Dr. Eugenio Garbarino
Tiro al Vuelo, un deporte emergente en Chile
En diciembre se conocerán los finalistas del Torneo Nacional Skeet de Tiro al Vuelo. Para formar parte de esa selecta nómina, el doctor Eugenio Garbarino Isola se encuentra practicando arduamente y acaba de participar en la 6ª fecha del campeonato, que se llevó a cabo los días 28 y 29 de agosto de 2004, en el Estadio Sausalito de Viña del Mar.
En nuestro país son pocos los deportes individuales que se conocen masivamente. A excepción del tenis, los medios de comunicación masivos han popularizado juegos grupales, como el fútbol o el básquetbol, restando importancia a otras actividades deportivas, que, sin embargo, logran grandes triunfos para nuestro país.
El doctor Eugenio Garbarino practica el tiro al vuelo hace 15 años y, en su larga trayectoria, ha cosechado victorias significativas para Chile. Según señala, nuestro país no tiene rivales sudamericanos en este deporte y a nivel panamericano se encuentra en tercera ubicación, después de Estados Unidos y Cuba.
Lamentablemente, la poca difusión de estos resultados redunda en escaso apoyo a la actividad, lo que se refleja en la falta de instalaciones adecuadas para la competencia internacional y el entrenamiento.
Pese a ello, para quienes disfrutan de esta práctica, los inconvenientes pasan a segundo plano. Es así, como los tiradores chilenos son quienes han entregado al país la mayor cantidad de trofeos en la historia del deporte nacional, entre competencias sudamericanas, panamericanas y los Juegos Olímpicos, siendo dos veces campeones mundiales en la década del ‘60.
- ¿Cómo nace su interés por practicar el tiro al vuelo?
- Surgió como una evolución de la cacería, pasatiempo que practico desde que te tengo memoria. Cuando pequeño vivía en el campo, en Chillan, y ahí mi padre me enseño a disparar y a cazar. Con el paso del tiempo, cada vez hubo menos espacios para practicar y la temporada es bastante corta, por lo que a los que nos gusta el deporte de escopeta encontramos en el tiro al platillo una disciplina que nos permite realizar esta actividad todo el año.
- ¿Qué características destacaría usted de esta disciplina?
- Es un deporte que exige concentración máxima, en el que se compite contra la cancha, como en el golf. El rival real es el platillo, que pasa a gran velocidad.
- ¿De qué modo compatibiliza las actividades profesionales con el deporte?
- Cuando a uno le gusta tanto algo, siempre encuentra el tiempo. Preferentemente entreno los fines de semana, pero en período de competencia hay que arrancarse un par de horas en la semana a la cancha y disparar algunas rondas. Aunque a veces es más difícil ajustarse a los compromisos de trabajo, sobre todo cuando hay que viajar a otra ciudad.
- ¿Y su familia lo acompaña en las prácticas?
- Sí, especialmente cuando toca competir fuera de Concepción. Dejar a la familia sola, después de una semana de trabajo y además salir a competir, no seria sostenible.
- ¿Cómo se prepara un deportista de esta disciplina?
- Manteniendo un estado físico aceptable y llevando una vida sana y ordenada. No es necesario tener rendimiento de atleta, pero tres horas de gimnasio a la semana mejoran los resultados en la cancha. El ideal es practicar el tiro por lo menos tres veces a la semana, disparando unos 75 a 100 platos cada vez. Esto no siempre es posible, pero hay que evitar los períodos largos de inactividad. Y sobre todo, hay que ejercitar la concentración, porque en este deporte el factor psicológico representa el 70 por ciento del resultado.
- Desde el punto de vista material, ¿Qué implementos necesita alguien interesado en entrar a este mundo?
- La persona interesada tiene que dirigirse a una armería e ir a un club de tiro al vuelo, ya que es requisito de la Ley pertenecer a un club para practicar cualquier deporte con armas. Los implementos no son difíciles de conseguir, pero por su alto costo, el ideal es que se asesore con personas de la asociación.
- Y ¿Usted dónde practica?
- En Concepción, en las canchas de la Rama de Tiro del Stadio Italiano di Concepción, que son de nivel internacional y las mejores y más modernas de Chile. También se practica tiro al vuelo en San Felipe, Viña del Mar, Santiago, Rengo, Linares, Temuco y Osorno.
