Dr. Carlos Akel Ananías:
“Es grato ver pacientes con conocimiento de su problema y motivados”
El reconocido cardiólogo compartió a SAVALnet su visión de la cardiología actual y entregó una serie de propuestas en materia de prevención.
Actualmente, la primera causa de muerte a nivel mundial se debe a la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. Se estima que existen mil millones de hipertensos en el mundo y que para 2025 esta cifra crecería a mil seiscientos millones.
Sin embargo, la hipertensión no aparece sin motivos, factores como el sobrepeso, exceso de sal y vida sedentaria vienen de la mano con esta mortal condición.
En conversación con el doctor Akel, cardiólogo de adultos y director de la Fundación Salud y Corazón, comentó que los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad cardiovascular son perfectamente evitables, tomando conciencia de los estilos de vida. Además, señaló que el chequeo preventivo permite escuchar una alerta que, más tarde, puede resultar fatal.
Mediante esta entrevista, el especialistas profundizará en el estado actual de la cardiología en Chile, qué aspectos necesitan mayor desarrollo, el impacto de las nuevas guías clínicas en hipertensión y su visión acerca de las campañas de prevención, entre otros.
- ¿Cuál es el estado actual de las enfermedades cardiovasculares en Chile?
Desde hace más de 10 años, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en Chile, más de un 27por ciento. Las patologías responsables, más frecuentes, son el infarto del miocardio, el accidente vascular cerebral, la insuficiencia cardíaca y arritmias, entre otras. Es importante destacar que las enfermedades cardiovasculares son también la principal causa de muerte en mujeres y no el cáncer de mama, que es lo que se menciona cuando se realizan encuestas en población general. Los factores de riesgo de salud frecuentes y modificables, que favorecen el desarrollo de la enfermedad cardiovascular son la hipertensión arterial, el colesterol elevado, el cigarrillo, la diabetes, vida sedentaria, obesidad, todos ellos posibles de controlar, en especial con estilos de vida saludable y con medicamentos cuando es necesario. Existen otros factores que se suman y no se pueden modificar como el sexo masculino, la edad y aspectos hereditarios. La causa que está detrás de la gran mayoría de las enfermedades cardiovasculares es el depósito de colesterol que se adhiere en las paredes de pequeñas y grandes arterias, ateroesclerosis, favoreciendo su obstrucción, disminuyendo la llegada de sangre y por lo tanto de oxígeno y elementos necesarios para las células a los distintos órganos y sistemas del cuerpo. Tienen especial gravedad estas disminuciones de circulación cuando afectan al corazón, cerebro o riñones. Las paredes de las arterias con ateroesclerosis tienen gran probabilidad de favorecer la producción de coágulos en su interior que bloquean el paso de la sangre, causando infartos cardíacos, cerebrales y muchas veces la muerte.
- Al tener un protagonismo importante en la salud de los pacientes ¿Cómo se puede enfrentar esta problemática?
Las autoridades de salud del país, los médicos, sociedades científicas y la población general están conscientes del problema. Las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo son prevalentes y deben ser manejados adecuadamente. Un factor interesante de destacar es que, a medida que la población envejece, el riesgo de estas enfermedades aumenta. Chile es un país que envejece, la expectativa de vida continúa aumentando. La últimas cifras promedio son de 83 años para la mujer y 76 años para los hombres. Aproximadamente el 10 por ciento de la población nacional tiene edades sobre 65 años. Conviene señalar que sobre los 75 años, aproximadamente el 80 por ciento de la población tiene hipertensión arterial que debe manejarse adecuadamente. Respecto a cómo enfrentar el problema lo principal dedicar esfuerzos a la prevención antes que preocuparse sólo de tratar los problemas cuando estos ya han aparecido. Para los efectos de la prevención la población no debe estar constituida por entes pasivos, sino que estando adecuadamente informada y educada, colabore en el cuidado de salud manteniendo un estilo de vida saludable además que eventualmente cumplir con las terapias que el médico pudiera indicar. Para el tratamiento, además de contar con consultorios e instituciones de salud que otorguen atención oportuna y los medicamentos adecuados, cuando es necesario. El sólo hecho de tener patologías GES, casi sin costo para el paciente, garantiza su cumplimiento. Dado que patologías como la hipertensión arterial y el colesterol elevado son generalmente asintomáticos, y el paciente cree que seguir una conducta y una terapia con medicamentos pudiera no ser necesaria, la adherencia a los tratamientos indicados es, en general, baja. Para corregirla es muy importante la educación del paciente y hacerlo “cómplice” de su tratamiento y de su salud futura. Un argumento, por lo demás cierto, que se puede entregar para motivar al paciente, es que si los factores de riesgo cardiovascular no se controlan adecuadamente, las arterias irán envejeciendo más rápido que la edad cronológica y las complicaciones cardiovasculares, que deberían aparecer a edad avanzada, lo harán varios años antes. No en vano ya en el siglo XVII el científico Thomas Sydenham postuló que “el hombre tiene la edad de sus arterias”. El paciente que no controle sus factores de riesgo tendrá más edad que la de su documento de identidad y las enfermedades que correspondan a ese nivel de envejecimiento.
