centrales y marcapaso diafragmático, entre otros. También se consideraron cursos pre congreso para la discusión de los trastornos del sueño desde la pediatría, polisomnografía y odontología.

- Doctor, en el pre congreso odontológico usted expuso sobre el síndrome de apnea obstructiva del sueño, proponiendo una visión desde los trastornos temporomandibulares y dolor orofacial, ¿qué nos puede comentar al respecto?

Creo que la odontología está fortaleciendo su posición dentro de un área específica como son los trastornos respiratorios del sueño. Cada vez son con más los profesionales interesados en formarse y desempeñarse en este ámbito y por lo mismo existen más instancias de capacitación, algo que se ha podido traspasar a nuestros pacientes. Durante los últimos años hemos mejorado mucho en el diagnóstico, tratamiento y en bridar una atención de calidad. Ahora, especialmente visto desde mi área que es el dolor orofacial, existe una interrelación directa entre la calidad del sueño y el eventual desarrollo del dolor.

- Se enfatizó en la importancia de un abordaje multidisciplinario…

Como hemos visto en las exposiciones, los tratamientos son combinados. Inicialmente la odontología entra a jugar un rol como una terapia para apneas obstructivas leves a moderadas con dispositivos que son intrabucales, pero claramente el papel que cumplen los cirujanos maxilofaciales con intervenciones que mejoran los índices de eventos respiratorios de forma drástica o los especialistas en dolor orofacial que generamos este tipo de dispositivos de avance mandibular, son un complemento importante para el paciente.

- La odontología tiene un rol preventivo muy importante en este escenario…

Exactamente. En los últimos años la odontología ha avanzado a pasos agigantados y ya no podemos plantearnos otorgarle a un paciente tratamientos sintomatológicos. Es como tener una bronquitis y tomar paracetamol: te va a bajar la fiebre, puedes sentirte un poco mejor, pero no estás tratando la enfermedad. Entonces, si un paciente tiene un dolor articular y se busca solamente eliminar el dolor, a largo plazo ese tratamiento no funcionará. Se debe tener una visión ampliada del paciente que llega a la consulta con dolor orofacial, trastorno articular o con dolor articular. No podemos quedarnos ahí y pensar en dar el alta cuando al paciente se le pasó el dolor. Lo que tenemos que hacer es indagar más allá y ver al paciente como un todo, donde la enfermedad que estamos tratando tiene un impacto en el cuerpo completo. Tenemos que tomar decisiones e implementar terapias que prevengan. No hay que esperar a que el paciente desarrolle la sintomatología suficiente como para que le nazca a él ir al especialista, sino que nosotros saber relacionar sintomatologías, evaluar áreas específicas y orientar adecuadamente.

- ¿Por qué decidió dedicarse a esta área de la odontología?

Cuando entré a estudiar odontología me gustó mucho el área de la fisiología mandibular, o sea como se mueve la articulación, la mandíbula, etc. Posteriormente, dentro de mi etapa de pregrado me pareció muy interesante el tema de los trastornos temporomandibulares y con el apoyo de un profesor finalmente me voy capacitando y entro a la especialidad. Ahí confirmé mi fascinación por el manejo del dolor orofacial. Siempre digo que yo colgué los motores de dentista hace 10 años. Durante mi postgrado rápidamente me fui dando cuenta que esta área tiene mucha relación con los trastornos del sueño y en ese camino tuve la suerte de contar con el doctor Rodrigo Casassus, un muy buen guía y un profesional con una tremenda orientación hacia el manejo de los trastornos del sueño. Posteriormente se dio la oportunidad a través de la doctora Julia Santín de poder cursar la formación en medicina del sueño en el Centro del Sueño de la Universidad Católica de Chile, lo que estoy haciendo desde el año pasado.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez