Dr. Wilson Lagos Saldías:
“Este proyecto teatral permite transformar experiencias”
El jefe del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Base de Valdivia y docente de la Universidad Austral de Chile, lidera una iniciativa que ha beneficiado a miles de pacientes, fortaleciendo el vínculo entre el recinto asistencial y la comunidad.
En etapa de postulación se encuentra la tercera versión del proyecto de artes escénicas montado por el Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Base de Valdivia, una iniciativa que en sus dos experiencias previas consiguió con creces su principal objetivo: convertir un proceso de internación clínica, muchas veces duro y tedioso, especialmente para los menores de edad, en una oportunidad para fortalecer el espíritu.
La idea es lograr que las hospitalizaciones prolongadas de los pequeños pacientes, la gran mayoría de ellos en situación de alta vulnerabilidad social, se transformen en una etapa transitoria de la vida y que, al menos por un momento, el dolor y la lejanía de sus seres queridos abran paso a un mundo lúdico, lleno de emoción y esperanza.
El programa, que se adjudicó dos Fondart y que este año postula a un fondo de cultura del Gobierno Regional de Los Ríos, se ha ido consolidando con el paso del tiempo, llenándose de elogios por parte de los valdivianos y ganándose el respeto y cariño de pacientes, familiares, funcionarios y cuerpo médico del recinto asistencial. “Cada temporada se ven beneficiadas cerca de cinco mil personas, porque se trata de un proyecto transversal, abierto a la comunidad, que enfrenta a niños sanos con enfermos y que genera una instancia de convivencia ajena a cualquier tipo de discriminación socioeconómica”, comenta el doctor Wilson Lagos, jefe del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Base de Valdivia, creador y principal impulsor del proyecto teatral. Todo esto, agrega el pediatra y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, surge producto de una casualidad, “como muchas cosas en la vida”.
- Cuéntenos...
Resulta que tengo una vecina que es actriz y un día, durante una conversación como cualquier otra, me ofreció presentar sin costo una obra para los niños. Finalmente la idea se concretó y provocó un efecto muy positivo, un ambiente de sorpresa, con mucha alegría y motivación. En ese momento nos propusimos convertir esta iniciativa en algo continuo.
- ¿Cuál es la metodología de trabajo y gestión de recursos?
Nosotros ya habíamos formado el Centro Científico Cultural y Arte de Cirugía Infantil, Ciart, que básicamente funciona como una organización comunitaria con personalidad jurídica, lo que nos permite postular a fondos concursables en forma autónoma. Eso nos da independencia, lo que nos gusta mucho. Postulamos un proyecto Fondart y lo ganamos de inmediato. Fuimos muy bien evaluados en cuanto a la formulación, lo que no siempre se da cuando postulas por primera vez a esta instancia. Recibimos poco más de 15 millones de pesos y montamos una serie de obras teatrales, incluso con la participación de una compañía colombiana. La ejecución del proyecto y su rendición de cuentas ha sido perfecta en sus dos versiones. Con el correr de los años, se han ido sumando compañías argentinas e incluso una española, perteneciente a la Real Academia de Arte Dramático de España, lo que no es cualquier cosa. Hemos tenido magos, títeres, monólogos, numerosos montajes teatrales y “cuenta cuentos”, siempre entregando un mensaje positivo que refuerce los valores y la educación. La participación de artistas nacionales de distintas ciudades, como Valdivia, Temuco y Santiago, también ha sido importante.
- ¿Cómo describiría el ambiente que se genera en cada presentación?
En teatro se habla de “la cuarta pared”, la que está frontal al escenario. En el teatro infantil esta pared se rompe para involucrar al público...es como un televisor del cual se salen los personajes y hacen participar a los niños. Todo es muy llamativo para ellos, porque se trata de niños de escasos recursos y que nunca en su vida han ido al teatro. Incluso, cuando finalizaban las primeras obras, nos preguntaban si los actores eran reales. Las funciones son los sábados en el auditorio del hospital y como son abiertas a la comunidad se ha convertido en un panorama familiar que reúne a mucha gente, lo que llama bastante la atención porque en general a las personas no les gusta ir a los hospitales. Asisten a cada obra cerca de 30 de nuestros niños, más sus padres o algún familiar. Este festival, como le llamamos, se ha posicionado desde sus inicios como una instancia a través de la cual se logran mitigar las condiciones de vulnerabilidad social de los niños y sus familias.
Dentro de las tareas del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Base de Valdivia corresponde no sólo resolver quirúrgicamente las patologías exclusivas de la especialidad, como malformaciones digestivas, urológicas y malformaciones plásticas, entre otras, sino que también asistir a niños oncológicos y con patologías médico quirúrgicas de neonatología, lactantes, medicina infantil y unidades de cuidados intensivos pediátrico y neonatal. Es un centro de derivación suprarregional, desde Malleco hasta Punta Arenas. “Muchos de nuestros pacientes deben enfrentar hospitalizaciones prolongadas, que incluso se pueden extender por varios meses, recibiendo la visita de sus padres en periodos reducidos del día, lo que hace aún más difícil la experiencia de estar internados”, explica el doctor Lagos, responsable del proyecto, en cuanto a su redacción, estructuración del equipo de trabajo y convocatoria de artistas. En paralelo, también colabora en la formación de los internos y becados de pediatría, además de liderar proyectos de investigación en la UACh.
- A su juicio, ¿se beneficia la recuperación de los pacientes con iniciativas de este tipo?
En general, estos espectáculos infantiles buscan la hilaridad, y es bien sabido y validado por grandes establecimientos hospitalarios que la risoterapia constituye un tratamiento alternativo que se complementa con la medicina tradicional. Yo no sé si todo esto influirá en la mejoría de los niños, lo que sí es claro es que este proyecto teatral permite transformar experiencias, desde algo súper negativo, que es estar hospitalizado, a otra que te entrega ilusión, alegría y ganas de vivir.
- ¿Qué novedades podría traer la tercera versión?
Durante el pasado festival se fortaleció el vínculo con la comunidad y el mundo de la infancia. En esta oportunidad, si nos va bien en la postulación, se grabará un cortometraje para registrar lo que representa para un paciente de las características que atendemos asistir por primera vez al teatro. La idea es postular y mostrar este trabajo audiovisual en un Festival de Cine.
- Han logrado marcar una diferencia...
Tenemos que cambiar la percepción de lo que es un hospital para este tipo de pacientes. Queremos ser un servicio moderno, rupturista y vanguardista de cara a nuestros usuarios, y siento que ideas de este tipo deberían replicarse en el resto del hospital, pues tenemos que abandonar esquemas de centros asistenciales un poco anacrónicos y que no van de la mano con un país que apuesta a futuro.
