Dr. Alejandro Corvalán Rodríguez:
“Espero seguir validando aún más el nuevo marcador para detectar precozmente el cáncer gástrico”
Una agradable música clásica de fondo y con la alegría a flor de piel por haber recibido hace pocos minutos la noticia de la adjudicación de un proyecto Fondef, el doctor Alejandro Corvalán nos recibió en su oficina. Este médico especialista en anatomía patológica se ha ganado un altísimo prestigio a nivel nacional por los interesantes descubrimientos que ha logrado en el área del cáncer gástrico y nos reunimos para hablar de ello.
Todo comenzó en 2003 cuando se ganó un proyecto Fondecyt para incursionar en el mundo de la epigenética y así encontrar nuevos marcadores para la detección precoz del cáncer. Tras largos análisis y horas pasadas en el laboratorio de la Universidad Católica, encontraron un nuevo gen que “se encontró frecuentemente en los tumores, en el plasma de los pacientes con cáncer y no estaba en los pacientes sanos”, explica Corvalán. Con este gran descubrimiento en mano, en 2008 realizó la publicación, lo patentó y luego ganó otro proyecto para validar los hallazgos. Hoy, con la seguridad de un proyecto Fondef, se prepara para seguir validándolo ahora en una población sana mucho más amplia.
Es que al doctor Corvalán siempre le interesó el área oncológica. De hecho, también ha realizado estudios en relación al cáncer de mamas “porque también es importante tener los contrastes con otros cánceres”, comenta. Asimismo, manifiesta un gran interés por la informática. “Hago una cosa que se llama minería de datos. Hoy todos los datos del genoma humano son públicos, entonces los bajo y mezclo para análisis. Hemos descubierto varias cosas con esto, incluso ha motivado publicaciones”, asegura. En la entrevista el doctor nos cuenta todo sobre el nuevo marcador para detectar precozmente el cáncer gástrico, sus nuevos planes con un proyecto Fondef en mano y detalles del área oncológica.
Dr. Usted descubrió un nuevo marcador en lesiones gástricas neoplásicas y pre neoplásicas que permite diagnosticar con métodos no invasivos la posibilidad del cáncer gástrico. Nos puede contar cómo surge la idea de investigar en esta área y cómo fue el desarrollo.
La historia comienza con este interés del cáncer en general y pensando en cánceres que son prevalentes en Chile. El cáncer gástrico es el más frecuente en nuestro país, ya que tiene una mortalidad de 20 por 100 mil habitantes siendo la más alta de todas. Además, hay una discrepancia grande entre hombres y mujeres, llegando a un 30% en varones. Entonces la idea era buscar marcadores para la detección precoz de cáncer y después de varios intentos de proyectos fondecyt me aprobaron uno en 2003. En él nos propusimos buscar una nueva generación de marcadores, que es lo que se llama la epigenética. Ésta última es una nueva generación de marcadores que se basa en un mecanismo biológico que regula la función de los genes.
Nos podría explicar un poco más en qué consiste la epigenética
Es una técnica súper universal que por medio de un mecanismo químico permite ver como algo positivo un hecho que biológicamente es negativo. Y eso es importante porque la mayor parte del cáncer se produce por elementos negativos, ya sea porque se pierden genes, porque mutan o porque dejan de funcionar. Debido a esto, ver un elemento negativo como marcador de cáncer es difícil porque es lo que uno no encuentra. Este evento químico hace que un evento negativo se convierta en una determinación positiva con una especie de mutación que se induce en el laboratorio. Y eso permite poder usar todos estos marcadores negativos, pero haciendo ensayos que son positivos para esa determinación.
Nos puede contar detalles de cómo fue la investigación que permitió encontrar este nuevo marcador y sus principales conclusiones.
Lo que hicimos fue hacer un screening de 24 genes que consideramos que eran los más importantes en cáncer gástrico y tuvimos la suerte de encontrar uno que sí lo era. Éste se encontró frecuentemente en los tumores, en el plasma de los pacientes con cáncer y no estaba en los pacientes sanos. La publicación sobre esto la hicimos en 2008 y eso motivó posteriormente a una patente que gané en 2009. Después postulé con esos resultados a otro proyecto donde lo que hicimos fue validar este hallazgo. Que en el fondo este gen único que discriminaba en el plasma a sanos y enfermos, lo quisimos validar en una población más grande y extensa. Así lo expandimos a 83 pacientes con cáncer gástrico y el grupo control de 30 a 220. Las diferencias se mantuvieron, pero apareció una cosa bien interesante que es lo que estamos explorando ahora: que esta capacidad de discriminar al grupo sano depende de la población que uno mire. El primer grupo sano que usamos era un grupo de donadores de sangre de la Universidad Católica y en ese grupo los datos muestran que este marcador está en el 10% de la población sana. El número se mantuvo al aumentar el número de muestras, pero cuando fuimos al banco de sangre del Sótero del Río y del San Borja ese número subió hasta un 30%. Entonces el rendimiento de este examen depende de la población que uno estudie. Esto es un dato interesante porque muestra que estos marcadores no son transversales ni sirven para todo, sino que dependen del contexto de la población.
¿A qué se debe esta diferencia entre las dos poblaciones?
Probablemente lo que ocurre es que la tasa de infección de helicobacter pylori, que es el gran agente causal del cáncer gástrico, es mucho más alta en la población del Sótero del Río que la de la UC. Por lo tanto la realidad sigue siendo buena, pero es más compleja.
Dr. Usted se acaba de ganar un proyecto Fondef para seguir investigando sobre este nuevo biomarcador. En qué consistirá y de qué manera aportará con más datos al proyecto anterior.
Se trata de extender y abrir el grupo sano a 4000 pacientes. La idea es identificar un grupo de alto riesgo, hacer en paralelo endoscopía y la detección del gen que descubrí. Con esto generaremos una especie de modelo de riesgo de cáncer gástrico en base a todos estos marcadores. Y una vez que tengamos esos modelos, iremos a otra población, probablemente en la zona centro sur de Santiago, y lo haremos abierto a quien quiera. Así podremos ver hasta dónde funciona el modelo, para luego asignar el rol de este marcador en la detección precoz del cáncer gástrico.
¿Es recomendable la quimioterapia peri-operatoria en cáncer gástrico? ¿Cuáles han sido los últimos avances en esta área?
En general la quimio y radio terapia tienen su espacio en extender la sobrevida de los pacientes con cáncer gástrico. Lo que actualmente está en desarrollo es el uso de la quimioterapia previa al tratamiento quirúrgico, no posterior como se hace generalmente. Otra alternativa muy emergente son las terapias moleculares que son contra genes específicos. Ciertos tumores tienen mutaciones particulares de un gen, y para alguna de esas mutaciones existen terapias especificas, por lo que cada vez hay más énfasis en identificar esa mutación. Así que esta es el área más emergente y con muy buenos resultados. Acá en Chile se hace, pero el problema es que son muy pocos pacientes.
