Dr. Francisco Daniels Katz:
“El futuro hospital es un regalo histórico no sólo para la ciudad, sino también para la región”
El odontólogo Francisco Daniels Katz, si bien nació en la ciudad de La Serena, vivió prácticamente toda su vida en Santiago, donde se tituló de cirujano dentista en la Universidad de Chile, casa de estudios donde también se especializó en periodoncia.
Cuando llegó a Rancagua se transformó en un serio conocedor de la zona, ya que su trayectoria profesional la desarrolló en el Consultorio Número 2; en el Hospital Regional, lugar donde estuvo a cargo del servicio dental; y en la Brigada de Aviación del Ejército de Rancagua como Oficial de Sanidad Dental hasta el año 2006, cuando decidió crear un Centro Médico Militar y fue destinado a Santiago, ciudad en la que se acogió a retiro en 2009.
Diplomado en Gestión de Salud, Autoridad Sanitaria y Centros de Salud Familiar, fue docente de pre y postgrado en la Universidad Mayor durante casi 12 años, “actividad que tuve que dejar cuando asumí como Secretario Ministerial de Salud de la Región de O´Higgins a mediados de 2010”, confesó el doctor Daniels.
“A contar de noviembre de 2011 dejé la seremi de Salud para asumir la dirección del Hospital Regional de Rancagua. Llegué el día 24 y, desde entonces, me he preocupado no sólo del bienestar de mis funcionarios, para que tengan las condiciones adecuadas para realizar su labor, sino que también de la comunidad”, manifestó.
“Nuestro gran objetivo es que los usuarios reciban un trato, en que no sólo la atención sea la adecuada y correcta técnicamente, sino que además, sea cálida y cercana. Y, por supuesto, el gran desafío que se nos aproxima es el cambio al nuevo hospital, dentro de poco más de un año” recalcó el también presidente de la Sociedad Chilena de Periodoncia, desde 2009.
Meticuloso, ordenado y muy espontáneo a la hora de conversar sobre los avances que ha experimentado la salud de la región, el doctor Daniels recibió en SAVALnet en su oficina en la dirección del Hospital Regional de Rancagua para hablar de los cambios y desafíos que ha experimentado la zona en materia sanitaria y de los principales lineamientos que la Sociedad Chilena de Periodocia ha buscado imprimir a las futuras generaciones de especialistas.
- Doctor Daniels, ¿hace cuánto tiempo se encuentra a la cabeza de la dirección médica del Hospital de Rancagua y cómo llegó a asumir este importante desafío?
- En 2009 me acogí a retiro como oficial del ejército y a mediados de 2010 fui nombrado como seremi de Salud de la Región de O’Higgins por el intendente, cargo que dejé en noviembre de 2011 para asumir la dirección del Hospital Regional de Rancagua a partir del 24 de noviembre. Hasta ahora, el trabajo ha sido tremendamente interesante. Es un cargo en el que estás constantemente aprendiendo y conociendo. Este es un tremendo hospital, con un volumen importante de actividades y servicios, una gran cantidad de personal que se encuentra enfrentando una serie de desafíos en diferentes ámbitos. Por lo tanto, la experiencia ha sido, hasta el momento, interesante, entretenida y, al mismo tiempo, bastante exigente, porque junto con hacer gestión hay que ir aprendiendo. Así que la exigencia ha sido doble, pero muy reconfortante.
- Al asumir la dirección, ¿cuáles fueron los objetivos que se propuso llevar a cabo?
- Bueno, al llegar lo primero que me propuse fue conocer al máximo al personal y cada uno de los lugares físicos del hospital, para establecer –bajo esa perspectiva- un diagnóstico de lo que teníamos. En segundo lugar, y en base a lo anterior, me propuse ir delineando los caminos que debemos asumir y recorrer. Nosotros enfrentamos desafíos importantes: tenemos que acreditar al hospital en calidad próximamente; al ser un hospital autogestionado debíamos mantener esa condición; y, además, tenemos que llevar a cabo el traslado al nuevo hospital, algo mayúsculo.
