Dr. Óscar García Paredes:
“Tenemos que estandarizar conocimientos en tecnologías de la información”
Para el past president de la Sociedad Chilena de Pediatría, Filial La Serena es necesario que los médicos y los profesionales de la salud que trabajan con niños conozcan qué son y para qué sirven las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), porque “somos nosotros quienes debemos promover la educación, investigación y el desarrollo de políticas públicas que lleven a los pequeños y sus familias a hacer elecciones saludables”.
A juicio de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), los medios tienen que ser reconocidos como un gran tema de salud pública, pues representan una de las mayores influencias infantiles, donde se entrecruzan otros asuntos que son críticamente importantes para la salud como la violencia, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco y las conductas sexuales de riesgo.
Si bien su potencial para enriquecer las vidas de los niños es, de hecho, enorme y esas posibilidades necesitan explorarse y actualizarse, es necesario encontrar modos de optimizar el papel de los medios dentro de la sociedad, aprovechando sus atributos positivos y minimizando los negativos.
Hace tres años, la Sochipe creó el Comité de Medios y Salud con el objetivo de promover el desarrollo coordinado y colaborativo de los diversos actores que tengan relación con las temáticas de los medios de comunicación y el desarrollo infantil sano e integral.
Preocupado del tema, el doctor Oscar García Paredes, destacado pediatra y cardiólogo infantil de la Región de Coquimbo, miembro del Servicio de Pediatría y del Servicio de Urgencia Hospital de Coquimbo y past-president de la Sociedad Chilena de Pediatría, Filial La Serena organizó un interesante encuentro académico que contó con la participación de la doctora Valeria Rojas Osorio, pediatra y neuróloga infantil del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) y presidenta del Comité de Medios y Salud Infanto-Juvenil de la Sociedad Chilena de Pediatría.
Dentro de las conclusiones alcanzadas durante el encuentro, el doctor García destacó el hecho que la Sochipe se encuentra realizando un tremendo trabajo para promover la generación de leyes que regulen la exposición a contenidos no adecuados para los niños y para destinar fondos para promoción, investigación y educación. La idea, dijo, es lograr que la Sociedad “se convierta en una plataforma de referencia válida para los medios”.
Por ello, para él es importante que tanto pediatras como otros profesionales afines que trabajan con niños, asuman un rol preponderante en el desarrollo sano e integral de los niños del país. Para eso, es necesario “estandarizar los conocimientos y herramientas en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para hacer elecciones informadas y saludables, promoviendo la educación, investigación y el desarrollo de políticas públicas y de difusión efectivas. Sólo así los niños y sus familias estarán mejor preparados para balancear los mensajes recibidos, de tal manera que sean capaces de hacer elecciones que promuevan la salud y bienestar”, comentó el profesional.
Para profundizar y difundir este importante tema, el doctor Oscar García se reunió con SAVALnet.
- Doctor, hace algunas semana usted organizó un encuentro académico en La Serena sobre la influencia de los medios en la salud mental infanto juvenil. ¿Cuáles son los efectos negativos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los niños?
- A mi entender, hay muchos efectos negativos, pero el principal es la adicción que genera en los niños el celular, la televisión, los videojuegos, la computación e internet. Este hecho apunta, sobre todo, a un tremendo desapego familiar y a una cada vez más escaza convivencia con los pares, lo que contribuye al aislamiento personal. Los niños viven su mundo, se distancian de los padres, no hay comunicación ni interacción dentro del hogar. Se pierde la vida familiar como la conocíamos antes. Este aislamiento lleva a los niños a volcarse al mundo virtual de las redes sociales en el anonimato, exponiéndose a bullying cibernético a través de Twitter y Facebook. Además, todo este proceso se traduce en una gran pérdida de tiempo y horas de pantalla, lo que va en directo desmedro de los estudios y el descanso.
- ¿Cuáles son las evidencias actuales de los efectos de la televisión y los videojuegos en el consumo, aprendizaje y conducta de niños y jóvenes?
