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06 Septiembre 2004

Dr. Jorge Kaplan Meyer

“La medicina es una acción social”

Al cierre de un agitado mes del corazón, que ha traído consigo varios trasplantes exitosos y campañas para prevenir las enfermedades cardiovasculares, en medio de su ocupada agenda el doctor Jorge Kaplan, pionero del área, accedió a responder algunas preguntas directamente desde la alcaldía de Viña del Mar.

Pese al gran paso que significó el primer transplante de corazón de chile, realizado por el médico y su equipo en 1968, el balance que hoy hace el profesional no es del todo positivo, pues aunque la técnica ha avanzado, la falta de donantes restringe su uso, impidiendo salvar muchas vidas.

Construyendo la historia

La sustitución del órgano enfermo por otro sano, sin duda constituye uno de los avances más espectaculares de la medicina, pues el procedimiento permite reestablecer la salud de pacientes que antes no tenían otro destino que la muerte.

Aunque no fue posible realizar este tipo de intervenciones en forma sistemática, sino hasta la segunda mitad del Siglo XX, varias culturas ancestrales hablan del trasplante de órganos como un símbolo de renovación y cura de enfermedades.

Los primeros registros corresponden al Siglo XII a.C. en la India, donde la leyenda cuenta que el dios Shiva habría trasplantado la cabeza de un elefante en su propio hijo creando a Ganesha, el dios de la sabiduría.

Relatos chinos del Siglo IV a.C., en tanto, dan cuenta de un intercambio de los corazones de dos pacientes afectados por un desequilibrio de energías, quienes posteriormente habrían injerido una poderosa infusión de yerbas para promover la aceptación de los injertos.

En la cultura occidental, el primer trasplante se atribuye a un milagro de los santos Cosme y Damián, patronos de los médicos y cirujanos, quienes reemplazaron la pierna gangrenada de un sacristán por la de un gladiador etiope muerto en la arena.

Más allá de las historias religiosas, la época moderna de los trasplantes comienza en el Siglo XX, con el desarrollo de nuevas técnicas de suturas y preservación de los órganos, lo que permitió elevar la esperanza de vida para muchos enfermos.

Luego de que diversos especialistas comenzaran a experimentar este tipo de operaciones en animales, en 1933 el cirujano ucraniano Yu Yu Voronoy efectuó el primer trasplante renal de humano a humano, sin embargo, el injerto no funcionó, significando la muerte del paciente receptor 48 horas más tarde. Así, existieron muchos intentos fallidos, hasta que en 1954 Joseph Edward Murray, logró la sobrevida de un paciente por ocho años, luego de un trasplante renal entre hermanos gemelos, intervención que fue desarrollada por el cirujano estadounidense en la ciudad de Boston.

El 3 de diciembre de 1967 es, sin lugar a dudas, una de las fechas más significativas en lo que a trasplantes se refiere, pues ese día en el Groote Schuuur Hospital de Cape Town de Sudáfrica, el cirujano Christian Barnard realizó con éxito el primer trasplante de corazón a Louis Washkansky, un enfermo desahuciado que sobrevivió 18 días y falleció a causa de una pulmonía.

La noticia recorrió el mundo y provocó un enorme revuelo. Al poco tiempo la técnica fue aplicada en Estados Unidos, Europa, Asia y América del Sur. Chile no se quedó atrás: el 28 de Junio de 1968 el doctor Jorge Kaplan Meyer y su equipo realizaron el primer trasplante de corazón efectuado en nuestro país y el tercero en el mundo. La intervención se realizó en el Hospital Naval Almirante Neff en Viña del Mar a María Elena Peñaloza, una modesta costurera de 24 años que padecía de vulvopatía congénita con dilatación del miocardio. La paciente sobrevivió seis meses a la intervención y luego falleció debido a una infección.

Médico y político

El doctor Jorge Kaplan nació el 27 de febrero de 1926 en Santiago, ciudad en la que realizó sus estudios primarios y secundarios, para luego estudiar Medicina en la Universidad de Chile, titulándose en 1951.

El profesional ha desarrollado buena parte de su carrera en centros asistenciales de la V Región, tales como el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso; el Hospital Sanatorio de Valparaíso, en el Servicio de Cirugía; el Hospital Gustavo Fricke, como Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular; el Hospital Naval Almirante Nef de Valparaíso, con los cargos de Jefe de Cirugía, Jefe del Departamento Experimental y Jefe del Instituto de Tórax y Trasplante, y en el Departamento de Ciencias de la Universidad de Valparaíso.

Pero más allá de su quehacer en el ámbito de la salud, el profesional considera a la medicina como una labora social, pensamiento que lo ha llevado a ocupar cargos públicos. En 1996, asumió como concejal de la Municipalidad de Viña del Mar, iniciando así su labor política. El año 2000, por amplia mayoría, fue electo alcalde de la Ciudad Jardín, cargo que desempeña en la actualidad. Asimismo, el doctor Kaplan continúa ejerciendo en el Hospital Gustavo Fricke y en la Clínica Reñaca y preside la Comisión de Trasplante del Ministerio de Salud, trabajo para el que sin duda tiene experiencia de sobra.

- ¿Qué hitos en su carrera profesional lo llevaron a entrar en el ámbito de los trasplantes?
- En la década de los ’60 con un grupo de profesionales estábamos desarrollado la cirugía cardiaca convencional. Nuestra meta era estar en la avanzada de dicha especialidad, con el mismo nivel de éxito que se estaba obteniendo en el extranjero, para mejorar la esperanza de vida de los pacientes cardiacos terminales.