- ¿Cuál es el enfoque que usted ha buscado imprimirle a su cargo?
- Yo he tratado de darle un sello lo más personalizado posible. Tratando de estar siempre cercano, con una política de puertas abiertas para que cualquier persona que necesite venir a conversar con el director pueda hacerlo y también con una perspectiva de enfrentar la problemática y los grandes desafíos que este hospital tiene. Este reciento es grande en infraestructura y cuenta con 2014 funcionarios, eso implica –necesariamente- una serie de problemas y situaciones que se arrastran desde hace mucho tiempo. Por lo que al asumir, mi política ha sido enfrentarlas y tratar de solucionarlas en la medida de lo posible, para que cuando nos traslademos al nuevo recinto, en un año más, nos vayamos con el máximo de situaciones resueltas.
- ¿Cuáles son los cambios más significativos que usted ha podido implementar en el principal recinto asistencial de la Región de O’Higgins?
- Yo me atrevería a decir que hemos tenido una cercanía importante con la gente y nuestros funcionarios. Hemos reactivado un modelo de gestión basado en centros de responsabilidad, que fue diseñado hace algún tiempo y que no se había implementado. Hemos logrado establecer un nivel de producción hospitalaria que en términos financieros, si seguimos con este ritmo, nos permitirá contar con un equilibrio entre ingresos y gastos. Hemos ido desarrollando algunas áreas como el funcionamiento de un angiógrafo, que si bien no es un producto mío, ayudamos a consolidar un equipo. Le hemos dado una estructura a este hospital, desde el punto de vista del equipo directivo hacia abajo, que nos ha permitido ser más funcionales. Hemos definido algunas cosas que son importantes en el plano estratégico. Hemos tenido que enfrentarnos –y en eso estamos ahora- a todo lo que es la programación del traslado del hospital. Hemos definido e instalando la gestión de procesos y hemos estado trabajando con los diferentes equipos y unidades para conocer cuáles van a ser sus flujos, necesidades e incluso inquietudes a la hora de trasladarnos. Es decir, hemos querido hacer partícipes a todos nuestros funcionarios de los cambios de nuestro hospital.
- Dentro de muy poco tiempo, usted ya lo decía, contarán con un nuevo recinto asistencial con tecnología de punta que permitirá una mejora sustancial en la eficiencia productiva como también agilizar la entrega de resultados de diagnóstico a los usuarios. A su juicio, ¿qué tan difícil es administrar un hospital público cuando se está tan cerca de Santiago?
- Yo me atrevería a decir que no es muy difícil. Es verdad que en razón del ordenamiento que se ha dado en la parte asistencial de salud, hay algunos servicios que no se justifica que estén en las regiones próximas a la capital, pero este hospital es un recinto de alta complejidad, el de mayor complejidad de la región y, por lo tanto, tiene una serie de exigencias asistenciales que, justamente, tratamos de resolver en nuestra región para que no tengamos que estar sobrecargando a otros centros asistenciales de Santiago con nuestros requerimientos. Con la mirada que hay de la red asistencial, no sólo a nivel local o regional sino que a nivel de macro redes, con la Región del Maule nos potenciamos mutuamente y, al mismo tiempo, colaboramos con la Región Metropolitana. Quizás, lo más difícil puede estar en el recurso humano, porque obviamente la vecindad con Santiago hace que muchos prioricen el trabajar allá y, por lo tanto, no estén dispuestos a venirse o trasladarse a trabajar con nosotros. En ese sentido, sí podríamos decir que tenemos un grado de dificultad, porque Santiago sigue siendo un polo de atracción laboral tremendamente importante.
- Aparte del desafío que implica trasladarse a un nuevo hospital, ¿se encuentran trabajando en algún otro proyecto que quisiera destacar?
