Doctor Carlos Saieh Andonie:
“La información sobre los avances en medicina la tenemos en una hora, el desafío es llevarlos a pabellón”
Entrar a la consulta del doctor Saieh, es entrar a un espacio lleno de colores y juguetes que permiten que cualquier niño se sienta cómodo y a gusto con lo que conlleva una visita al pediatra. El especialista declara ser un amante de su profesión y de los niños. “Desde que estaba en el colegio quería estudiar medicina, así que, terminé y estudie en la Universidad de Chile. En este momento sigo ligado a ella, pese a haber abandonado el Hospital. La verdad es que no se me ocurre otra profesión que no hubiese sido la medicina, tanto así que si tuviera que nacer de nuevo, volvería a estudiar medicina”.
El doctor Saieh, está organizando por hoy, los últimos detalles de la 17 versión del curso de nefrourología pediátrica, actividad que reúne a especialistas nacionales e internacionales a modo de intercambiar experiencias y conformar acuerdos en métodos de diagnóstico y trabajo.
- ¿Qué motivó a la creación de este curso que ya cumple su XVII versión?
Siempre, los médicos tenemos la costumbre de aprender de los que están un poco más adelante por que son tutores o en algún momento estuvieron en la sala con nosotros, o hacen cursos o publicaciones de las que uno va aprendiendo. Y eso se va multiplicando en el tiempo. Y en el caso nuestro, cuando llegamos aquí a la Clínica, una manera de entregar conocimientos y compartir lo que uno ha ido aprendiendo, se manifestó a través de un manual de nefrourología, que lo estamos sacando hace muchos años y ya está en su quinta edición, además del curso de nefrourología pediátrica. Lo empezamos a hacer hace 17 años y la verdad es que nos ha resultado con bastante éxito, la gente lo espera, y ya tenemos una población cautiva que asiste todos los años. Esa es nuestra manera de contribuir y entregar información, y además ahondar un poco en criterios, porque invitamos gente de otros hospitales y otras clínicas.
- ¿Cuáles son los principales objetivos de este año y en qué se enfocará?
Al igual que todos los años, el objetivo es reunirnos la gente que hace nefrología y los pediatras que les gusta la nefrología, en torno a alguna de las experiencias de los expositores extranjeros. Es por eso que viene un invitado de Buenos Aires y otro de España, ambos con mucha experiencia. Expondrán temas generales, y nosotros los nacionales, nos reuniremos a discutir los casos clínicos, que es en lo que más se basa este curso, más la intervención de los asistentes. O sea, hay una comunicación entre los docentes y la gente que asiste, yo creo que es uno de los pocos cursos donde hay tanto intercambio de opiniones.
- ¿De qué manera considera usted que estas actividades enriquecen a los especialistas que asisten al curso?
Primero porque hay gente que tiene más experiencia que otras, y se da la posibilidad de intercambiar conocimientos entre los especialistas de las distintas clínicas, entonces se establecen acuerdos que son importantes en determinados tratamientos, qué usar, qué no usar, cuándo realizar ciertos exámenes, y esto se discute y se trata bastante en este curso, y no sólo entre los asistentes, sino que con los docentes y los invitados que vienen también.
- ¿Cuál considera es el rol que juega el pediatra en la prevención de la enfermedad renal infantil?
Cada vez la prevención ha ido ganando más adeptos, y cada vez, la medicina hace más prevención. Yo creo que el pediatra, sobre todo, aquel que está al día, que asiste a cursos, que está leyendo artículos, tiene siempre la posibilidad de hacer prevención para evitar la hipertensión y la insuficiencia renal crónica, que son las enfermedades más frecuentes y donde a su vez, se puede hacer mayor prevención. Por ejemplo, con los estilos de vida saludables, con una buena alimentación, haciendo ejercicio y evitando el sedentarismo, etc. Se pueden evitar daños, no sólo en la parte nefrológica sino que en general. La prevención, puede ser dirigida a la parte nefrológica, pero también abarca a toda la salud y bienestar de nuestro cuerpo.
- ¿De qué manera es posible identificar a los niños con potencial riesgo de ERC?