- ¿Cuántos clubes de tiro al vuelo existen en Chile?
- Existen clubes desde La Serena hasta Puerto Montt. Los más importantes son los de Santiago, Viña y Concepción. En la actualidad hay unos veinte clubes que practican el tiro al vuelo, ya sea como deporte competitivo o de entretención, y siguen apareciendo más porque este es un deporte emergente.
Después de diez años de práctica competitiva del tiro al vuelo, el doctor Garbarino tiene la experiencia de haber ganado el 4° lugar sudamericano (1999) en la ciudad de Lima, Perú, y el 1° lugar sudamericano por equipos, en el mismo torneo, integrando el seleccionado chileno hasta 2001, año en el que además participó en el Campeonato Mundial de Tiro, en Italia. “Es difícil precisar en cuántos eventos he estado desde que comencé a participar del tiro al vuelo competitivo federado en 1994. Ese año fui campeón de Chile en la categoría C y, más tarde, fui subiendo hasta que en 1999 integré la categoría AA o Internacional, en la que he logrado dos terceros lugares, uno en el Campeonato Nacional de 1999 y otro el 2001, en la modalidad Skeet Internacional”, explica.
El doctor Garbarino acaba de participar en la 6ª fecha del Torneo Nacional, en Viña del Mar, y está entrenando para asistir al Torneo Internacional “Eulogio Pasten Leiva”, que se realiza en dependencias de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), en Santiago.
- ¿Qué otras competencias existen en el país?
- La principal es el campeonato de Chile, que se disputa en diez fechas en distintas ciudades. También está el campeonato internacional de la FACh y las dos pruebas que se disputan en Concepción, la Copa Italia y la Copa Aniversario en homenaje a la FACh, que es club que ha impulsado el tiro en Chile.
- En cuanto al desarrollo de esta actividad en otros países ¿En qué nivel esta Chile?
- Chile está muy bien posicionado en América, pero a nivel mundial la cosa cambia porque las grandes potencias en este deporte están en Europa, como Italia, España, Noruega, Grecia y Rusia. En infraestructura estamos muy atrasados, ya que sólo existen dos canchas de nivel internacional con tecnología de punta. Además, por ser un deporte relativamente caro, aún son muy pocos los cultores a nivel nacional, hablamos de unos 120 deportistas federados. Para comprender la diferencia, es posible observar que en Italia son 300.000 los tiradores federados. Así y todo logramos figuración internacional, como la medalla olímpica de plata que obtuvo Alfonso Iruarrizaga en Seúl 1988 y el segundo lugar mundial en Brasil. En la década del ‘60 Chile logro dos títulos mundiales en tiro al vuelo.
El doctor Eugenio Garbarino es el presidente de la Asociación de Tiro al Vuelo del Bío-Bío, la que está inscrita en la Federación de Tiro al Vuelo de Chile. “Además soy miembro de la ISSF (International Shooting Sport Federation), entidad que rige el tiro al vuelo a en el mundo.
- En su labor como dirigente ¿Cuenta con el apoyo de alguna institución, pública o privada?
- La actividad a nivel regional, hace un año tiene gran apoyo de Chiledeportes, lo que es canalizado a través de la Asociación de Tiro al Vuelo del Bío–Bío. Esto porque es uno de los nueve deportes estratégicos, definidos por la entidad estatal, para focalizar la inversión. Personalmente, recibo el apoyo de la empresa TEC, fabricante nacional de cartuchos.
- ¿Qué satisfacciones le ha traído practicar el tiro al vuelo?
- El sólo hecho de participar en competencias y ser reconocido ya es una satisfacción. Si además se gana una competencia o se logra una buena marca, tanto mejor. Pero, sin lugar a dudas, representar al país en una instancia como el Campeonato Mundial en Italia o el Sudamericano de Perú 1999, han sido los puntos más altos de mi participación en esta actividad.
Así, con el mismo compromiso, fuerza y tenacidad con que vive la profesión, el doctor Garbarino practica este deporte, en la búsqueda de la perfección que le permita conseguir satisfacciones tanto personales como para el país.
Por Soledad Cabrera