- Nosotros tenemos alrededor de 10 desafíos importantes en este momento, que van desde planificación estratégica al cambio de la estructura presupuestaria, que ha variado su centro. Desde ser una producción de pago de prestaciones institucionales estamos pasando a un pago de prestaciones variables y eso está asociado a logros de producción. Como mencioné, nos enfrentamos al traslado, a la gestión de procesos, a esto de los centros de responsabilidad. Nos enfrentamos a la acreditación en calidad y a mantener la condición como hospital autogestionado. Estamos cumpliendo los compromisos de gestión que tenemos con las metas por equipo de trabajo, con los convenios de desempeño, es decir, tenemos alrededor de nueve ó 10 desafíos que están en este momento desarrollándose junto con la contingencia que vive todos los días el hospital. La verdad es que el gran reto que tenemos –y nuestro- gran objetivo es: atender a nuestros pacientes, darles cada vez una mejor calidad, seguridad, eficiencia y dignidad, estamos apuntando a eso.
- Usted es odontólogo de formación y actual presidente de la Sociedad de Periodoncia de Chile. ¿Cuáles son los datos epidemiológicos que se manejan sobre el cuidado bucal de los chilenos?
- En las enfermedades odontológicas o enfermedades bucales nosotros, por desgracia, somos dueños de las patologías más prevalentes a nivel mundial que son las caries y las enfermedades de las encías, que afectan a un volumen muy importante de la población. Las caries afectan a sobre un 90 por ciento de la población y con respecto a las enfermedades de las encías, dependiendo de su complejidad, estamos hablando de porcentajes similares. Si bien no son patologías que afectan mayormente la salud de las personas, desde el punto de vista de la calidad de vida, las mutilaciones o pérdidas de piezas dentarias, pueden acarrear condiciones sociológicas y psicológicas indiscutibles con costos para el país tremendos. Por eso, las enfermedades bucales siguen siendo un problema de salud pública bastante importante y muy difícil de abordar, porque cada una de ellas requiere, si no lo miramos desde el punto de vista preventivo, sino que curativo de una dedicación importante de horas de odontólogo, horas sillón, recursos e insumos bastante. Esa es una de las grandes razones por las cuales nunca se ha podido incluir este tipo de patologías en Fonasa, porque para poder financiar, como ente asegurador, prestaciones de este volumen sería muy costoso para el país y, por lo tanto, habría que, probablemente, cuidar los recursos que se podrían destinar a la solución de otros problema médicos que también son muy importantes y urgentes.
- Usted ya lo comentaba, la enfermedad periodontal es la segunda causa de pérdida dentaria. ¿De qué manera es posible educar a la población en el tema de salud periodontal para evitar estas tristes cifras?
- Yo creo que a través de tres elementos. Por un lado aseo bucal diario, a conciencia y bien ejecutado, con especial dedicación no sólo al cepillo dental, sino que, en lo posible, a algún otro elemento como puede ser el hilo dental, que permite limpiar entre las piezas dentales. No tenemos mucha cultura en aseo interproximal o interdentario. Normalmente nos remitimos al cepillado y nos olvidamos un poco de esta otra parte que es tremendamente importante. Y en segundo lugar, la consulta precoz. Ojalá siempre asistir a los establecimientos de atención odontológica en cualquiera de los ámbitos a nivel primario para que, de esa forma, también se pueda detectar si es que hay alguna enfermedad de este tipo que pueda estar afectando y ojalá llegar lo más precozmente posible, porque justamente como usted bien dice cuando la enfermedad ya está en una etapa más avanzada muchas veces la pieza dentaria se pierde y esta enfermedad por desgracia produce daño a las estructuras que soportan y afirman las piezas dentarias. Cuando se genera o se produce una pérdida del hueso, que afirma la pieza dentaria, esa pérdida es irreversible, no hay cómo recuperarla. Y, en tercer lugar, el autocontrol. Yo creo que es muy importante.
