Dr. Alejandro Afani:
“La medicina y la música son dos grandes pasiones en mi vida”
Además de su trabajo como inmunólogo en el área del VIH, el médico es un destacado compositor musical que ha creado temas para artistas de la talla de Gloria Simonetti y Douglas. De hecho, una canción suya acaba de ganar el primer lugar del Festival de la Serena.
Por Paloma Baytelman
Con el mismo carisma que lo caracterizaba en la Quinta Vergara, Antonio Vodanovic subió al escenario del Festival de La Serena para anunciar la canción ganadora del certamen, que se llevó a cabo los días 4 y 5 de febrero de 2005 en esa ciudad de la IV Región. En esta oportunidad el Faro de Plata fue para la canción “Y donde estés”, compuesta por el doctor Alejandro Afani Saud e interpretada por Carolina Soto, cantante del programa “Rojo, fama contra fama” de TVN.
La participación del médico no fue una casualidad, ya que en forma paralela a su importante labor en el campo de la inmunología, desde 1990 ha desarrollado una destacada trayectoria como compositor, que incluso lo ha llevado a participar en importantes competencias musicales y a ganar en dos ocasiones el Festival Internacional de la Canción del Cairo, en Egipto.
¿Cómo logra conjugar las exigencias del mundo médico con su labor musical? El doctor Afani reconoce que no es fácil; para él la respuesta está en la pasión que pone en cada cosa que hace. “Nunca sentí dudas vocacionales. Tuve clarísimo que iba a ser médico cuando estaba en la enseñanza media y con la música me ocurrió lo mismo, aunque me dediqué de lleno después de estudiar medicina. Son dos pasiones, porque aunque mi labor como inmunólogo me enfrenta a un tema muy complejo, me llena de satisfacción personal y puedo hacer mucho por la gente. Y eso, aunque algunas veces me produce gran tensión, es muy gratificante. Por otro lado, la música es una válvula de escape donde libero las preocupaciones, por lo que le dedico casi todo mi tiempo libre y me ha ido bastante bien. Incluso ahora, por el hecho de haber escrito para una cantante de Rojo, varios intérpretes me están pidiendo canciones”, cuenta en el escritorio de su consulta en la Clínica Arauco Salud.
Un tema complejo, pero muy interesante
Luego de estudiar en el Colegio Saint Gaspar, Alejandro Afani ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, desarrollando su formación de pregrado en el Hospital del Salvador. Tras obtener su título en 1988, cursó una beca en Medicina Interna en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, establecimiento donde también realizó su subespecialidad en Inmunología. Posteriormente, viajó a la ciudad de Lyon en Francia, cursando su segunda subespecialidad en el área de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en el Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica (Inserm, Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale).
Con todos esos conocimientos volvió al país en 1994, año en el que ingresó trabajar en el Departamento de Medicina del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. En 1998 asumió la jefatura del Servicio de Inmunología del centro asistencial, donde además de las labores administrativas propias del cargo, dirige el equipo humano que trabaja en problemas inmunológicos, como las enfermedades autoinmunes, inmunodeficiencias primarias y secundarias, alergias y Sida. También realiza investigación en VIH, área en la que ha publicado varios artículos.
En este aspecto, el doctor Afani ha desarrollado investigaciones relativas a la reconstitución inmunológica asociada a terapia antiretroviral, análisis de resistencia, es decir, la genotipificación del virus para conocer su sensibilidad frente a distintas drogas, así como estudios para determinar cuál es la cepa prevalerte del virus VIH en Chile. “En nuestro país el subtipo prevalente es el subtipo B, al igual que lo que ocurre en los países desarrollados”, señala al ser consultado sobre los hallazgos de su trabajo.
Hasta 2004 el médico presidió la Sociedad Chilena de Inmunología y, actualmente, es past president del organismo y forma parte del Comité Consultivo de Sida de la Sociedad Chilena de Infectología y también es miembro del Comité Científico Asociado de Conasida (Comité Nacional del Sida) para el Ministerio de Salud. Asimismo, desarrolla una destacada labor docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, donde se desempeña como profesor asociado, dictando la cátedra "Medicina I" a los alumnos de tercer año.
Para el doctor Afani el VIH es un tema complejo pero muy interesante, que debe ser abordado de forma multidisciplinaria. Señala que en Chile existe una red muy organizada de manejo de los pacientes que viven con el virus, “lo que permite contar con una suerte de homogenización de criterios para su tratamiento”.
Canciones ganadoras
A sus 43 años el doctor Alejandro Afani dice que la capacidad como compositor es un talento que ha ido desarrollando con el tiempo. Aunque se sintió atraído por la música desde muy pequeño, compuso sus primeras canciones recién en 1990. “Ese año participé en el Festival Internacional de la Canción del Estadio Palestino, que era un certamen muy bueno. El tema se llamaba Y soñar, que fue interpretado por Ximena González, a quien conocí en la Academia de Alicia Puccio… Y gané”, cuenta orgulloso.
Desde entonces la labor que realiza en esta área de su vida no ha parado. En 1991 mandó al Festival de Viña del Mar el tema “Atrévete a decir adiós”, que fue interpretado por Ximena Reyes y obtuvo el segundo lugar en la competencia internacional del certamen. “He participado en otros festivales y me ha ido bien. He sido cuatro veces finalista del Festival de Viña del Mar en el género internacional, gané el Festival OTI para representar a Chile en Lima, Perú, en 1997 con Rachel, a quien además le hice la producción musical de su disco, donde había varios temas míos”.