- ¿Cómo recuerda ese viernes 28 de junio de 1968?
- Evidentemente fue un día que significó, en lo personal, una gran satisfacción, pues se concretó una labor que significó meses de esfuerzo. Este fue un logro que abarcó varios ámbitos: en lo experimental, en lo organizacional y en el formativo, ya que se preparó a un equipo multidisciplinario. Todo ello permitió el éxito del trasplante, al mismo tiempo que cumplimos nuestra labor como médicos.

- Y ¿Cuáles fueron los desafíos de una intervención para la cual no se contaba con experiencia previa a nivel nacional?
- Sin duda que los principales desafíos aumentaron, justamente, al no contar con esa experiencia previa. Eso nos obligó a preparar a un equipo de la más alta calidad profesional, revisar acuciosamente problemas inmunológicos, de laboratorio, quirúrgicos y muchos otros imprevistos que se podían presentar. Además, otro desafío fue responder a la inquietud y atención de las sociedades científicas y los medios de comunicación, que estaban al tanto y pendientes de los resultados de este primer trasplante. Un tercer desafío fue responder a las autoridades de la Armada y del Hospital Naval, por la confianza que habían depositado en este equipo.

- ¿Cómo se manejó el tema de la infraestructura?
- También fue complicado, porque tuvimos que crearlo y lo hicimos con el apoyo de nuestros superiores ejecutivos y administrativos.

- Para la época, este primer trasplante fue todo un éxito, aunque la paciente sobrevivió sólo 133 días ¿Cómo vivió usted este hecho? ¿Cuál fue su balance posterior?
- Su fallecimiento se debió a causas no cardiacas, pero sin duda ella contribuyó, junto a los pacientes futuros, a abrir el camino para realizar trasplantes en Chile. De hecho, Nelson Orellana, el segundo paciente al que transplantamos, fue en esa época el quinto de más larga sobrevida, lo que refleja claramente los avances que logramos. Al abordar este caso, estábamos más preparados, teníamos más experiencia en la técnica y en el tratamiento postoperatorio. Además, contribuimos con la variación en la técnica quirúrgica que hizo más rápido el regreso de la circulación al corazón transplantado, por citar un ejemplo.

- Además de su trabajo como médico, usted se ha desempeñado como docente. En ese ámbito ¿Cuál es el sello que busca imprimir en sus alumnos?
- Básicamente, trato de despertar en ellos la preocupación por sus futuros pacientes, abrirles la mente para que experimenten con las nuevas tecnologías, pero sobre todo, inculcarles preceptos éticos que debe tener todo profesional en esta área.

- A 36 años del primer trasplante realizado en el país, ¿Cómo evalúa la situación actual de estas cirugías en Chile?
- Creo que, mirándolo desde la perspectiva científica, se ha avanzado mucho. Los pacientes tienen una mayor sobrevida que los primeros enfermos que intervinimos. Sin embargo, pese a este notable avance, se presentan siempre los mismos problemas: factores económicos que impiden que personas de menos recursos puedan acceder a estas cirugías y falta de donantes, algo esencial para poder realizar trasplantes. Creo que en este último aspecto, deben hacerse más campañas que creen conciencia en la población sobre la importancia y necesidad de donar sus órganos, ya que con eso se están salvando muchas vidas.

- ¿Qué opinión tiene sobre el uso de corazones artificiales y los xenotrasplantes (utilización de órganos de animales) en la medicina?
- Es evidente que, a medida que la medicina va avanzando, es posible que podamos utilizar estas técnicas quirúrgicas para mejorar la vida de las personas. Pronto tendremos órganos artificiales totales y también se progresa en la posibilidad de utilizar órganos animales. Ello cambiará la estrategia actual, que sólo permite obtener un número reducido de donantes.

- Sería entonces una alternativa, considerando la escasa procura de órganos que hay en Chile
Sí, por supuesto.

- Y con las campañas que se han realizado hasta ahora, ¿Cree que la población está tomando conciencia de la importancia que tiene ser donante?
- En parte. A través de los años y gracias a las campañas de difusión y a los medios de comunicación que colaboran activamente, se está tomando conciencia. No obstante, como le decía anteriormente, todavía nos falta mucho por avanzar en este tema.

- ¿Cuál sería para usted la mejor forma de motivar a la gente?
- Haciéndoles comprender que es un deber social permitir que nuestros órganos, después de muertos, sirvan para dar vida a pacientes que los necesitan. La gente debe asumir esto como un acto de responsabilidad que, por lo demás, es un legado póstumo altamente valorado por la sociedad.

- Usted continúa ejerciendo su profesión y además es alcalde de una de las ciudades más importantes del país ¿Cómo logra compatibilizar medicina y política?
- La medicina es una acción social y, para mí, la política es una forma de ejercer, como médico, esta acción en bien de nuestra ciudadanía y el desarrollo de su comuna. En cuanto a la medicina, los transplantes constituyen un verdadero avance médico al servicio de la humanidad. El número de personas que actualmente sobrevive gracias a este tipo de intervenciones quirúrgicas crece día a día, no sólo en Chile sino que en el mundo entero. Por lo que en este campo, el ejercicio de la medicina cumple cabalmente con su finalidad primera: estar al servicio de la vida humana.

- ¿Cuáles cree que han sido sus principales logros como alcalde?
- Creo que hemos dignificado la labor municipal, haciendo un trabajo en equipo. Nos hemos preocupado por el desempleo, buscando fuentes de trabajos. Hemos dado una mejor calidad de vida a la población y desarrollado acciones concretas en educación, salud, cultura y deportes, entre otras áreas. También nos hemos preocupado de hacer obras sociales y urbanísticas en todos los sectores, en nuestra calidad de capital del turismo, considerando que este rubro es la principal fuente de ingresos y desarrollo económico en nuestra región.



Por Carolina Faraldo

Mundo Médico

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