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19 Agosto 2013

Dra. Carmen Gloria Fuentes Arancibia:

“La mente es muy poderosa, puede generar y curar enfermedades”

Para la dermatóloga la interacción del cuerpo y la mente es particularmente evidente en la piel, tanto es así que aquellos conflictos psicológicos que no podemos manejar, pueden causar enfermedades y trastornos psicosomáticos, destacó. 

En la actualidad, entre un 30 a un 70 por ciento de las enfermedades de la piel se asocian a alteraciones psicológicas. Y eso se debe a que la piel y el sistema nervioso tienen un origen común: los nervios liberan neurotransmisores que también pueden ser secretados por las células de la epidermis. Ambos pueden producir sustancias que afectan la inmunidad y originan enfermedades alérgicas o bajas de defensas, lo cual se asocia con un mayor riesgo de infecciones e incluso tumores. 

Una entendida en esta materia es la doctora Carmen Gloria Fuentes Arancibia, quien estudió medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile e hizo su postgrado en Dermatología y Venereología en el Hospital Sagrat Cor de Barcelona. 

“A mí siempre me gustó la dermatología. Primero, porque yo sufrí de acné severo cuando era adolescente. En esa época yo pensaba que era algo terrible y que si pudiera me gustaría ayudar a otros para que no tuvieran que pasar por eso. Además, me incliné por esta especialidad, porque me permitía compatibilizar con una vida de familia”, confesó la doctora Fuentes. 

“Es una especialidad que tiene mucho de medicina interna, de estética y de cirugía. Es muy entretenida y estimulante, porque te permite echar mano a la habilidad que tengas en beneficio del paciente”. 

Su quehacer profesional lo divide entre sus consultas en Centromed y en el Centro Medico Clínica Reñaca. Además, asiste a las reuniones clínicas en el Dr. Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y pertenece a la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología.

Desde el quinto piso de su consulta, con una maravillosa vista a la Ciudad Jardín, la especialista se entrevistó con SAVALnet para conversar sobre cómo la psique afecta la inmunidad y la piel. 

- ¿Cuáles son las principales patologías dermatológicas por las cuales se consulta a un especialista?

- A nivel de la consulta privada, yo te diría que lo que más vemos es acné, verrugas; foto envejecimiento, es decir, todo lo que tiene que ver con el tema de las manchas, las arrugas y la parte estética; además de lesiones pre-cancerosas y cáncer de piel. También tenemos pacientes que llegan por el tema de las alergias. En la parte pública el panorama es distinto, porque nos enfrentamos con más casos de carcinomas de piel y alergias.

- De este grupo de patologías, ¿cuáles tienen un origen psicológico?

- En dermatología se dice que cerca de un 80 por ciento de las enfermedades tienen vinculación con algún problema psicológico, ya sea estrés o depresión. Yo te diría que nosotros relacionamos el origen psicológico a patologías como la psoriasis, el vitíligo, las alopecias –especialmente la areata- y ciertas dermatitis, como las neurodermatitis. 

- Usted me comentaba que en algunas épocas del año afloran mucho más estas patologías. ¿Eso se debe a algo en especial?

- Sí, yo te diría que en estudiantes uno ve muchas más de estas patologías aumentar hacia fin de año, cuando están en periodos de pruebas y exámenes. Los jóvenes de cuarto medio, cuando están prontos a rendir la PSU, también manifiestan dermatológicamente la ansiedad. Me ha tocado tratar a muchos contadores que al hacer esos balances gigantescos en marzo y abril también llegan por dermatitis seborreica y brotes de psoriasis.

- Algunos dermatólogos señalan que esto se debe a que el cerebro y la epidermis comparten el mismo tejido embrionario y algunos neurotransmisores, por lo que la secreción de sustancias que atacan a la piel y la envejecen causan el llamado “envejecimiento emocional”. ¿De qué se trata este concepto?

- El ectodermo es la primera hoja blastodérmica del embrión que tiene los mismos neurotransmisores y responden a un mismo lenguaje. Eso quiere decir, por ejemplo, que si tú estás estresado vas a liberar ciertas sustancias que van a responder como órganos del sistema nervioso y la piel y van a ir produciendo el estrés oxidativo, donde no hay renovación celular. La gente que está más estresada envejece más rápido y le surgen rápidamente canas y arrugas. 