Solamente examinándolos en base a la historia y lamentablemente con algunos exámenes, porque cuando clínicamente el niño ya está pálido, ha bajado de peso, tiene ciertas características de nefropatía, porque el color, es un color muy especial, se tiene vómitos, náuseas, ya eso es tarde.
- ¿Cuál es la prevalencia de enfermedad crónica en niños en nuestro país?
Es muy parecida a la del resto del mundo, no se diferencia mucho. Lamentablemente, es más frecuente en los estratos de nivel bajo y eso se debe por lo que hablábamos antes, en los niveles más altos hay mayor preocupación por la prevención y los estilos de vida saludable que no se dan en los niveles más bajos, y eso es una deuda que tenemos con la gente más pobre.
- ¿Qué expectativas y calidad de vida poseen estos niños a futuro?
Depende, si es un paciente que tiene una insuficiencia renal, la expectativa de vida esta ligada según el acceso que tena a diálisis y trasplantes. Si es una insuficiencia renal crónica terminal, la posibilidad es muy baja, sobre todo, si no existe la posibilidad de que al paciente se le realicen trasplantes, y eso es la deuda máxima.
- ¿Cuáles son a su juicio los principales aspectos que diferencian el tratamiento nefrológico en niños, del tratamiento nefrológico en adultos?
Es un mundo de diferencia. El niño está creciendo, y el adulto ya creció. El adulto ya tiene un organismo desgastado, muchas veces tienen diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas que hacen que sea totalmente diferente al niño. Por eso que es importante hacer prevención, y tratamientos en los niños, porque podemos tardar el desarrollo de las enfermedades crónicas, y llegar a la edad de adulto en mejores condiciones, pero son dos patologías que no tienen nadad que ver ni en tratamiento, pronóstico o diagnóstico.
-¿Cuáles diría usted que son los principales hitos de la nefrología pediátrica durante los últimos años?
Fundamentalmente en nuestro país el acceso de los niveles socio-económicos más bajos a una mejor medicina en la parte crónica, fundamentalmente en el acceso que tienen a diálisis y trasplantes. Hace 20 años atrás los hospitales públicos tenían muy pocas posibilidades de realizar trasplantes. Hoy, hacen un muy buen trabajo, tienen muy buenos equipos distribuidos en Santiago y en algunos otros sectores, como por ejemplo Valdivia, Concepción, Antofagasta, existen nefrólogos que son capaces de manejar estos niños. Yo creo que eso ha sido una de las buenas cosas. Ahora, dentro de la medicina, uno de los avances más importantes para mí ha sido en la parte de imágenes, me refiero a scanner, resonancia magnética y todo lo derivado a ello.
- ¿Qué aspectos considera se han desarrollado positivamente y cuáles necesitarían de una mayor actualización?
En comparación con otros países, claro, están mucho más desarrollados los países europeos y los de Norte América. Con el resto no tanto, a pesar que Argentina y Brasil siempre tienen un poco la delantera. No es fácil la respuesta, porque se abre un abanico enorme, pero afortunadamente en estos momentos, y eso no es solo uno de los grandes avances en la medicina, si no que en todo, es muy fácil tener información actualizada a través de internet, hace diez o quince años atrás yo tenía una duda y tenía que ir a la biblioteca a buscar, me demoraba 20 días en que me trajeran las cosas, etc. Y ahora lo tengo en el momento. Entonces, el problema fundamental es que todo lo que es información y actualización la tenemos a mano en cualquier lugar, cualquier hospital, pero lo que es está muy difícil es por ejemplo, la cirugía robótica, la endoscópica. Son cirugías muy simples, pero emplean elementos que son muy caros, y ese es el gran problema. O sea, lo fundamental es entregar más fondos para la medicina, y actualizar en algunas técnicas de diagnóstico y tratamiento. Lo que se hace en Alemania, Estados Unidos, Japón, lo tenemos en una hora aquí en el escritorio, pero de ahí a traspasarlo a un laboratorio o un pabellón, ahí está el desafío, y es una deuda con los pacientes.
