Dr. José Luis Vukasovic Ramírez:
“Nuestro deber es con los socios, pero por sobre todo con la comunidad”
En el mundo y Chile, las enfermedades cardiovasculares constituyen un problema creciente de salud y la primera causa de muerte, con tasas de alrededor de 28 por ciento. A pesar que no se aprecia un significativo aumento de su frecuencia, se ha observado que los factores de riesgo se presentan cada vez a más temprana edad. Es así como se ha informado un incremento de la prevalencia de obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y tabaquismo.
Para el doctor José Luis Vukasovic Ramírez, presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (Sochicar), cardiólogo del Hospital del Salvador y de Clínica Las Condes, “este problema de salud pública debemos revertirlo. Y en ese trabajo se encuentra abocada la Sochicar a través de sus comités y departamentos”.
“La prevención de las ECV empieza en la niñez, con la adquisición de hábitos saludables de alimentación y actividad física, evitando prácticas nocivas como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol”, destacó el doctor Vukasovic.
Si bien como cardiólogo sus temas de interés son la insuficiencia cardiaca y la disautonomía, como presidente de la Sochicar ha tenido que abordar la patología vascular desde todas sus aristas.
“Actualmente, estamos trabajando fuertemente en el tema de la prevención. Necesitamos mejorar los índices que tenemos. Como Sociedad nos hemos propuesto hacerlo a través de la educación continua no sólo de nuestros socios, sino que de todos aquellos médicos que se dedican a la especialidad, por eso hemos implementado una serie de avances tecnológicos en el campo de la comunicación. La idea es acercarnos y llegar a todos los rincones del país con los últimos avances de la especialidad”, destacó.
Para conversar sobre éste y otros temas, el doctor José Luis Vukasovic se reunió con SAVALnet.
- Doctor Vukasovic, desde su punto de vista, ¿cuáles han sido los principales hitos de la Sociedad Chilena de Cardiología desde que usted asumió la dirección?
- Yo creo que los cambios más importantes que hemos ido consiguiendo tienen relación con el tratar de articular a todas las ciudades de Chile, de tal manera que podamos compartir conocimientos y experiencias. Para ello, hemos ido creando distintas estructuras dentro de la Sochicar en las ciudades importantes. Fundamentalmente, nosotros no estábamos bien representados en las ciudades del norte como Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena y Coquimbo entonces creamos una red para intercomunicarnos de forma directa y de esta manera conseguir la integración de todos. Nosotros estamos muy bien representados en Viña, Valparaíso, Concepción y Temuco, pero tenemos todavía que mejorar la interconexión en el extremo sur, ese sería la etapa que trataríamos de cumplir durante este 2012.
- Y está interacción ¿de qué manera se manifiesta?
- Nosotros funcionamos, la parte científica y de formación, dentro de la Sociedad en base a departamentos. Cada una de las subespecialidades –prevención, arritmia, insuficiencia cardiaca, eco cardiografía, hemodinamia- posee un grupo específico dedicado a esos temas. Conseguimos que cada vez que se reunían estos grupos, que son muy dinámicos, lo hicieran también por teleconferencia con todo el resto del país. Así dimos con la fórmula para actuar, pues desde entonces los cardiólogos de nuestra Sociedad que están en ciudades aisladas se han podido integrar, presentar sus casos, discutir trabajos, manifestar inquietudes y proyectos de tal manera que, cada vez que se reúnan los grupos afines, no solamente sea un privilegio y beneficio de los socios de Santiago, sino de todas las filiales y capítulos. Ese yo creo que ha sido el mayor logro de la Sociedad: ser capaz de tener una coordinación simultánea y que todos los estamentos funcionen en forma armónica. Eso fue lo que hicimos en forma piloto en 2011 y que en 2012 queremos que esté funcionando en forma total. También tenemos un proyecto interesante de una red de televisión de la Sociedad Chilena de Cardiología que estaría dedicada a esto, la que posteriormente se abriría a la comunidad.
- Al asumir la presidencia de la Sociedad, ¿cuáles fueron los objetivos que se propusieron llevar a cabo junto al resto de su directiva?
- Primero que todo, nosotros detectamos que había una situación de restructuración de la Sociedad en todas sus instancias. Como Sociedad, necesitábamos tener una presencia determinante en las políticas de salud del ministerio. Considerábamos que nuestros cursos de docencia tenían que ser para nuestros socios, pero también tenían que incorporar a cardiólogos en formación y a médicos que están dedicados a la cardiología o que ven pacientes cardiológicos y que no necesariamente forman parte de nuestra Sociedad. Esto nos llevó a descubrir un aspecto amplio al que, inicialmente, no estábamos orientados. Nuestro deber es con nuestros socios, pero además tenemos un deber con toda la comunidad, porque hemos detectado que muchos de los índices de salud que acabamos de percibir en la última encuesta nacional necesitan mejorarse y para ello tenemos que intensificar la formación de todos nuestros médicos, ese es un objetivo importante con respecto a la formación.
- Hasta el momento, cuál es la evaluación que usted hace de su periodo de administración.