Pero sin duda, uno de los logros más importantes en su faceta de compositor, consiste en haber ganado dos veces el Festival Internacional de la Canción de El Cairo, en Egipto. “En ambas oportunidades me fue muy bien: el año 2000 participé con el tema No sé si volverá la primavera, que fue interpretado por Claudio Escobar, y el año 2002 gané con Alejandra Gatica, que interpretó la canción Puedo estar sin ti”, recuerda.
El 5 de febrero de este año, el doctor Afani nuevamente obtuvo un premio por su trabajo como compositor. Estaba vez se trató del Faro de Plata, reconocimiento que fue anunciado por Antonio Vodanovic en la segunda versión del Festival de la Serena. Su canción, “Y donde estés”, fue interpretada por Carolina Soto, integrante del programa de TVN “Rojo Fama contra Fama”, quien ganó el primer lugar en la Gala de ese espacio televisivo el año 2004. “Voy a seguir trabajando con ella, porque le gusta el estilo de mis canciones y me pidió algunos temas para su próxima producción”, confidencia el médico.
Agrega que tenía mucha fe tanto en el tema como en la intérprete. “Además los arreglos que hizo René Calderón, con quien trabajo, eran muy buenos. Yo quedé muy contento y Carolina también, por lo que creo que esta canción va a ir incorporada en su disco y la va convertir en single para darle promoción en las radios”, señala.
El doctor Afani quedó muy satisfecho por la calidad del certamen. “El Festival de La Serena es una instancia excelente y tiene mucho futuro. Al igual que Viña, esa ciudad es muy turística y cada vez está atrayendo a más gente. También hay que considerar que esta fue la segunda versión y los festivales requieren de experiencia para crecer. Por eso, si le brindan mayor financiamiento y le inyectan cada vez más energía, creo que puede llegar a ser igual o mejor que el Festival de Viña del Mar”.
Además de destacar la gran infraestructura, el show y la capacidad del Festival de La Serena para congregar a más de 15 mil personas, el especialista explica que en sus dos primeras versiones los organizadores del certamen planearon la participación de los temas en competencia a través de invitaciones, como una forma de asegurar el buen nivel artístico del evento. “Pienso que la competencia de Viña ha ido perdiendo un poco de fuerza porque es una instancia que está más dedicada al show, ya que el certamen no posee un muy buen nivel y, en cierta forma, es una excusa para mantener el carácter de festival. Esa es una diferencia importante con el Festival de La Serena, donde la competencia está bastante potenciada y ojalá eso no se pierda”, opina.
Técnica y arte
Aunque el doctor Alejandro Afani asegura que compone poco por falta de tiempo, en estos 15 años de labor ha creado más de 60 canciones para diversos intérpretes, entre los que destacan artistas nacionales como Gloria Simonetti, Douglas y Rachel.
Lo suyo son las baladas románticas y, pese a que trabaja en ello principalmente por las noches, cuenta que la inspiración puede llegar en cualquier parte. “A veces puedo estar caminando por una playa o andando en el auto y se me ocurre algo. Incluso en una oportunidad iba en un ascensor y se me ocurrió una melodía. Entonces la tarareo para que quede registrada en una grabadora que tengo o llamo desde el celular a mi casa para que me salga la contestadota y así puedo guardar la melodía”, explica.
En algunas ocasiones el doctor Afani encuentra inspiración en historias que le cuentan. Sin embargo, la mayoría de las veces prefiere escribir basándose directamente en quien interpretará sus temas musicales. Cuando conozco a la persona intento captar sus inquietudes y motivaciones, para que se sienta identificada con la canción y, de acuerdo a lo que percibo, creo las melodías y escribo las letras. A mí me gusta más hacer canciones dirigidas a un intérprete, porque se las puedo hacer como un traje a la medida, de acuerdo a su registro, a su fraseo y a su estilo de cantar”.
Según el especialista, para que un tema musical sea “golpeador” debe tener tres ingredientes. “En primer lugar, se requiere un texto vigente, actual, con un lenguaje directo y buscando las palabras precisas para que haya una buena armonía entre letra y música. También es importante que refleje situaciones que muchas personas han experimentado en algún momento de su vida, porque cuando haces canciones para que sean escuchadas en las radios, sus contenidos deben ser más o menos universales para que la gente logre identificarse. Desde el punto de vista melódico, un tema musical tiene que ser enganchador para que exista una fácil retención en la mente de quienes lo escuchan, porque las canciones uno no las hace para los cantantes, sino que para el público en general. Por eso deben estar cargadas de mucha sensibilidad, ya que la música más que por los oídos se siente por la piel. Entonces es importante que tenga esos elementos y, desde luego, un buen intérprete y un buen arreglo musical”, añade.
El doctor Afani explica que su experiencia diaria con las personas que están viviendo con el VIH también es una fuente de inspiración. “Creo que hay una sensibilidad que cruza los dos ámbitos. Está la sensibilidad que implica la medicina, el hecho de estar en contacto con los pacientes. Porque pese a que muchos piensan que los médicos somos fríos, muchas veces a uno le afectan los problemas de las personas. Por otro lado, el arte, en este caso la música, requiere de mucha sensibilidad también. Ese elemento, la sensibilidad, representa el cruce entre estas dos actividades que me apasionan”.
Y es cierto, pues la pasión por lo que hace se evidencia en cada una de sus palabras, incluso cuando reconoce que es muy técnico y metódico a la hora de componer. “A lo mejor es porque soy médico”, dice sonriendo. Pues de hecho ese es el gran secreto del doctor Afani… La mezcla equilibrada de técnica y arte.