- ¿Por qué pasa esto, si supuestamente existe la renovación celular?

- Una célula, cuando ya se ha dividido muchas veces, su ADN va perdiendo ciertas zonas distales. Entonces aunque sea una célula nueva, proviene de una más vieja, por lo que finalmente se produce el envejeciendo. Es cosa de ver con lo que pasó con la famosa clonación de la oveja Dolly. Ella a los cuatro años era toda una anciana, porque venía con una información genética de una oveja mucho mayor. 

- O sea, es imposible encontrar esa ansiada “piedra filosofal” para la eterna juventud

- Es imposible. Podemos ayudarnos a envejecer de mejor manera, pero todos vamos a enfrentarnos a ella en algún momento. Lo explicamos antes con el tema de la renovación celular, si a eso le sumamos los efectos del sol, el cigarrillo o el estrés emocional, es casi imposible cumplir años sin sentir ese peso en tu cuerpo. La idea es que minimizando esos factores puedes llegar a edades más avanzadas en mejores condiciones.

- Y las personas que pareciera que no envejecen nunca…

- Ahí juega un rol muy importante el factor genético y que, en muchos casos, se trata de personas que se han cuidado siempre: hacen deporte, comen sano y viven la vida sin estrés. Está demostrado que el deporte no competitivo ayuda a eliminar ciertas “oxidaciones” que causan el envejecimiento. Hay estudios que hablan que si uno consumiera menos hidratos de carbono, podríamos vivir 120 años en excelentes condiciones. Los hidratos de carbono van glicosilando las proteínas, un proceso que es irreversible. Una persona que es adicta a los dulces envejece más rápidamente. Si a eso se sumas la exposición solar prolongada, el cigarrillo, un trabajo con alta tensión y estrés y una vida que no hace a la persona feliz, yo te aseguro que el envejecimiento es aún mayor. 

- La idea de que la psiquis y los factores emocionales pueden afectar la piel –ya sea en su favor o en contra- tiene sus antecedentes legendarios. ¿Cuándo se comenzó a considerar el factor psicológico en dermatología? 

- En la década de los 90’ yo me comencé a familiarizar con este tema y leí estudios que ya llevaban por lo menos unos 10 a 15 años vinculando al estrés con la especialidad. A partir de fines de la década de los 60’ y principio de los 70’, se comenzó a hablar de esta vinculación. Un estudio que a mí me llamó mucho la atención en ese tiempo fue uno que hablaba de cómo el estrés postraumático repercutía en el rápido y mayor deterioro cronológico de la piel y que lo habían probado realizando biopsias a las personas que participaron en la investigación.

- Usted señaló que cuando estuvo en España realizó un trabajo sobre este tema, ¿a qué conclusiones llegó?

- Estudiamos harto el tema de la influencia psicológica en la manifestación de las enfermedades dermatológicas. De hecho colaboré en el capítulo de un libro de mi profesor en España y nos dimos cuenta que, en el caso de la psoriasis, si un paciente tenía toda la carga genética para desarrollarla y había vivido de manera equilibrada, psicológica y espiritualmente hablando, no desarrollaba ni una placa de psoriasis. Nos dimos cuenta que algo pasaba con el bienestar emocional de un paciente y la manifestación de la enfermedad. Yo he tenido pacientes hermanos en que unos han desarrollado la patología y otros no y, coincidentemente, los que la desarrollaban eran muy estresados, mientras que los otros eran como súper relajados. Llamaba la atención entonces que esos genes que podían ser más o menos similares se expresaban mucho más en un paciente que lo pasaba mal. Concluimos, finalmente, que así como tú puedes con el estrés producir enfermedades –y esto no es sólo para el caso de la piel- también puedes ayudar a mejorarte. Hay algunas terapias que se pueden complementar como meditación, yoga, sanación. Eso está demostrado científicamente: cuando uno se ayuda de estas terapias alternativas liberas neurotransmisores y hormonas que benefician al organismo.