- ¿Cuáles han sido los propósitos más relevantes conseguidos en la institución que preside?
- Nosotros nos hemos avocado a varias cosas importantes. En primer lugar, a definir el perfil del especialista que nuestro país requiere, eso consensuado con las distintas universidades y centros formadores. En segundo lugar, hemos ido realizando una labor importante en el desarrollo científico de la especialidad, a través de la actualización constante del odontólogo general y del especialista a través de cursos y congresos. Además, nos propusimos acercar a los cerca de 600 socios del país para que se conozcan entre ellos, para que se tengan cariño, mal que mal compartimos no sólo la profesión, sino que también un área de la odontología que hemos elegido voluntariamente. Hemos editado, junto a las Sociedades de Implantología y Rehabilitación Oral, la primera revista odontológica a nivel país que está indexada y está siendo consultada en las bases de datos mundiales. Esa revista, de hecho, se ha convertido en un órgano oficial de expresión de la Federación Iberoamericana de Periodoncia de la cual nosotros formamos parte y que reúne a las Sociedades de esta especialidad de toda Latinoamérica, España y Portugal. A parte de eso, el año 2007 hemos postulado a Chile y hemos conseguido que nuestro país sea la sede del Congreso de la Federación, que se hace cada tres años. Es decir, hemos ido instalando a la Sociedad dentro del concierto internacional.
- Doctor, ¿qué nos podría contar sobre los avances que ha experimentado la especialidad en la última década y cuáles cree usted que serán los desafíos futuros?
- Yo creo que los avances de la especialidad están orientados a que se han ido simplificando los tratamientos, cada vez apuntados a realizar menos terapias quirúrgicas. Antiguamente hubo un polo de desarrollo muy importante en cirugía y era –quizás- un gran mecanismo. Hoy, con medidas de tratamiento bastante simples, muchas de ellas incluso pueden ser hechas a nivel de odontólogo general. Cuando se trata de una enfermedad periodontal no complicada, se pueden solucionar problemas simples en cualquier parte del país, porque el odontólogo es preparado desde el pregrado en estos temas. En segundo lugar, cuando el tratamiento es más especializado contamos con una formación elevada de especialistas. Hace un tiempo atrás se formaban cinco especialistas al año, hoy ese número llega tranquilamente a los 60 ó 70 lo que creo es muy bueno, porque esos especialistas pueden trabajar en diferentes ámbitos que nos permitirán atender y absorber la demanda actual, ese es un elemento también bastante importante. Además, en periodoncia se realiza mucha investigación, yo me atrevería a decir que es uno de los campos que más se investiga a nivel mundial dentro de la odontología y eso nos permite estar siempre enfrentados a la posibilidad de no sólo ir reafirmando o confirmando algunos hallazgos, sino que también ir descubriendo nuevas terapias y en esto hemos tenido cada vez una simplificación.
- Por último doctor, ¿qué papel juegan las nuevas tecnologías en periodoncia? ¿Afecta la tecnología tanto como en otras especialidades de la odontología?
- Yo me atrevería a decir que no tanto. Lo que sí ha tenido un polo de desarrollo muy importante es la regeneración de tejidos, en eso se está trabajando e investigando mucho. La pérdida de los tejidos que soportan las piezas dentarias tiene la característica de, por lo general, ser irreversibles. Entonces hay todo un esfuerzo y un polo de desarrollo que está pretendiendo ver cómo eliminar esa irreversibilidad. Allí ha habido una investigación muy importante que se refiere a los diferentes tipos de injertos, materiales y técnicas que permitirían recuperar piezas. Otro aspecto que se ha estado desarrollando masivamente es el tema de la cirugía plástica periodontal o cirugía estética en periodoncia, que no se aboca a la enfermedad como tal sino que a las consecuencias o secuelas de ella. Ahí tenemos un rubro muy importante que se va abriendo cada vez más y que cada día está siendo más asequible.