- En todos los puntos que le he comentado, creo que tenemos resultados bastante promisorios. Yo creo que hemos cumplido satisfactoriamente en todo lo que es la reestructuración de la Sociedad, nos queda todo el extremo sur. Desde el punto de vista de la integración de los departamentos, los tenemos a todos incorporados y como dije para este 2012 tenemos financiado la intercomunicación global de los mismos. Con respecto al ministerio, la relación es extremadamente positiva. El ministerio de salud nos ha llamado permanentemente, porque se dio cuenta que tenía una posibilidad de tener a un interlocutor válido dentro de sus políticas. De tal manera que ellos nos han ofrecido la posibilidad de que todos sus médicos en formación se acojan a nuestros cursos, cualquiera sea la modalidad. También nos han solicitado colaboración en cada una de las leyes que se están generando en este momento con respecto a las políticas de salud en que, en alguna medida, pueda estar interesada la Sochicar. Hemos participado activamente en la ley antitabaco, estamos participando en el tema de generar una ley para conformar el Auge preventivo. Para nosotros es muy importante aumentar al máximo posible nuestra colaboración en todo lo que al ministerio le interese, en esa parte también hemos tenido un avance positivo. Tenemos otros proyectos bastante ambiciosos, todavía tenemos mucho por hacer, pero creo que hemos ido avanzando bien como equipo.
- Hay alguna tarea pendiente que quisiera desarrollar en su último año como presidente de la Sochicar.
- Nosotros queremos generar un módulo de autoformación con calificaciones, de manera de tener acreditación de la cardiología y re-acreditación de la especialidad en un periodo breve. Consideramos que para mejorar nuestro nivel como cardiólogos, debiera ser importante que, cada cierto tiempo, se vaya generando una suerte de evaluación para asegurar que nuestros conocimientos siguen vigentes y para ello consideramos que sería bueno que a los cardiólogos se les calificaran como para mantener tal condición. Y en ese aspecto, consideramos que la Sochicar tiene un rol importante en generar todas las condiciones para entregar el material para que este conocimiento pueda ser llevado a cabo y en ese aspecto hemos avanzado mucho con la Sociedad Española de Cardiología. Precisamente, durante nuestro último congreso, conversamos con ellos sobre cómo ellos han abordado el tema y de qué manera nosotros podemos replicar ese ejemplo, adaptándolo a la realidad nacional.
- Y este tema de la acreditación, desde qué año se empezaría a desarrollar.
- La acreditación es una condición que se está evaluando en forma muy profunda el ministerio en este momento. Siento que dentro de los próximos años se va a convertir en ley. Nosotros sabemos que esa situación se va a concretar y queremos estar preparados para cuando esto se establezca.
- Doctor, en la actualidad cuáles son los principales desafíos de la cardiología en nuestro país.
- Yo creo que, en este momento, uno de los desafíos más grandes en el país es tratar de revertir el problema de los altos factores de riesgo que presentamos. En este momento, en Chile tenemos una hipertensión extremadamente alta, cerca de un 30 por ciento de la población joven la padece y en individuos de más de 60 años los valores están por sobre el 65 por ciento, lo que es muy alto. En la HTA participan una serie de conductas y hábitos que, de una u otra manera, se van encadenando y nos van generando que tengamos una población que es hipertensa, que tiene colesterol alto, que es diabética. Por otro lado, el tabaquismo en Chile es uno de los más altos en Latinoamérica, entonces tenemos que abocar nuestra energía a desarrollar una serie de medidas, desde el punto de vista preventivo, para resolver este problema lo antes posible. Nosotros hemos visto que entre 2003 y 2010 los números han empeorado y esa tendencia tenemos que revertirla. Esa es nuestra meta. Yo creo que las Sociedades tienen un rol de enseñar a sus médicos, a la comunidad y de tratar de evitar que esto se constituya en enfermedad. Si bien tratar enfermedades es correcto, lo más importante es tratar de lograr que nuestra población sea sana y por eso los esfuerzos se deben destinar a las etapas muy precoces. Tenemos que educar a los niños, inculcarles que es necesario el ejercicio, los hábitos alimentarios saludables y tenemos que romper el hábito del cigarro. Siento que esas son orientaciones que nuestra sociedad tiene muy claro y en ese sentido tenemos a toda nuestra gente movilizada.
- Si bien se han realizado enormes avances en el diagnóstico y tratamiento de las ECV, todavía éstas siguen siendo la primera causa de muerte en los países desarrollados. ¿A qué se debe este fenómeno?
- Yo creo que es la combinación de hechos. Hay que recordar que mucho del tratamiento ha determinado que las personas que antes fallecían por alguna patología, ahora sean capaces de sobrevivir. Hoy, los pacientes después de un infarto agudo al miocardio vuelven a reincorporarse a la vida diaria y laboral, lo que permite que el individuo siga participando con una patología crónica. La población va envejeciendo, o sea, con un promedio de vida de 78-79 años indudablemente eso condiciona que sea mucho más factible que lleguemos a mayores con patologías vasculares. Si bien es cierto, se han controlado algunos índices, la presencia de enfermedad cardiovascular en la medida que una población se va envejeciendo va a ser una realidad y va a ser, junto con las enfermedades neoplásicas, la patología que va a determinar cómo vamos a evolucionar en el transcurso de nuestra vida. Por lo tanto, la idea es que como sabemos que vamos a tener una vida promedio, hay que tratar de prevenir todas aquellas condiciones que sabemos que van a ir progresivamente afectando nuestros vasos y nuestro corazón, de tal manera que no constituya una determinante cierta de tener patología cardiovascular en edades mayores y mucho más temprano si es que nosotros no controlamos los factores de riesgo. Ahora, como dije previamente, también tenemos un problema en los jóvenes, donde los factores de riesgo tampoco están controlados, lo que incide en que todavía tengamos patología cardiovascular en gente joven, porque indudablemente el tabaco aumenta significativamente los eventos de infarto agudo al miocardio y en mujeres si toman anticonceptivos y fuman el riesgo es aún mayor. Si bien hemos mejorado mucho, todavía tenemos mucho por intervenir.