- Se dice que la piel es el órgano perfecto para somatizar incluso que “habla” de lo que le pasa a la persona. ¿Qué le dicen las pieles que llegan a su consulta?

- Mucho. Cuando te enfrentas al típico paciente con dermatitis seborreica, tú sabes desde que cruza la puerta de la consulta que está con una carga de estrés importante. Lo mismo ocurre con los jóvenes y sus brotes de espinilla. Algo pasó ahí que gatilló fuerte el tema. Hay ciertas enfermedades que se manifiestan cuando los pacientes se sienten sobrepasados por algún lado: trabajo, estudios o desilusiones amorosas. 

- ¿De qué manera se aborda una patología de origen psicológico –como vitiligo, psoriasis, alopecia, acné, forunculosis- si hay un problema detrás que necesita igualmente ser abordado?

- Cuando eso pasa a mí, en lo personal, me gusta que vayan al psicólogo o psiquiatra, según sea el caso, para que se sometan a una evaluación. Uno puede hacer test y diagnosticar una depresión, pero me gusta que esa parte la revise un profesional competente, porque a veces hay casos que necesitan terapia medicamentosa. Yo también recomiendo, dependiendo de la personalidad de paciente, ciertas terapias alternativas. Por ejemplo, a los más deportistas los invito a practicar Tai-Chi o yoga; a una persona que es más intelectual puede recurrir a la meditación o el Reiki; o gente que es más artista con técnicas de mirar un cuadro o un paisaje puede obtener también sistemas de meditación en ese sentido. Eso en paralelo a las terapias clínicas. Yo les doy datos y los aconsejo y cada uno elije lo que le acomoda. 

- ¿Y cómo recepciona el paciente estas terapias?

- A muchos les gusta. Me escriben correos electrónicos agradeciendo las recomendaciones y pidiendo otras. En general, la recepción ha sido muy buena. 

- ¿Existen terapias alternativas que hayan demostrado eficacia?

- Para cualquier enfermedad en que el detonante es el estrés pueden servir todas estas terapias que te permiten llegar a un equilibrio interior. Hay algunos estudios que vinculan los efectos positivos de la meditación para la salud, donde habría una elevación de los niveles de endorfina en el cuerpo, baja la presión arterial y la frecuencia cardiaca, hay una disminución importante de los parámetros asociados al estrés. Hay un aumento de glóbulos blancos, lo que permite elevar las defensas del organismo en la persona que medita. Hay un doctor muy famoso en Estados Unidos, Deepak Chopra. Él era un médico internista dedicado a la endocrinología que vio a tantos pacientes que se beneficiaban con terapias alternativas que dejó la medicina tradicional y se dedicó a formar a las personas en la meditación. La mente es muy poderosa, así como puede generarte enfermedades puede, al mismo tiempo, curarte de ellas. 

- ¿Cuál es su opinión respecto de la evolución de la dermatología en Chile?

- Al comienzo era una especialidad clínica y hoy ha ido decantando hacia lo quirúrgico y estético. Se ha ido abriendo bastante nuestro campo de acción. La idea es no hipertrofiar ese aspecto y equilibrarla con la clínica. Además, se ha ido perdiendo lo venéreo. Recuerda que nuestra especialidad es de dermatología y venereología. En consulta tú ves muy poco, en el hospital puedes encontrarte con algunos casos. 

- Por último doctora, ¿qué desafíos tienen los nuevos especialistas?

- Con el tema de la globalización nuestra especialidad ya no se circunscribe a la realidad local, como antes. Cuando yo estudiaba, las enfermedades tropicales se abordaban someramente, porque eran consideradas como algo anecdótico que no íbamos a ver nunca. La lepra también era considerada casi una enfermedad de la antigüedad. Yo la conocí en España, porque acá en la escuela sólo la nombraron por un medicamento que estudiamos en farmacología, pero no como enfermedad, porque aquí en Chile no había casos, pero es una patología que existe todavía en España y se han dado casos en Uruguay. Por eso, el desafío actual es saber que existen enfermedades infecto-contagiosas que se producen por la globalización y que hay que estar al día en todas aquellas patologías que se producen por las inmunodepresiones. 

Mundo Médico

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