- ¿Qué valor le entrega al chequeo cardiológico preventivo?
En mi opinión el examen de salud anual es un elemento positivo e importante. En una adecuada entrevista, examen físico y exámenes diagnósticos, es posible identificar factores de riesgo presentes, el estado actual de salud, detectando eventuales problemas de salud y como un elemento muy importante informando al paciente, educándolo y promoviendo estilo de vida saludable. Este “chequeo” deberían realizarlo hombres y mujeres, una vez al año, desde los 30 años en adelante, en especial si tienen factores de riesgo presentes o antecedentes de infarto del miocardio o accidente vascular cerebral en familiares directos, en especial, si se produjeron a edad temprana, alrededor de los 50 años. Esta evaluación periódica puede ser realizada por el médico general, el internista y eventualmente el cardiólogo.
- Qué me puede comentar acerca de la Fundación Salud y Corazón…
La Fundación Salud y Corazón es el brazo ejecutivo de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular en su vínculo con la población general, con el objetivo de promover la salud cardiovascular, entregando información respecto estilo de vida saludable, realizando acciones con participación activa de público interesado en distintas comunas de Santiago y en varias ciudades del país. Existe una publicación periódica, la revista Salud y Corazón, una página web y, en los últimos meses, interesantes y originales actividades en relación a la salud cardiovascular de la mujer. El directorio de la fundación está permanentemente diseñando y financiando diferentes actividades educativas dirigidas al reconocimiento de los factores de riesgo, su manejo adecuado y el permanente énfasis en el estilo de vida saludable.
- ¿Considera que las campañas de prevención van por el camino adecuado?
Las actividades de promoción de la salud son todas interesantes y útiles. Lo que sí está claro es que son insuficientes para llegar a un volumen importante de la población. Al público general le llaman más la atención noticias en relación a tratamientos espectaculares, como trasplantes, cirugía de arterias coronarias y marcapasos, que saber cómo cuidar sus arterias, cerebro y corazón.
- ¿Cómo han influido las guías de hipertensión en la problemática de la enfermedad cardiovascular?
Siendo la hipertensión arterial una enfermedad tan prevalente, la mayoría de médicos generales e internistas conocen bien cómo tratarla, una vez diagnosticada. Existen diversas familias de medicamentos disponibles. Las guías de tratamiento son varias y conocidas. Están las normas del ministerio de Salud, las de la Sociedad de Cardiología, la Sociedad Chilena de Hipertensión y las internacionales, tanto de Norteamérica como de Europa. Todas constituyen excelentes puntos de referencia para fijar los medicamentos preferidos y las metas terapéuticas. El principal problema lo constituye no la carencia de guías, sino la escasa adherencia al tratamiento al cabo de algunos meses de iniciado. En el Mundo, y Chile no es excepción, de 100 hipertensos, 66 saben que tienen hipertensión. De ellos 33 aceptan recibir tratamiento y sólo 15 tienen cifras de presión bien controlada. En general las mujeres son más responsables que los hombres. Pero estas cifras muestran lo importante que es la educación para fundamentar la necesidad de disciplina para seguir una terapia de una enfermedad que prácticamente no da síntomas y hace mucho daño. No sin razón se llama a la hipertensión arterial la “asesina silenciosa”.
- ¿Cómo definiría la cardiología de hoy?
La defino como una especialidad apasionante de la medicina interna. Por una parte, el envejecimiento de la población hace que la patología cardiovascular sea cada vez más frecuente y por otra el inapropiado estilo de vida de la población hace que la presencia de factores de riesgo sea muy marcada haciendo necesario su manejo. En más de 50 años de ejercicio de la medicina, he sido testigo de la aparición de constantes avances en los medios diagnósticos, avances tecnológicos, de la cirugía y métodos terapéuticos impensables no hace muchos años. Pero insisto, siempre la prevención debe ser la principal actividad.
- ¿Qué cosas todavía no se pueden hacer y le gustaría hacer cómo cardiólogo?
Los métodos diagnósticos y terapias muy avanzadas ya están a disposición. La opinión que comparto con otros cardiólogos, es que no existe el tiempo necesario para que en la consulta con el paciente se pueda dedicar una parte para explicar sobre qué son los factores de riesgo o la enfermedad que tiene, para que colabore en su propio tratamiento con la adherencia que corresponde. Es muy grato tratar a pacientes que tienen conocimiento de su problema y están motivados.
