Dr. Claudio Rojas Cabello:
"La medicina biorreguladora trata enfermos, no enfermedades"
Durante el año pasado, el doctor Rojas conformó, junto a un grupo de médicos, la Sociedad Chilena de Medicina Biorreguladora, entidad que pretende integrar los conocimientos de la medicina alopática y con la complementaria.
El doctor Claudio Rojas supo desde muy pequeño que tenía ganas de ser médico, inspirado por su pediatra, le cautivó su forma de ser y el cómo ejercía la medicina.
Su encuentro con la medicina alternativa tuvo un comienzo interesante “cuando niño comencé a sufrir de recurrentes dolores de cabeza, por lo que un día mi madre me llevó a ver a un iriólogo, quien me entregó un frasco con unos glóbulos en su interior. Al cabo de dos semanas o un mes, nunca más tuve esos dolores y esa cura mágica me llamó sumamente la atención. En el fondo, lo que él me había dado era homeopatía”.
Intrigado por un cáncer de ovario que desarrolló su madre, el especialista comenzó a preguntarse por qué, pese a todo lo medicamente realizado, nada lo pudo combatir.
En entrevista con SAVALnet, el doctor ahondó en el significado de la medicina biorreguladora, sus inicios en el estudio de ésta, la conformación de la nueva Sociedad que, desde julio del año pasado ha desarrollado charlas y actividades que han difundido la terapia complementaria.
- ¿Cómo es su encuentro con la medicina alternativa?
- Un día, el jefe de servicio del Hospital Barros Luco, invitó a un médico y una enfermera para que hablaran sobre medicina complementaria. Ellos dieron una pincelada de lo que trataba y lo encontré bastante interesante. En el tiempo que mi madre estaba enferma decidí ir a visitarlos, me ayudaron bastante. Sin embargo, tampoco cambió la evolución de ella. Quedé un poco decepcionado con lo que habíamos hecho dentro de la medicina convencional, entonces dije voy a ver qué pasa por este lado, algo me movía, algo de esto tenía que funcionar. Luego de la muerte de mi madre, me especialicé en Reiki. Comencé a utilizarlo con mis pacientes y, efectivamente, les funcionaba. Así, una cosa llevó a la otra y llegó a mí el conocimiento de la terapia neural. Fue cuando decidí mezclar ambas técnicas. Después, por esas vueltas de la vida, otro médico me presentó a un representante que tenía productos inyectables del área homeopática y comencé a usar sus muestras. Los pacientes volvían y me decían que les había ido muy bien con el remedio, por lo que decidí realizar un diplomado en homotoxicología. Eso me abrió un mundo de conocimiento.
- ¿Cómo la definiría?
- Como aquella medicina que se dedica al estudio y a trabajar con los procesos naturales de regulación del organismo. Un ejemplo, si tienes una infección, una neumonía o un tumor, la medicina alopática tratará la infección con antibióticos, radiación o quimio, si se refiere a un tumor. La medicina biorreguladora también mira esas cosas, por algo tenemos formación alopática, pero lo que nos diferencia es que también comenzamos a preguntar sobre qué cosas llevaron a esto y eso tiene que, ver muchas veces, con emociones e irritaciones, tal como lo establece la terapia neural. Si un paciente llega a la consulta de un médico convencional diciendo que tiene un tumor en el pulmón, el doctor dirá que el pulmón está enfermo. En cambio, nosotros decimos que es la persona la que está enferma y se manifiesta a través del pulmón. Esa es nuestra propuesta, trabajar sobre lo que rodea a la enfermedad y eso se llama paciente.
- ¿Quiénes recurren a este tipo de terapia?
- Que nosotros hagamos sociedades, que estudiemos, no es garantía forzosa de que la gente vaya a cambiar de parecer y a decidirse por la medicina complementaria. Tampoco es sinónimo de que por estar asociados vayamos a llegar al ministerio de Salud a pedir que cambien las políticas por esta técnica. Yo creo que esto se transformará en una opción más masiva, cuando haya un número de gente que esté hablando de esto, cuando existan personas que se haya atendido y cuando se genere ruido social. Si me preguntas por qué alguien debiese atenderse con medicina biorreguladora, la respuesta es simple: porque es mucho más respetuosa en los procesos vitales que la medicina convencional. Ahora insisto, nosotros bajo ningún punto de vista somos un grupo anti alopatía, de hecho, somos de formación alópata, la queremos, la respetamos, pero sobre todo en casos crónicos, creo que el paciente merece una visión diferente y, en este minuto, nosotros queremos entregarla.
- ¿Cuáles son sus bases?
- Probablemente, eso se pueda responder de manera paralela, porque esa pregunta indica que se está pensando en enfermedades y en cómo abordarlas. Nosotros pensamos en enfermos, eso es distinto. A veces, cuando converso con alumnos, ellos me hablan de enfermedades y les pregunto si acaso ellos son iguales a los otros y me responden que no. Entonces les digo y por qué los tratan de igual manera, por qué reúnen un grupo de síntomas y los tratan a todos por la misma enfermedad. El entorno es distinto, no es lo mismo que una persona que vive en La Dehesa tenga una neumonía a una persona que vive en un campamento. Nosotros tratamos enfermos, no enfermedades, nos basamos en la ciencia básica y vemos qué pasa desde esa perspectiva.
- Suena a una medicina muy humana…
- Exacto, ha habido una deshumanización enorme de la medicina y lo que me preocupa no es que los médicos se hayan deshumanizado, sino que hay un sistema que ha afectando a la profesión. Nosotros pretendemos ser médicos para mejorar la medicina, para que vuelva a ser lo que en sus origines ha sido.
- ¿Utilizan medicamentos especiales?
- Todo lo que sea necesario, sin exclusiones. Hay una mezcla de lo tradicional con lo homeopático. Hay veces que el medicamento es simplemente escuchar al paciente, si al consejo se le puede llamar medicamento, ese sería.
- ¿De dónde surge la iniciativa de crear esta Sociedad Chilena de Medicina Biorreguladora?
- Las cosas surgen cuando deben surgir, no hay más. Nace, porque había un número suficiente y una disposición en las conciencias para realizar esto, yo creo que es por eso. Antes, no nos conocíamos y cada uno trabajaba solo y así, al conocernos vimos la necesidad. También obedece a una motivación personal de cada uno, que se hizo colectiva. El deseo de volver a los orígenes, nosotros no estamos inventando nada nuevo.
-¿De qué enriquece a un medico tener conocimiento de esto?
- Te da una visión global de la persona, te hace pensar de un modo más lógico, más humano.
- Por último doctor, ¿cómo manejan el tema de los prejuicios?
No me interesan los prejuicios. Nosotros no venimos a tratar de erradicarlos, no tenemos tiempo. Como Sociedad, vamos a quienes nos quieran escuchar, a quienes quieran tratarse, conocer. Estamos abiertos a enseñar lo que tenemos.
