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“Del bienestar a la inclusión”. Bajo esa consigna se desarrolló en la capital de la Región del Biobío la Primera jornada internacional transdisciplinaria, un encuentro científico que reunió a fisiatras e ingenieros, con el propósito de reforzar las bases de un trabajo conjunto y colaborativo que favorezca y contribuya a una mejora efectiva de la calidad de vida de personas con capacidades diferentes.

La actividad fue organizada por la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente, la carrera de ingeniería civil biomecánica de la Universidad de Concepción y la Unidad de Ergonomía de la misma casa de estudios superiores.

Uso de objetos de la vida diaria, ergonomía y diseño de servicios inclusivos, envejecimiento, discapacidad y diseño de productos fueron algunos de los temas abordados durante el evento, que contó con los destacados conferencistas Manuela Galli, bioingeniera del Politécnico di Milano (Italia); Carlos Aceves, doctor en ergonomía y diseño de servicios inclusivos de la Universidad de Loughborough (Inglaterra); Elvia González, doctora en psicología de la Universidad Nacional Autónoma (México); y John Rey Galindo, maestro en diseño industrial con énfasis en ergonomía, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Todos los invitados a la jornada son referentes dentro de sus áreas, con doctorados y alto grado de experiencia. Los contenidos se escogieron precisamente por estar vinculados con la discapacidad, de diversa causa, y la inclusión. Lo principal es que se logró el objetivo de crear alianzas estratégicas de trabajo con áreas afines con la inclusión, relacionada directamente con el diseño, la arquitectura, la ingeniería biomédica, la rehabilitación, entre otras, quedando comprometidos a generar oportunidades de desarrollo de proyectos y de trabajo conjunto”, comentó la doctora Patricia Carrasco Retamal, médico fisiatra de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Regional de Concepción e impulsora de la jornada. 

La electromiografista nacida en Chillán estudió medicina en la Universidad de Concepción y luego se especializó en el Hospital J. J. Aguirre de la Universidad de Chile, en ese momento, único centro formador de fisiatras en el país.

“Desde siempre me ha gustado el deporte y todo lo relacionado con el movimiento y la actividad física. Antes de estudiar medicina pensé estudiar kinesiología, pero en el año que egresé del colegio no existía la carrera en ninguna universidad de la zona y por un tema familiar debía quedarme en Concepción. Como era buena alumna, me fue bien en la prueba de aptitud académica y antes de postular supe que existía la fisiatría como especialidad de la medicina y me preocupé de conocer sus contenidos, y se acercaba bastante a lo que me gustaba. Nadie en esa época sabía mucho de qué se trataba la especialidad”, recuerda. Hoy, es directora del programa de especialidad en medicina física y rehabilitación, que dicta la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.

A través de cursos, talleres y otro tipo de capacitaciones, la doctora Carrasco incorporó conocimientos y habilidades en neurorehabilitación y rehabilitación de pacientes amputados. Dentro de sus próximos planes está cursar el magíster en ergonomía de la UdeC.

- ¿Cómo surge la idea de realizar por primera vez esta jornada transdisciplinaria?

La idea surge precisamente a partir del programa de formación de la especialidad en la UdeC, específicamente en el desarrollo de la asignatura de biomecánica y ergonomía aplicada, en donde  nos unimos con el Departamento de Ergonomía de la Facultad de Ciencias Biológicas para impartir las clases, con el profesor Elías Apud y su gran equipo de trabajo. Paralelamente, en noviembre de 2016, tuvimos el privilegio de conocer a la doctora Manuela Galli, ingeniera biomédica del Politécnico de Milano (Polimi), quien desarrolla el área de análisis del movimiento a través de un laboratorio de marcha, con aplicación clínica y en rehabilitación. Materializamos un convenio de cooperación entre la Facultad de Medicina y el Polimi para apoyo docente en nuestro programa y para otras carreras de la facultad.  A su vez existía también un trabajo en conjunto con la carrera de ingeniería civil biomédica de la UdeC, mediante su jefe de carrera Esteban Pino, en el marco de un proyecto de confección de órtesis y prótesis, formándose una triada interesante, de la que surge esta idea de trabajo transdisciplinario en torno a la inclusión, en donde cada área entrega y aporta herramientas de interés, naciendo entonces la necesidad de compartir experiencias y efectuar una jornada en conjunto.

- ¿Por qué el lema “Del bienestar a la inclusión”?

