Dr. Juan Carlos Vélez González:
“Es importante que Magallanes cuente con un polo de investigación de carácter internacional”
En octubre del año pasado un estudio publicado por la BMC Pediatrics, realizado por investigadores chilenos de la Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur de Punta Arenas en colaboración con investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington, sentenció que los hábitos tan comunes en los bebés –como chuparse el dedo, succionar el chupete y tomar mamadera- podrían afectar el desarrollo del habla del niño si se llevan a cabo durante mucho tiempo.
El doctor Juan Carlos Vélez González, subdirector médico y fisiatra de la Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur de Punta Arenas, encabezó la investigación junto a la pediatra Clarita Barbosa.
Este chileno de padres colombianos, estudió medicina en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y se especializó en medicina física y rehabilitación en la Universidad Militar Nueva Granada. Hace ocho años, le ofrecieron formar parte del Club de Leones Cruz del Sur de Punta Arenas, un centro asistencial destinado a la atención de menores discapacitados físicos entre 0 y 16 años de edad, quienes producto de alguna alteración osteo-neuro muscular o de origen genético padecen algún impedimento invalidante.
Si bien el cambio fue radical, no se arrepiente, pues su trabajo le ha permitido incluso atender su consulta privada, desarrollarse como docente adjunto en las carreras de Terapia Ocupacional y Kinesiología en la Universidad de Magallanes, e investigar.
Para el doctor Vélez lo destacable del estudio publicado en la BMC Pediatrics es que se diferencia de otros que han revelado que el amamantamiento podría ser beneficioso en el desarrollo de la respiración coordinada, el acto de tragar y la articulación del habla.
“Nuestra hipótesis es que al chuparse el dedo, el chupete o el biberón, el niño no ejercita todos los músculos de la cavidad oral. Y como sólo está utilizando ciertos músculos no alcanza a desarrollar la musculatura necesaria para la capacidad del habla”.
Sobre la relevancia de este importante tema, el doctor Juan Carlos Vélez conversó desde su oficina en Punta Arenas con SAVALnet.
- Doctor Vélez, hace unos meses apareció publicado en la BMC Pediatrics un estudio, liderado por Usted, sobre las consecuencias que, potencialmente, pueden presentar los niños que se chupan el dedo. ¿Cómo nace la inquietud de realizar este trabajo?
- Este trabajo nace de la necesidad de recolectar información científica objetiva sobre la observación clínica de una alta incidencia de trastornos del lenguaje (dislalias), asociado al uso de chupete y mamadera por períodos muy prolongados de la vida en los niños magallánicos. El trabajo fue liderado por la doctora Clarita Barbosa, pediatra de nuestro Centro.
- Nos podría explicar en qué consistió este estudio, qué metodología de trabajo utilizaron y cuál fue el rol que tuvo la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington en él
- En el estudio se estudiaron 128 niños de tres a seis años de edad, de recintos pertenecientes a los Jardines Infantiles de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) de los cuales se obtuvo información de parte de sus apoderados con respecto a los hábitos de succión como el tipo, es decir, mamadera, chupete, u otro elemento; y el tiempo de uso asociado a la aplicación del Test de Evaluación de los Procesos de Simplificación Fonológica (TEPROSIF). Los datos obtenidos se cruzaron estadísticamente para comprobar asociaciones. Con el programa MIRT de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington venimos trabajando en investigación desde 2006, gracias a un convenio firmado con dicha casa de estudios en la cual compartimos nuestras fortalezas para generar respuestas a problemas de salud de la población de Magallanes publicándolos internacionalmente.
- A su juicio, ¿cuáles fueron las principales conclusiones alcanzadas?
- Los niños que iniciaron el uso de la mamadera después de los nueve meses presentaron una probabilidad menor al 33 por ciento de presentar alteración fonológica. Se encontró además una probabilidad tres veces mayor de problemas fonológicos en niños que chupan dedo por cualquier periodo de tiempo y con el uso del chupete por más de tres años. Por último, hay una asociación entre el uso prolongado de otros patrones de succión diferentes a la lactancia con alteraciones fonológicas del lenguaje.
