Dra. Heidi Peschke
El oculto encanto del Bonsai
Tanto en chino como en japonés Bonsai significa, textualmente, árbol en bandeja, aunque también puede referirse al cultivo de árboles en otro tipo de tiestos. Es frecuente oír que éste es un arte japonés, aunque originalmente dicha práctica se inicia en China hace unos tres mil años. Junto a egipcios y persas, este pueblo fue pionero en el desarrollo del arte de la jardinería como señal avanzada de civilización.
El cultivo del Bonsai se basa en una técnica a través de la cual un árbol se mantiene en un tiesto limitando su crecimiento por debajo de un metro, cuando en condiciones naturales podrían alcanzar más de 20. Pero además de eso, se lo considera un arte inspirado en la estética y la filosofía oriental. Fueron estas características únicas de los Bonsai, las que motivaron a la doctora Heidi Peschke a estudiar y practicar esta milenaria técnica.
De carácter afable y comunicativa, la profesional pone en el cultivo de los pequeños árboles la misma pasión que da a sus pacientes, prodigándoles cariño, tiempo y dedicación. Conoce a fondo sus problemas, enfermedades y asume también una actitud de defensa y servicio irrestricto. Habla de un tejo, un arce, una ligustrina o una azalea, con igual entusiasmo, sugiriendo una poda necesaria, un inminente transplante o un alambrado para conseguir la forma deseada.
Sin haber realizado nunca un curso formal de bonsái, para trabajar los árboles ha creado técnicas muy variadas cuando desea lograr un determinado objetivo. “Algunas de estas prácticas funcionan y otras no. Es cosa de paciencia, porque hay que ir aprendiendo paulatinamente”, dice al mostrar en su jardín una bella colección de árboles en distintas etapas de formación, donde cada ejemplar da pie a una historia, anécdota o enseñanza distinta.
Hija de un químico farmacéutico recientemente fallecido, la doctora Peschke nació y estudió en Valdivia. Su interés por la medicina surgió a los seis años, aunque también se sintió atraída por la biología marina, carrera que sólo se impartía en Concepción, por lo que se decidió por su primera la medicina.
Inicialmente la profesional se inclinó por la investigación, como alumna ayudante en la universidad, área a la que continuó dedicándose los primeros años tras recibir su título. Posteriormente se doctoró en Fisiología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago, especialidad que abandonó para abocarse a la maternidad. “Empezaron a llegar los niños, crecieron las necesidades y terminé dedicándome por completo a la medicina. En un principio me arrepentí de haber dejado la fisiología, pero con el tiempo me di cuenta de que abarco un gran campo y ayudo en forma diversa a mucha gente”, comenta.
Luego de trabajar durante tres años en el Hospital Clínico de la Universidad Católica y un año en el servicio de Urgencia del Hospital Luis Calvo Mackenna, se trasladó a Temuco en 1991, donde vive junto a sus tres hijos: Daniel, de 14 años; Tomás, de 12, y Valery, de 11. “Decidimos establecernos acá por una razón bastante sencilla: miramos el diario y vimos la cantidad de vuelos que llegaban a Temuco. Eso nos mostró que era una ciudad próspera y de hecho en ningún momento me he arrepentido. Estoy muy contenta de vivir acá y pienso quedarme toda la eternidad”, explica feliz.
Confiesa que le gusta ser médico de cabecera, atender a niños, padres y abuelitos de distintas familias. “De esa manera puedo ayudar a mucha gente en variadas formas, por lo que me gusta hacer domicilios”, agrega.
Doctora Bonsai

Si bien la técnica del Bonsai nació en China, esta práctica se popularizó en el mundo a través de la cultura japonesa. Expresión de una filosofía de vida relacionada con el budismo y el zen, los Bonsai son el resultado de un trabajo humano que emula lo que la naturaleza hace con los árboles, cuando se deforman por viento, la nieve, los derrumbes o las condiciones climáticas adversas. “Estos ejemplares requieren de muchos cuidados, como el riego diario en el verano”, explica la doctora Peschke.
- ¿Esa es la clave… el riego?
- De acuerdo a las condiciones climáticas puede ser necesario regar las macetas hasta cuatro veces en el día, aunque generalmente basta con dos o tres. Esto es porque las macetas son muy chicas entonces no retienen mucha agua y si les da el sol de mediodía, el árbol se “cocina”. Para que crezcan sanos, es necesario abonarlos después del primer mes, no antes. Una vez que el árbol está establecido, se continúa con el abono hasta dos veces al mes.
- ¿Cómo se manejan otros aspectos como la poda?
- Deben ser podados permanentemente en época de crecimiento, es decir, en la primavera. La poda de raíz se realiza cada vez que se transplanta y dependerá de qué tan activo sea el árbol, qué tanto ha crecido. Algunas especies se transplantan una vez al año y otras cada cuatro o cinco. Existen árboles de interior, aunque también están los tropicales y semitropicales, pero los de climas como el nuestro deben ser de exterior, para evitar el calor.
- ¿Qué la motivó a hacer Bonsai?
- Desde siempre me gustó la jardinería y tener muchos árboles. Me sirve, además, como terapia antiestrés, al mismo tiemo que tiene mucha relación con la medicina, pues ambas cosas son un arte y requieren de mucha paciencia.

- ¿Qué ha ganado como persona al practicar esta técnica-arte?
- Paciencia, cuidado y prolijidad. Trabajar con la naturaleza es muy relajante, al mismo tiempo que se produce una influencia muy grande entre uno y los árboles. Por ejemplo, cuando he tenido pena no toco los árboles, porque podría matarlos. Después del fallecimiento de mi padre, a fines de julio, no toqué los árboles durante más de un mes, pese a que debería haberlo hecho porque estábamos en la fecha de transplantes.
- Si usted no tomó ningún curso especial ¿Cómo aprendió a hacer Bonsai?
- Leyendo libros y buscando en Internet, pero lo más importante es que este es un arte de experiencia. Al principio se hecha bastante a perder, pero luego se adquiere destreza. Es necesaria mucha paciencia. Afortunadamente no han muerto más de dos o tres árboles desde que empecé con esto hace unos seis años.
- ¿Cuál es el camino para conseguir un buen Bonsai?
- Hay que tener en mente lo que uno desea, elegir el árbol que a uno le guste y luego, a través de podas de ramas y raíces, alambrándolos, transplantándolos y con mucha paciencia, se les da la forma deseada ya sea en cascada, literati, vertical u otra.
- ¿De dónde obtiene los árboles para empezar a cultivarlos?
- Existen varias formas. Se pueden escoger en un vivero, plantar una semilla, hacer un acodo, es decir, poner una bolsa con tierra en una rama de otro árbol para que de raíces y luego sacarlo. De hecho yo los obtengo de varias partes. Soy “cachurera” de árboles. He traído algunos desde la montaña, de troncos caídos en plena calle, los cuales he debido aserruchar para transportarlos a casa. De cualquier parte donde vea uno que me gusta y, si tiene potencialidades, lo recojo.
