Dr. Carlos Flores Otero
“Debemos tener presente hacia dónde va la medicina del futuro”
Quienes han tenido la oportunidad de conocerlo, describen al doctor Carlos Flores Otero como una persona muy preocupada de su trabajo y, por sobre todas las cosas, un amante de la pediatría con una real vocación por la salud de los niños.
Con su particular estilo, el médico ha contribuido a la realización de iniciativas que plasman el afecto que siente por los pequeños y que apuntan a hacer más agradable su paso por el hospital, como son el proyecto “Pintando con niños” o la edición del libro “Poemas de colores”.

- Doctor Flores, ¿cuáles son sus planes para este nuevo período como director del Hospital?
- Considerando que vivimos tiempos de cambio y de crisis de los sistemas, lo primero será optimizar nuestras tareas diarias, mejorando cada vez más la respuesta sanitaria que entregamos a la población infantil, sin descuidar el equilibrio financiero y técnico. Además, al planificar debemos tener presente hacia dónde va la medicina del futuro, imaginarnos cómo serán los desafíos de la pediatría en diez años y, a partir eso, organizar el desarrollo del hospital.
- ¿Y cómo ve usted esa proyección?
- Es indudable que la pediatría ha tenido múltiples cambios en los últimos 20 años, pero el hospital sigue siendo el mismo en lo que se refiere a su estructura física. También hay que considerar que el tipo de enfermedades a las que debemos dar respuesta, también ha cambiado. Algunos años atrás la gente se moría de tuberculosis, de difteria o desnutrición, sin embargo en este momento, o no tenemos estas enfermedades, o están absolutamente controladas.
- A su juicio, ¿hacia dónde debería dirigirse hoy la mirada de la especialidad?
- Tiempo atrás, realicé una revisión de los datos del hospital de hace dos décadas, y observé que durante un período de año y medio no había registro de niños internados como víctimas de accidentes de tránsito. Actualmente, en cambio, están surgiendo patologías, que a veces son causa de muerte, derivadas de violencias y politraumatismos. Creo que hacia estos problemas deben mirar los planes de desarrollo futuro para el hospital. Pero sin dejar de lado que en este minuto debemos dar respuesta también, a enfermedades específicas establecidas por el Ministerio de Salud, como son los cánceres infantiles y las enfermedades cardíacas.

- ¿Cómo ha resultado la reciente puesta en marcha de la Unidad de Cardiología y Cirugía Cardiovascular?
- Muy bien. Se readecuó un recinto que estaba destinado a neonatología y utilizamos esta infraestructura para instalar la nueva UTI.
- ¿Se resuelve en parte la demanda de atención que existe en el área?
- En un año y medio más -cuando estemos en total funcionamiento- asociados con el Hospital Calvo Mackenna, esperamos dar respuesta a todos los niños que requieran ser operados del corazón en Chile.
- Tomando en cuenta que el tratamiento de las patologías cardiacas es muy caro ¿cómo abordan el tema del financiamiento?
- Esto es financiado como parte de las enfermedades consideradas complejas o catastróficas, y los fondos llegan fuera de la remesa habitual. En teoría no hay problemas en cuanto a eso y podemos cumplir, de acuerdo a nuestras capacidades, con toda la demanda que nos llegue.

- ¿A esta nueva unidad, podrán acceder también niños afiliados a una Isapre?
- Si claro, porque está destinado a todos los niños de Chile.
- En cuanto a otras áreas dentro del Hospital, ¿cuáles se están priorizando?
- Principalmente aquellas donde tratamos los traumatismos, cánceres hematológicos o leucemias, y pacientes con malformación facial, como es el caso de niños con labio leporino.

- Al ingresar al hospital llama mucho la atención la cantidad de pinturas realizadas por los propios niños. ¿Cómo surgió la idea de reunir esto en un libro de poemas??
- La idea original del libro Poemas de colores surgió porque teníamos las pinturas de los pequeños y hay muchos poetas chilenos con versos sobre niños. Quisimos asociar estas dos expresiones artísticas en un solo libro y ponerlas al alcance de todos. Este proyecto fue realizado con la ayuda de la Fundación Integra y convocó a destacados artistas nacionales para que trabajaran junto a menores en riesgo social, pertenecientes a centros abiertos. Hay 141 cuadros que entregan color y alegría a los pasillos del hospital.
- ¿Y el diseño de los delantales que usan los médicos y el personal de apoyo?
- Eso muestra parte del espíritu que se vive hoy en el Hospital. Todos usan delantales con dibujos y bastante colorido. Creemos que aunque éste sea un centro hospitalario infantil, no tiene por qué ser tan estructurado en lo formal, pues los niños tampoco lo son, ni en su manera de actuar ni menos en su pensamiento.
Dentro de su vasta trayectoria, es la segunda ocasión en que el doctor Carlos Flores Otero asume la dirección del Hospital Roberto del Río. Anteriormente trabajó en el Hospital de Los Vilos y en la Corporación del Cobre, División Salvador, como pediatra y posteriormente como director de Servicios Médicos. También fue director del consultorio Sierra Bella y director de Atención Primaria del Servicio Metropolitano Norte.
Por Paloma Baytelman
