Dra. Patricia González Villarroel:
“Hemos innovado en las técnicas de aprendizaje”
La vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de Temuco destacó el sello académico que tendrá la primera generación de egresados de la escuela, además de detallar los beneficios que el nuevo y moderno centro de simulación clínico ofrece a las futuras promociones.
El próximo jueves 12 de diciembre, veintitrés alumnos de la Escuela de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor, sede Temuco, finalizarán su etapa formativa, convirtiéndose en la primera generación de médicos que egresa de la casa de estudios superiores de la Región de la Araucanía. Este hecho, de carácter histórico para la institución, se suma a la reciente implementación y puesta en marcha de un moderno centro de simulación clínica, el cual, gracias a su alto estándar tecnológico, se ha transformado en una valiosa herramienta de complementación académica.
Todo lo anterior es consecuencia de un trabajo metódico desarrollado por las autoridades universitarias, cuyo único propósito es fortalecer la docencia de manera paulatina e integral, formando profesionales de excelencia que sean un aporte a la sociedad y al quehacer médico de la región y el país. Así lo piensa la doctora Patricia González Villarroel, vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de Temuco, quien hizo una evaluación positiva del proyecto que se inició hace siete años. “Durante todo este tiempo hemos consolidado nuestro trabajo en los campos clínicos y también hemos aumentado el número y calidad de nuestros docentes, lo que esperamos se corrobore en los resultados del próximo Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina, EUNACOM”, comenta.
Para la pediatra nacida en Puerto Montt y formada en las universidades Austral de Chile y de La Frontera, “nuestra evaluación es satisfactoria. Reflejo de este trabajo es la acreditación por seis años que hace poco recibió la escuela de medicina, lo que avala proceso académico que hemos llevado a cabo. Nuestra acreditación anterior fue por tres años y la actual se extiende desde 2013 hasta 2019, siendo la primera escuela de medicina de una universidad privada que obtiene una certificación de estas características y también la primera casa de estudios de la región que logra este objetivo. Estamos muy contentos de tener nuestra primera generación de egresados con una acreditación tan alta y que mide nuestros niveles de desempeño académico, campos clínicos y la estructura tanto administrativa como financiera”.
¿Cuál será el sello particular que tendrá el médico de la Universidad Mayor de Temuco?
Nosotros esperamos que tengan un sello respecto al profesionalismo, al trabajo en equipo, con un sentido ético muy desarrollado y con excelentes habilidades comunicativas. De hecho, la universidad hizo recientemente una inversión muy importante para implementar un centro de simulación de alto estándar, que es el mejor centro de estas características en el sur de Chile y uno de los más completos a nivel nacional. Nuestros estudiantes están practicando habilidades tanto técnicas como comunicativas en el manejo de los pacientes, lo cual les da una ventaja comparativa muy importante. Por otro lado, tenemos campos clínicos en Temuco y Santiago, convenios macro con el Servicio de Araucanía Sur, los hospitales de Victoria y Angol, consultorios y contamos con el Hospital Clínico de la Universidad Mayor, por lo cual nuestros estudiantes tienen la mayor parte de su parte práctica de primero a quinto cubierta completamente en la zona. También pueden hacer pasantías en los hospitales de la FACh, de Carabineros, Félix Bulnes, entre otros. Todo hace que tengan un gran conocimiento a nivel práctico.
¿Cuáles son las principales características de este centro de simulación?
Son 450 metros cuadrados divididos en distintas salas de habilidades y de simulación de alta fidelidad, similar a las unidades de cuidados intensivos, intermedios, de urgencia, pabellón y neonatología, áreas a las cuales es muy difícil acceder en los hospitales públicos y privados y, si se logra ingresar, los estudiantes sólo pueden mirar los procedimientos. En cambio, con este centro de simulación nuestros alumnos además de observar pueden practicar todas las veces que sea necesario hasta que aprendan bien las técnicas y a trabajar en equipo. Aquí se generan momentos de encuentro entre todas las disciplinas y escuelas, lo que entrega habilidades para trabajar de manera coordinada y en equipo. Además contamos con modernos fantomas, adulto y pediátrico, simulador de parto, recién nacido, lactante y preescolar, que actúan en diferentes grados de complejidad.
¿Qué representa para usted estar en el vicedecanato en este periodo tan trascendente para la Universidad Mayor?
Esto ha sido un gran desafío. Mientras ejercía en el Hospital Clínico Universidad Mayor, como pediatra el 2009, realicé un magíster en administración en la Universidad Mayor, el cual me permitió mirar la salud desde otra perspectiva. Partí en la Universidad Mayor coordinando los campos clínicos y desde esta mirada empezamos a planificar un desarrollo integral junto a la facultad. Desde el vicedecanato, que se gestó el 2012, hemos tenido la oportunidad de desarrollar un proyecto común para las 8 escuelas de la Facultad de Medicina, se han incorporado nuevas ideas, hemos innovando en las técnicas de aprendizaje y las autoridades universitarias han ido confiando en nuestro trabajo. Esperamos en diciembre tener nuestra facultad completamente acreditada, lo cual será un elemento diferenciador. Estamos en un muy buen momento.
¿De qué manera esta primera generación y las que vengan en el futuro modificarán el escenario médico existente en la región?
Pensamos que nuestros médicos egresados deberían quedarse en los campos clínicos de la zona. Nosotros también podemos generar becas de especialización propias para nuestros egresados, de hecho, actualmente ya tenemos un cupo en Obstetricia. Nuestro programa de especialización está en la sede Santiago, con ocho especialidades. Nuestro plan actual es ir entregando becas a los servicios de salud en convenio, tal como cuatro becas destinadas al Hospital de Victoria, una al Servicio de Salud Araucanía Norte y dos becas al Servicio de Salud Araucanía Sur, vale decir, cada año llegan 7 becados por convenio con la universidad, con el objetivo y compromiso de mantenerse al menos tres años trabajando en los hospitales públicos de la región. Por lo tanto, nuestra aspiración es que nuestros egresados de una u otra forma se inserten en la zona. Estamos trabajando para innovar y para que nuestros egresados algún día sean parte de nuestro equipo.