- ¿Pudieron advertir cuál es la razón por la cual los niños realizan este acto involuntario?
- El uso de chupete y la mamadera son patrones de succión introducidos por los adultos responsables de los niños. Tienen su indicación por periodos que deben estar bien definidos y no perpetuarse en el tiempo para disminuir el riesgo de los problemas descritos.
- ¿Cómo ha sido recibido este trabajo por el cuerpo médico tanto nacional como internacional?
- Ha tenido una difusión muy importante dada la relevancia del tema, especialmente entre pediatras, fonoaudiólogos y padres. Los problemas asociados al uso de la mamadera y el chupete son una consulta frecuente de las mamás y trabajos como este sirven como base para dar recomendaciones fundamentadas en estos temas, que han sido muy poco estudiados.
- ¿Cuáles cree Usted que serán las proyecciones para la región y la pediatría de Magallanes la realización de este estudio?
- Para la región es muy importante el hecho de tener un polo de investigación de carácter internacional con temas como la obesidad y el desarrollo psicomotor de los niños de Magallanes.
- Deformaciones en las encías, dientes y paladar; maloclusión; y dislalias… ¿Cómo un acto involuntario, que se sabe empieza antes del nacimiento o en los primeros tres meses de vida intrauterina, puede ocasionar tan graves problemas?
- La succión es muy importante en el desarrollo psicomotor y en la nutrición, de ahí las campañas de promoción de la lactancia materna. Esta última, en cuanto a desarrollo del lenguaje, se cree que contribuye gracias al ejercicio que realizan todos los órganos fonoarticulatorios, lo que no sucede con la mamadera y el chupete. Adicionalmente, los odontólogos han demostrado alteraciones morfológicas de la cavidad oral con el uso del chupete o la succión de los dedos por periodos prolongados.
- ¿Hasta qué edad es recomendable el uso de la mamadera o el chupete en los niños?
- Aunque nuestra investigación no demuestra una causa-efecto, sino asociaciones de riesgo aumentado, se puede recomendar que la lactancia materna se deba prolongar mínimo hasta el año de edad, la mamadera no debería empezar a usarse de no ser necesario antes de los nueve meses. El chupete debería eliminarse paulatinamente antes de los dos años y chuparse el dedo debe tratar de evitarse al máximo. Esto puede ser difícil de conseguir, pero los pediatras podemos dar recomendaciones a los padres con estrategias para lograrlo.
- De qué forma es posible erradicar, por ejemplo, el uso del “chupete” en pequeños mayores a cuatro años cuando, muchas veces, es un imprescindible o casi un imperativo en jardines infantiles y salas cuna
- Lo más importante es la prevención, es decir, no introducir su uso. En caso de que se haya hecho, debe tratar de retirarse lo más pronto posible. A nivel de jardines infantiles es muy importante que las educadoras estén en conocimiento de esta información. En Magallanes, este estudio fue realizado con la colaboración de la Junta Nacional de Jardines Infantiles por lo que las educadoras manejan muy bien el tema.
- De qué manera un pediatra debe abordar este problema con los padres
- Primero, poniendo en conocimiento a los padres sobre los pros y contras del uso de la mamadera y el chupete. Si ya se identifica, por ejemplo, el uso prolongado del chupete, los padres deben saber que no hay un método progresivo para retirarlo, sino que simplemente deben tomar la decisión de hacerlo sabiendo que va a ser un periodo probablemente difícil, especialmente a la hora de dormir. Esto debería resolverse en poco tiempo, una vez que el pequeño se acostumbre a la nueva situación. Esto lo va a lograr con la paciencia y el amor de sus padres.
- Por último doctor, se encuentra trabajando en algún otro tema
- Actualmente, estamos trabajando en la línea de obesidad infantil y adulto joven. Con el primer grupo, estamos realizando un estudio acerca de la percepción que tienen los padres del estado nutricional de sus hijos y con el segundo estamos desarrollando un estudio multicéntrico con Perú, Etiopia y Tailandia acerca de los hábitos de sueño y consumo de bebidas “energizantes” y su relación con la obesidad.