- Es un hecho que la televisión y los videojuegos influyen –en gran medida- en el síndrome de déficit atencional. La información que hoy tenemos al alcance de un click del mouse es tan amplia, que los chicos no alcanzan a diferenciar nada. Se acostumbran a tener todo de inmediato y, por lo mismo, suelen exigir. No es casualidad que las ventas de muchos productos de consumo utilicen a los niños y adolescentes para que presionen a sus padres a comprar cuál o tal producto. La gran cantidad de imágenes por segundo que reciben, las películas, la violencia de los videojuegos y el contenido sexual que ven en las pantallas llevan al aumento de la agresividad, algo que para ellos es normal, por eso es fácil que caigan en ciberbullying o grooming. Eso sí, es necesario señalar que no toda la tecnología genera efectos negativos. Por ejemplo, en cuanto al aprendizaje, podríamos decir que se podría generar un efecto positivo, al estimular el razonamiento matemático y la agilidad mental con programas tecnológicos bien desarrollados que estén guiados por docentes, eso ayudaría a mejorar el rendimiento académico, pero no sería un estimulante para desarrollar la moral y ética de los niños, es decir, no nos ayudaría a que fueran mejores personas.
- En Chile la encuesta AdimarK-Time Ibope y Mindshare (2007) reveló que los niños de cuatro a 12 años ven cuatro horas de TV por día, el 70% de niños menores de tres años ve TV en forma habitual y el 75% de niños tiene TV en su pieza. Con estos datos tan elocuentes, ¿de qué manera es posible reducir los efectos de los medios ante semejante panorama?
- Lamentablemente, es muy difícil ir contra la corriente y el mercado, ya que la cantidad de dinero que se ganan con los nuevos medios hace que sea casi imposible oponerse a las grandes empresas y empresarios y como estos avances tecnológicos son adictivos, es difícil parar la “bola de nieve” que constituyen las pantallas en general. Pero si concientizamos a los padres a empezar a detener este problema podríamos conseguir logros. Por ejemplo, los niños pequeños no deberían ver televisión antes de los dos años, esto es algo que vienen incentivando las Sociedades de Pediatría del mundo. Los mayores de dos años, sólo deberían exponerse a dos horas de “pantalla” al día. Hay que hacer un cambio radical en las costumbres de las familias. Sería aconsejable que los padres supieran que las habitaciones son para el descanso y el buen dormir, por lo que no deben contar con televisión, computadores y teléfonos, estos artefactos deben permanecer sólo en los lugares comunes de la familia, eso permite asegurar el descanso reparador y, al mismo tiempo, supervisar lo que ven o hacen los pequeños en los computadores.
- Me imagino que los medios también tienen algo bueno que aportar o, a su juicio, el panorama es sólo negativo
- Claro que tienen mucho que aportar. Está comprobado que ayudan al razonamiento y la agilidad mental, como lo planteaba antes. Se pueden utilizar programas en los colegios para aumentar el rendimiento, pero no sé si habrán programas para enseñarles a ser buenas y mejores personas, que, a mi modo de ver, es mucho más importante que lo otro.
- Se dice que la televisión educativa sería el antídoto ante cualquier mala influencia televisiva, siempre y cuando haya un adulto que interactúe e interprete los contenidos. ¿Hay programas que entren en esta categoría?
- Hay muchos programas para ello. Algunos han sido probados en nuestro país, en planes piloto, y han resultado muy buenos para mejorar el aprendizaje y el rendimiento escolar.
- ¿Cuál es el tiempo aconsejable para que un niño esté expuesto a la influencia de los medios?
- Los niños menores de dos años no deberían ver televisión y en niños sobre esa edad es aconsejable sólo dos horas de pantalla al día, es decir, ese tiempo debe dividirse en televisión, en acceso a internet y en videojuegos. Eso es lo ideal. El problema de la exposición prolongada de televisión, tiene que ver también con el tema de los pequeños y la publicidad. Tema bien complicado, porque con tan poca edad los niños no cuentan con todas las herramientas necesarias para discernir.
- Por último doctor, cuál es la regulación de la programación infantil que rige a nuestro país.
- No sé si la regulación actual sigue las normas internacionales. Si bien hay canales exclusivos para niños y a partir de las 22:00 horas están autorizados para trasmitir programas para mayores de 18 años, lo cierto es que en las mañanas y en las tardes vemos programas y películas con alto contenido de violencia y erotismo que están al alcance de cualquier niño con un control remoto. Si todavía no existe una regulación gubernamental, necesitamos es una regulación desde la familia. Esa es la gran herramienta que tenemos que aprovechar, porque el avance y la convergencia tecnológica, lamentablemente, no están de nuestro lado.
