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28 Abril 2003

Dr. Homero Gac

"Viajar con un guía es fundamental para disfrutar la aventura de una ópera"

Por Marcelo Rioseco

Homero es de esa clase de personas que nos recuerdan a los antiguos maestros. Alguien que no sólo se ha especializado como médico -es internista de la Pontificia Universidad Católica de Chile-, sino que además ha seguido un largo camino de formación personal abarcando muchas otras áreas. Lector de Cavafis y Pessoa, estudioso de la historia y la cultura de Grecia, es también un gran conocedor de la ópera. Pertenece a una familia de músicos. Estudió durante varios años canto lírico en la Escuela Moderna de Música antes de dedicarse a la medicina y, desde que su abuelo le hizo escuchar por primera vez una aria de Wagner, no ha dejado de oír ópera ni de transmitir su pasión por ella en diversas conferencias dentro y fuera de la universidad.

El 2002 Homero Gac realizó un exitoso taller en la Temporada Saval en el Arte y este año repetirá la experiencia. Esta vez, revisará la vida y obras fundamentales de cuatro autores que representan escuelas musicales distintas: Handel, Rossini, Verdi y Puccini.

Su estilo sencillo y su profundo carisma hacen que estas conferencias sean una verdadera delicia tanto para los aficionados como para los fanáticos de la ópera.

- ¿Cómo llegaste a la Ópera?
- Por mi familia. Mi mamá es pianista y mi abuelo era cantante de ópera, tenor. Me acuerdo que él tenía un disco de Lohengrin de Wagner. Un día, cuando yo era muy pequeño, él me contó la historia de esa ópera. Fue como escuchar un cuento de hadas. Lohengrin era uno de los caballeros que pertenecían al Santo Grial. Mi abuelo me contó la historia del Grial y de estos caballeros que hacían el bien, y de cómo Lohengrin llega en una barca resplandeciente, con forma de cisne, a salvar a una mujer, Elsa. Y, además, llega prometiendo no revelar quién es él. Ese era el juramento de los caballeros del Grial. Lohengrin lucha por ella y ambos se enamoran, pero él insiste en ocultar su nombre. Durante la noche de bodas ella le exige que le revele su verdadera identidad y, él, en una aria maravillosa, le cuenta quién es. Y mi abuelo la escogió para que yo la escuchara. Allí, Lohengrin le dice a Elsa que pertenece a este grupo, que Parsifal es su padre. En una parte del relato, le cuenta a Elsa el momento en que una paloma baja, desde el cielo, con una ostia sagrada destinada a los caballeros. En la aria, Lohengrin da una nota agudísima y recuerdo que fue la primera vez que sentí emoción al escuchar algo tan sorprendente.

- ¿Fue necesario que tu abuelo te contara la historia para comprender la obra?
- Exactamente. Por esa misma razón, creo que es muy importante que quien escucha algo sepa de qué trata la historia. En la ópera eso es extremadamente importante. Por ejemplo, en la época del Barroco se pueden encontrar algunas cosas que podrían denominarse "la belleza por la belleza". O sea, uno escucha una aria y dice inmediatamente: "Aquí hay belleza; aquí hay sonidos que me hacen sentir algo especial cuando los oigo". Y eso sucede porque está técnicamente muy bien hecho y produce placer al escucharlo. Sin embargo, cuando uno conoce la historia de la ópera comienza a descubrir otras cosas. Esto lo que hace más interesantes algunas obras, como las escritas durante el siglo XIX, fundamentalmente, y principios del siglo XX. Pero no sólo la historia es importante, sino también el contexto en el cual ocurren las cosas cantadas.

Giacomo Puccini

- Un ejemplo.
- No podría entender E lucevan le stelle de Puccini, sin saber que el cantante está contando la historia de ese hombre que se está muriendo. Va a ser condenado a muerte y lo único que desea en el mundo, antes de morir, es ver a la mujer que ama. Sólo desea vivir por eso. Entender aquello es fundamental para comprender y sentir a cabalidad lo que está viviendo el personaje cuando se canta esa aria.

- ¿Es importante tener una guía para aprender a disfrutar la ópera?
- Absolutamente. En esa misma época, mi mamá compró un disco de Carmina Burana y me contó la historia de algunas de las partes de la obra. Eso me motivó a seguir escuchando. Recuerdo que me impresionó la primera parte de esta ópera, donde se presenta una visión circular de la vida. Esto es: se podía estar muy bien en un momento y muy mal en otro, lo cual queda magníficamente ejemplificado con la frase: Rex sedet in vertice, caveat ruinam (El rey está sentado en el vértice y ya se está cavando su ruina). Y esto, sólo es posible de comprender y gozar, en la medida que se entienda la historia.

- ¿Qué otros elementos son necesarios manejar como espectador?
- Entender los parlamentos, saber el contexto histórico en el cual se desarrollaron las óperas y saber qué es lo que está pasando sobre el escenario, ayuda a entender muchas cosas. Por ejemplo, entender por qué Rossini escribió música que tiene una forma de expresión cómica. Por qué Verdi tiene tantos temas relacionados con el nacionalismo, por qué Puccini trata de contrastar a la sociedad con lo que está pasando en el mundo. Con todos estos elementos uno puede no sólo disfrutar la música; se puede llegar a una verdadera pasión.

- Cuando alguien te enseña a escuchar una ópera, ¿qué es lo que se aprende?
- Primero, los múltiples recursos técnicos que existen en la ópera. Por ejemplo, cuando en el Barroco se quiere generar una sensación de angustia en el público, el recurso utilizado es el ostinato, en el cual se va repitiendo un bajo continuo de fondo, con una determinada música. Esto genera una sensación angustiosa que lo hace a uno decir: "que siga, que siga, que se resuelva", pero la situación no se resuelve. Esto ayuda a tomar mucho más interés en la obra porque hay una gran tensión en ella. Segundo, el por qué de la elección de las voces. Durante este mismo periodo, en las cantatas de Bach, los contraltos representaban al espíritu santo, los apóstoles eran representados por algunos bajos. Cristo era generalmente el tenor. Posteriormente, los personajes cómicos son representados por cantantes que tenían una voz ligera. Esa es la razón por la cual Rossini usa muchos tenores ligeros, de voces muy agudas y muy versátiles, pero que no son capaces de expresar gran dramatismo, como sí lo va a requerir Verdi más adelante. Tercero, el contexto histórico que explica el por qué de la obra o qué pasó con la obra cuando se estrenó, por qué tuvo éxito o por qué le fue mal.

- Esto revela algo de la sociedad en la que vivían los compositores.
- Exactamente. Por ejemplo, Mozart tuvo grandes problemas para mostrarle Las Bodas de Fígaro a la corte austriaca, debido que estaba basada en una obra que formó parte del preámbulo de la Revolución Francesa. En esa obra se planteaba que los siervos no tenían que aceptar la autoridad absoluta de los señores. Mozart, por ejemplo, ridiculiza en su obra el derecho a pernada o prima nocte, en la cual los señores tenían derecho a disfrutar la primera noche de las siervas recién casadas. La ópera fue extremadamente polémica cuando se presentó en Francia. Se burla de los nobles y muestra a los siervos como personas muy astutas. Cuando Verdi presenta La Traviata por primera vez, enfrenta a la sociedad de su época con un problema muy actual entonces, que eran esos hombres que tenían mucho dinero y que mantenían dos casas. La propia y la de la amante. A esta última favorecían con grandes riquezas, estas mujeres organizaban fiestas y lo pasaban bien. Además, mostraba cómo las esposas de estos señores se quedaban en sus casas aburridas mientras sus esposos se divertían.

Giuseppe Verdi


- ¿Era un elemento de crítica social?
- Es una de las razones por las que La Traviata fracasó en un principio. Fue demasiado duro para la gente reconocerse en esa realidad. Puccini es otro buen ejemplo. En La Boheme se muestra la realidad de los poetas parisinos, de estos intelectuales que pasan hambre y viven con frío.


-¿Y qué pasaba con la comedia, el humor?
- Es el caso de Rossini, él llega en el momento preciso cuando los grandes cambios sociales ya han pasado. Acababa de terminar la Revolución Francesa, había pasado Napoleón y la burguesía se había convertido en una clase dominante desde el punto de vista económico. Y ahora la burguesía quiere entretenerse. La idea ya no es entretener a la nobleza, como sucedió durante el Barroco cuando sólo los nobles iban al teatro y los espectáculos estaban destinados a la representación de temas nobles.

-¿Cuáles eran los temas nobles?
- Era frecuente que en esas obras se viera cómo el destino les ofrecía una prueba a los personajes. Ellos tenían que pasar esta prueba y, generalmente, valiéndose del honor, del valor, del desprecio a la muerte, lograban conseguir sus objetivos. Eran obras con finales felices. Se ensalzaban estos valores que para la nobleza eran importantes. En la época de Rossini, la gente ya no quería escuchar estos temas, lo que buscaba era simplemente entretenerse. Una de las diferencias importantes es que este público ahora goza con el pícaro italiano y no con reyes o príncipes salvando su país. Por ejemplo, la obra La italiana en Argel trata de una mujer italiana que desprecia a sus amantes, que se ríe de los hombres, que es pícara y coqueta. Es la picardía italiana. Y esto concuerda con una burguesía que buscaba entretenerse y no pasarlo mal.

-¿Qué ópera es la que te ha producido un mayor impacto en lo personal?
- Hubo una obra que yo descubrí ya siendo mayor. Y fue bueno que así sucediera porque cuando la descubrí, me entretuve como niño chico. Es La flauta mágica de Mozart. Allí se encuentran muchas ideas de la Masonería y que son contadas de una manera muy divertida, como canciones infantiles. Valores como las pruebas del silencio, la contención de la persona, el colocar la voluntad por sobre los deseos del ser humano, son contrastados con el personaje del Papageno, que es absolutamente visceral. El Papageno piensa en tener una novia, niñitos, comer. En resumen, piensa en todas las cosas prácticas de la vida mientras el príncipe Tamino representa lo contrario. Como el Quijote y Sancho Panza. Eso lo encontré divertido, porque era una manera de mostrar elementos moralizadores de una manera entretenida.

-¿Pero eso es lo que más te ha emocionado?
- Puccini es lo que más me emociona. Algunas partes de Madame Butterfly son realmente sublimes. El personaje de Cio-Cio-San es magnífico. Una mujer que al sentirse enamorada es capaz de negar la realidad. A ella se le está hundiendo el mundo, viviendo en una sociedad japonesa absolutamente tradicional, y sigue pensando que es norteamericana, que está sujeta a las leyes de otro país. Incluso le ofrecen un príncipe japonés para que se case, pero ella se niega sistemáticamente porque sigue pensando que el hombre del cual está enamorada volverá a buscarla. Hay una aria donde Cio-Cio-San le canta a Suzuki y le habla de cómo ve las cosas. Le dice: "Ya vas a ver. Te lo prometo. Él va a llegar y lo veré como un pequeño punto subir por la colina. Se acercará hasta mí y me dirá: pequeña mujercita con olor a verbena". Que eran las palabras que Pinkerton le decía cuando estaban juntos.

Escena de la ópera <br>Madame Butterfly de Puccini

-¿Qué es lo que más te sorprende en Madame Butterfly?
- La capacidad de Cio-Cio-San de negar la realidad por amor. Esto me parece extremadamente sublime. No olvides que la obra tiene un final trágico, tremendo. Tosca de Puccini es otra obra que me gusta mucho, sobre todo por la manera en la cual interactúan los personajes. Me gustan algunos de los personajes secundarios de esa ópera, como los esbirros del barón Scarpia que lo siguen con fidelidad absoluta. Además, el barón es un malvado de principio a fin. Nunca cambia. A diferencia de Pinkerton de Madame Butterfly, que es un enamorador, un hombre amoral, con esposas en todas partes, pide perdón, se arrepiente, pero sigue portándose mal.

-¿Qué importancia tienen las historias en la ópera? ¿Tienen valor en sí mismas?
- Algunas sí y otras no. Creo que las historias de la época del barroco son muy malas, incluso con finales ridículos. Por ejemplo, el argumento de Radamisto de Handel. El rey de Armenia decide conquistar Tracia, el reino del príncipe Radamisto porque está enamorado de la esposa de éste. Conquista el reino y captura a la esposa, con quien planea casarse después de abandonar a la que tenía en Armenia. Radamisto logra escapar y acude al rescate de su mujer, pero es capturado por su enemigo que decide matarlo. Justo en ese momento ocurre una revolución del pueblo, que no soporta que un rey extranjero les usurpe su reina y sea tan malo. Vencen al ejército rival y el rey de Armenia reconoce su mal proceder y decide regresar a su casa donde su verdadera esposa. Y todos quedan felices y cantan: "Hemos aprendido que el destino hace que el amor sea lo más importante". Es una historia realmente pobre desde el punto de vista argumental.

- ¿Y, hay obras cuyos argumentos sean narrativamente notables?
- Tosca es una historia estupenda. Hay una cosa de amor y una cosa política de por medio, que termina con un falso fusilamiento, con una absoluta ironía. Otra obra con buen argumento es Pagliacci de Leoncavallo, donde se ve todo el tema de los celos. Es la historia de un hombre que es engañado y que se da cuenta de ello. Allí hay una aria increíble que es interpretada por Canio que dice: "Ponte el disfraz, ponte harina en la cara porque la gente vino hasta acá para reír. Si el arlequín en la obra te roba a la Colombina vas a tener que reír y la gente va a aplaudir. En el fondo ya no eres un hombre, eres un payaso". Esa parte es tremenda. Son obras muy potentes y, a pesar de que son cosas ya vistas, siguen funcionando porque el texto es muy bueno y la música es capaz de realzar la historia y crear una atmósfera extraordinariamente dramática.

- Después de toda esta conversación, me pregunto qué vigencia tiene la ópera hoy.
- Hay muchas óperas modernas escritas durante el siglo XX que obedecen a la misma búsqueda de la música clásica, en ese mismo período. Es claro que la música en el siglo XX cortó el hilo con lo melódico para buscar otras manifestaciones y redefinir qué es la música. Fundamentalmente para intentar responder la gran pregunta: "¿Qué es arte?". Esto es: ¿Vamos a considerar arte los ruidos cotidianos? Y ahí tenemos a John Cage. O ¿el arte debe ser comprometido? Y ahí tenemos un ballet como Espartaco de Aram Khachaturian en el siglo XX. Hay muchos autores destacados, pero claramente la ópera ha ido perdiendo esa capacidad que le permitía ser asequible a un gran número de personas.

-¿Ha sido alguna vez la ópera, una expresión artística popular?
- En un primer momento fue para los intelectuales. Estoy hablando de la época de Jacopo Peri. Esto es cuando la ópera comienza con obras como Dafne o con las obras de Monteverdi. Sigue siendo para los círculos más o menos cultos. Durante el barroco fue dirigida a la nobleza, con cantantes que eran divos carísimos, sobre todo algunos castratis. En ese momento la ópera tenía además un rol social. La gente iba a exhibirse al balcón del teatro, a estrenar las nuevas joyas, a mostrarse.

-¿Cuál era el epicentro de la ópera europea?
- Esto sucedía principalmente en Italia, Francia e Inglaterra. También en Alemania, pero enana medida mucho menor. Durante todo ese período la ópera es para gente de dinero, la alta nobleza. Después, Mozart sigue escribiendo para reyes, pero su última obra, La flauta mágica, se muestra en un teatro popular. De ahí en adelante la ópera se vuelve un espectáculo caro, pero no dirigido a la nobleza. Es la época de Rossini, la época de la burguesía.

- ¿Podríamos decir entonces que siempre ha sido para una elite?
- Bueno, siempre ha sido para una elite. Lo que sucede es que ha pasado de una elite económica a una elite intelectual. Puede ser snob, pero ahora es un snobismo intelectual.

SAVAL en el Arte 2003

Desde abril Homero Gac dictará por segunda vez un curso sobre ópera en el Centro SAVAL Manquehue, dentro del marco de los talleres culturales SAVAL en el Arte, en su versión 2003.

Georg Friedrich Handel

- ¿Qué temas vas a tratar esta vez?
- En el taller quiero tomar cuatro autores que representan cuatro períodos diferentes, con cuatro expresiones musicales distintas. La primera está dedicada a Handel y yo la definiría como "La belleza por la belleza". En ella vamos a encontrar obras de variada calidad y con un trasfondo moralizador. Pero lo interesante de este periodo es que se privilegia mucho el virtuosismo, vale decir, el cantante es la figura principal. Esto va a contrastarse con toda la ópera que vendrá después, donde lo importante, lo central, es la obra. Estamos hablando de la primera mitad del siglo XVIII.

- ¿Qué significa que las obras tenga un trasfondo moralizador?
- La idea de la ópera barroca, es que cuando terminas de ver la obra eres una mejor persona. Por una parte, porque has tenido la oportunidad de conocer una obra valóricamente superior y, en segundo lugar, porque has escuchado arias que son verdaderamente hermosas y técnicamente perfectas. Esto también va ayudar a que tú seas mejor. Las obras se escribían especialmente para los cantantes y el objetivo, como te decía, era hacerte una mejor persona. Pero claramente no hay un mensaje comprometido detrás ni se intentaba transmitir una idea. Además me interesa, porque representa una parte perdida dentro de la historia de la ópera. Imagina que Handel escribió 43 óperas, lo que es un número bastante grande. Puccini, por ejemplo, escribió mucho menos.

- ¿Y qué hay que aprender de Rossini?
- Para mí, Rossini representa la entretención. Esta conferencia podría resumirse con el título: "la entretención de un hombre feliz". Probablemente, Rossini fue uno de los autores que vivió de mejor manera. Siempre se tiene la idea romántica de un Beethoven sordo, de un Chopin tuberculoso, de un Mozart en la fosa común, cosas por el estilo. Pero no es el caso de Rossini, quien fue el músico más importante de su época. Fue reconocido por Wagner y por Beethoven como el músico más importante.

- Representa una antítesis de la idea romántica del artista que sufre y lo pasa mal.
- Rossini llevó una vida absolutamente cargada de placeres. Además de músico fue un gourmet increíble. Dicen que lloró solamente dos veces en su vida: cuando murió su padre y cuando se le cayó un pavo trufado por la borda de un barco. Era un hombre vital, le encantaba el buen vivo, se casó dos veces con dos mujeres estupendas y reconocidas por la sociedad. Vivió en Italia, fue director del Teatro de Nápoles, gozó de un éxito rotundo y se hizo rico. Se trasladó a París donde todas las semanas organizaba fiestas y él, personalmente, se preocupaba de preparar los mejores platos.

Gioacchino Rossini

- ¿Y su música expresa esta alegría de vivir?
- Expresa esa alegría, el deseo de entretención, de pasarlo bien. Una parte de su obra es música seria, que es más desconocida. Se escucha mucho menos Otelo, El sitio de Corinto, Maometo II, porque su popularidad se debe fundamentalmente a las óperas cómicas. Rossini presenta escenas ridículas para que la gente se ría de lo ridículas que son. Pero hay una cosa extraña en él, que es un periodo de silencio.

A los 37 años deja de componer y cuando se está muriendo vuelve a hacerlo. Esto es muy interesante porque la última obra que compone, por encargo del gobierno suizo, es Guillermo Tell. Él pide que le paguen con una pensión vitalicia. De ahí en adelante ya no vuelve a tener aprehensiones económicas. Hablamos de 1840 a 1870, aproximadamente.


- Pero la alegría no va a durar mucho.
- No. En la tercera conferencia vamos a pasar al periodo posterior, en el cual Europa vivía las unificaciones y los nacionalismos.

- ¿Verdi?
- Verdi, quien viendo las circunstancias que le toca vivir va a componer muchas obras de corte nacional. En el fondo, el tema es cómo los italianos se unen en contra de un mal común. A estos temas Verdi agrega arias con una tremenda potencia expresiva. ¿Qué significa esto? Que cuando el cantante está asustado, canta con temor y cuando se está muriendo, canta con esa sensación de inminencia de la muerte. Esto se ve muy bien en Un baile de máscaras, que es la obra que cuenta la historia del rey Gustavo de Suecia, que fue asesinado. Hacia el final de la obra, cuando el rey se está muriendo, el personaje habla y canta como un moribundo. Hay aquí un cambio importante desde el punto de vista de la expresión de los cantantes. Verdi abre la puerta hacia el verismo, donde muestra la realidad como es. Un ejemplo de ello es La Traviata. Este compositor representa un paso del nacionalismo a la realidad.

- ¿Vas a finalizar con Puccini?
- Exacto. Lo que hace Puccini es mostrar historias que eran contemporáneas de su época. Madame Butterfly, por ejemplo, es una historia que ocurre en el siglo XIX. Tosca expresa también la sensación que le había dejado Napoleón años antes. Aquí vamos a ver cómo en las arias se comienza a expresar lo sublime. En el dueto de amor de Madame Butterfly, donde los amantes se quedan juntos, lo que se expresa es absolutamente sublime. Esto también se ve en La Boheme, cuando el poeta habla de lo que significa ser poeta. Hay una parte en la que él es interrogado por su vida. "¿Y qué hace?", le pregunta. "Vivo", responde. "¿Y cómo vive?". "Vivo", vuelve a responder el poeta. Dentro de este tipo realidades, Puccini expresa algo sublime.

- Es decir que recorrerás casi 150 años de la historia de la ópera
- Exacto. Son autores muy representativos de este periodo. Evidentemente no está Mozart o Wagner, pero lo interesante es que cada uno de ellos representa escuelas musicales distintas: el barroco, el bel canto, el romanticismo y el verismo. Es un muy buen recorrido para quienes quieren saber de estos músicos y de las obras que compusieron.

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