Fue difícil encontrar un lema adecuado. Llegamos a éste pensando en entregar el mensaje de que   la condición de bienestar debe ir unida al concepto inclusivo. Una persona puede encontrarse en un estado de bienestar solo si se encuentra incluida en su entorno familiar, social, ambiental  y laboral adecuado. No sirve rehabilitar si esa persona no tiene oportunidades para desarrollarse en su ambiente.

- ¿Somos realmente una sociedad inclusiva? 

Sin duda que se ha avanzado mucho en este siglo en lo que respecta a discapacidad e inclusión, hoy hay más preocupación y oportunidades urbanas para nuestros adultos mayores por ejemplo, así como para nuestra población con discapacidad física y cognitiva, sin embargo estamos aún lejos de ser una sociedad inclusiva, a mi parecer, por un tema cultural. Hoy tenemos estacionamientos para discapacitados, pero no son respetados, tenemos rampas en las esquinas de las veredas, pero muchas veces en pésimas condiciones o bloqueadas con diferentes elementos. Falta mayor compromiso social en esto.

- ¿Cuál es su principal reflexión tras la jornada?

Lo más relevante a mi parecer fue lograr sensibilizar al auditorio respecto de que la inclusión depende de diversas áreas de desarrollo y no solo de la salud, que el trabajo conjunto tanto inter como transdisciplinario es lo adecuado. Como lo dije antes, no se trata solo de rehabilitar a la persona en sus condiciones funcionales, sino de darle además las oportunidades sociales para su adecuada inclusión, y eso involucra oportunidades laborales, de entretención, de accesos a diferentes entornos, de desplazamiento urbano, etc.

- Rehabilitación, ergonomía y biomecánica fueron los organizadores, ¿es la mirada transversal que se requiere en esta materia?

Exacto, una va unida a la otra. Habría que ir incorporando más adelante otras áreas como arquitectura, actividad física, psicología, etc. Todas se relacionan, pero eso queda para futuras jornadas.

- Desde abril de 2017 usted se desempeña como directora del programa de medicina física y rehabilitación de la UdeC, ¿qué evaluación se puede hacer hasta ahora?

Para el grupo de fisiatras del Hospital Regional de Concepción a cargo del programa ha sido una gran satisfacción tanto en lo personal como en lo profesional, el inicio y desarrollo de esta plataforma. Ha sido un gran desafío y ha significado muchas horas de trabajo y dedicación, pero en resumen la experiencia ha sido positiva y esperamos poder aportar con profesionales de calidad para nuestra sociedad y en particular para la Región del Biobío, considerando que los cuatro primeros especialistas tienen retorno en servicios de salud de la zona, uno en Los Ángeles y tres en Talcahuano. El programa de especialidad contempla tres años de formación, por lo que recién tendremos la primera generación de titulados en abril de 2020. Actualmente el programa ofrece formación para cuatro médicos, por ahora todos financiados por el Ministerio de Salud.

- ¿Qué aspectos se deben mejorar? 

Hemos estado constantemente realizado actividades de retroalimentación junto a nuestros residentes y sin duda sus observaciones y sugerencias nos servirán para ir mejorando algunos aspectos de importancia. Como docentes nos encontramos terminando el diploma de educación médica que imparte la UdeC, lo que nos brindará una herramienta valiosa para ir mejorando aspectos académicos en las futuras generaciones. 

- ¿Entiendo que están asociados con el Politécnico de Milán, referentes internacionales en este campo?

El Polimi es una universidad que acoge carreras de ingeniería, diseño y arquitectura. El vínculo con nuestro programa se encuentra radicado con el desarrollo del laboratorio de análisis de movimiento y marcha con amplia aplicabilidad en el área de la rehabilitación, en donde la doctora Manuela Galli es referente internacional en la materia. Además ella dictará un módulo semipresencial todos los años en el área biomecánica.

- ¿Qué representa para usted este desafío académico?

Han significado numerosas horas de dedicación tanto en lo que respecta a la organización, coordinación, capacitación y preparación de contenidos, no solo para mí sino que para las cuatro colegas que estamos participando en el programa, y eso en lo personal ha significado sacrificio en  algunos aspectos familiares, sin embargo sabemos que es en los primeros años cuando se invierte mayor tiempo, considerando que es un programa nuevo y que sin duda nos llenará de orgullo a futuro. Profesionalmente nos ha enriquecido muchísimo, como equipo de trabajo, en la adquisición de nuevos conocimiento y por el hecho de iniciar una actividad académica que es un área nueva para nosotras. Siempre el contacto con las nuevas generaciones es un aporte para nuestro propio crecimiento como profesionales. Esperamos dejar una huella importante en nuestra sociedad y ser un aporte positivo en el posicionamiento de nuestra especialidad en un lugar de relevancia.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez