Dra. Juanita Pavié Gallegos:
“Para reducir el consumo de tabaco se debe generar un cambio cultural”
La doctora Juanita Pavié Gallegos es reconocida por sus colegas y pacientes por su jovialidad y simpatía. Dueña de una personalidad única, se ha dedicado por completo a la práctica clínica de la especialidad broncopulmonar.
Inquieta y ávida de conocimientos, realizó una estadía de perfeccionamiento en enfermedades respiratorias en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y en el Hospital del Tórax de Santiago. Se incorporó a la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias y viajó a España para desarrollar una pasantía en el Servicio de Neumología del Hospital Central de Asturias.
Desde entonces, ha trabajado en el Servicio de Medicina del Hospital San Martín de Quillota, donde implementó diversos programas sanitarios que le permitieron realizar importantes estudios en materias relacionadas con oxigenoterapia domiciliaria; uso de terapia antimicrobiana convencional y secuencial en NAC; neumonías comunitarias; entre otros.
Desde 1996 es miembro titular de la Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT), organismo que reúne a neumonólogos de Latinoamérica con estudios de postgrado en Estados Unidos y Europa que, una vez que volvieron a sus países de origen, han mantenido desarrollando trabajos de investigación.
Su extenso curriculum la ha convertido en un referente absoluto en lo que a temas respiratorios se refiere. Tanto es así que formó parte de la comisión de Epoc, neumonía, rehabilitación respiratoria y tabaco de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias.
A pesar de su recargada agenda de trabajo, se hizo un tiempo para conversar con SAVALnet sobre un tema que preocupa enormemente a las autoridades sanitarias: el tabaquismo.
“En nuestro país, el tabaco está vinculado con siete de las diez principales causas de muerte en la población”. Este mal hábito es transversal, hasta ahora no hay quien se salve, de hecho, “la prevalencia del consumo de tabaco en funcionarios de salud, comparándola con otros países, es significativamente mayor, predominando en ellos el perfil de fumador diario por sobre el ocasional, hecho que no difiere con lo que pasa en la población general”, comentó.
- Doctora Pavié, Usted ha investigado y documentado bien el tema del tabaquismo. ¿Cuál es la situación actual de este problema en nuestro país?
- Chile es uno de los países con la más alta prevalencia de tabaquismo a nivel mundial. Las cifras son claras: el 45 por ciento de los hombres y el 40 de las mujeres son fumadores. Esta prevalencia es casi el doble de la existente en países como Estados Unidos y es significativamente superior al 30 por ciento de la tasa de consumo ajustada observada a nivel mundial.
- Es un escenario bien desalentador…
- Al desglosar estos datos concluimos que en los últimos 30 años, las mujeres han aumentado el consumo de tabaco desde un 25 a un 40 por ciento, mientras que en los hombres se mantiene en alrededor de 45 por ciento. La situación se torna preocupante en la población escolar, donde la prevalencia alcanza al 35,1 y 40,8 por ciento respectivamente en escolares varones y mujeres entre 8° básico y IV año medio. Es aquí donde hay que trabajar fuertemente, sobre todo si consideramos que dentro de los funcionarios del sector educación, la prevalencia es también elevada.
- Se ha logrado establecer por qué una persona comienza a fumar
- Durante varios decenios, los científicos sociales han tratado de entender por qué algunos adolescentes prueban fumar y otros no. La investigación actual sobre la etiología del tabaquismo se ha concentrado –principalmente- en la identificación de los factores psicosociales de predicción del comienzo del tabaquismo. En un metanálisis de casi 30 estudios, se halló que esta tendencia está determinada por un conjunto de factores sociales y personales como tener padres o amigos íntimos que fuman, poseer poca autoestima, rendir mal en la escuela o haber abandonado los estudios, tener actitudes positivas con respecto al uso de tabaco, comprometerse con otras actitudes de riesgo, carecer de la fuerza de voluntad necesaria para rechazar el tabaco y sentirse nervioso o deprimido. La principal razón que expresan, tanto fumadores adultos como los jóvenes de ambos sexos, es la presión que sobre ellos ejercieron los compañeros y amigos íntimos. Por otra parte, el tabaco es una droga legal, muy fácil de conseguir y su consumo está favorecido por un soporte publicitario explícito o subliminal en los medios masivos de comunicación. A pesar de que los investigadores conocen la mayoría de los factores determinantes que contribuyen al uso experimental de sustancias, todavía no saben cómo interactúan
- ¿Cuáles son las principales consecuencias para salud?
- El tabaquismo constituye la principal causa de muerte evitable en el mundo y en nuestro país está vinculado con siete de las diez principales causas de muerte en la población. Es, por lo tanto, uno de los principales problemas de salud pública. Además, es causa importante de morbilidad por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad isquémica cardiaca en menores de 65 años y de un alto porcentaje de cánceres. El riesgo atribuible con enfermedades cardiovasculares y cáncer se sitúa en alrededor de 20 a 30 por ciento. Otras consecuencias del consumo del tabaco son el aumento en el riesgo de padecer úlceras digestivas; alteraciones del color de la lengua, dientes y papilas gustativas; aparición de faringitis, laringitis crónicas y afonías; alteraciones del olfato; y, en algunos casos, presencia de conjuntivitis debido a los ambientes cerrados.
- ¿Cuál es razón por la que resulta tan difícil a los fumadores dejar esta adicción?
- La mayoría de las personas que comienzan a fumar por motivos psicosociales, continúan haciéndolo por necesidades fisiológicas, químicas y psicológicas. Una vez que se ha comenzado a fumar, se establece una dependencia física producida por la nicotina. Por ello el fumador sufrirá molestias –como el síndrome de abstinencia- al intentar disminuir la dosis habitual. Además, se establece una dependencia psicológica, cuando se convierte en “una necesidad” que llega a tener un efecto reductor de la ansiedad.
- Hablemos de los efectos de la nicotina en las neuronas, ¿Tienen alguna relación con el deseo incontrolado de fumar y los síntomas de abstinencia?
- La nicotina al llegar al sistema nervioso central produce una rápida liberación de dopamina y en el circuito noradrenérgico de noradrenalina. Cuando falta la sustancia se produce un desequilibrio que genera el síndrome de privación. Con los años, el fumador –dependiendo de factores genéticos, culturales y personales- se transformará en adicto con el grave riesgo para su salud y su calidad de vida. En los fumadores livianos y moderados el mecanismo de compensación se produce a través de la liberación de dopamina. En los fumadores pesados, al estar bloqueados estos receptores, sería el refuerzo negativo a través del locus ceruleus el responsable de los mecanismos reforzadores, ya que los receptores dopaminérgicos están desensibilizados, dando origen al síndrome de abstinencia.
- De acuerdo a su experiencia, ¿Qué lleva a los fumadores a dejar este “mal hábito”?
- Múltiples condiciones. La presión familiar, mayoritariamente de los hijos y cónyuge, juega un papel bien importante. Por salud, habitualmente posterior a evento agudo vinculado con el tabaco como bronquitis, neumonía, o alguna patología cardiovascular. Algunos lo dejan por consejo médico y otros por una real conciencia de los daños que el tabaco provoca en la salud.
- Han sido efectivas las campañas impulsadas por el gobierno sobre este tema
- Las campañas han permitido informar sobre los riesgos tanto para fumadores como para los que no lo son, lo que ha llevado a que las personas asuman un compromiso activo y participativo en la generación y mantenimiento de ambientes libres de humo de tabaco. Pero esto no basta, para reducir los índices de consumo se requiere generar un cambio cultural entre la población para que el comportamiento "no fumador" sea imitado como un estilo de vida deseable. Lo positivo del tema ha sido que en la población infantil se instaló el concepto de que el cigarro es malo y que produce daño. Los niños se han convertido en nuestros grandes aliados, porque ellos estimulan a los “grandes” a dejar este hábito. Es de esperar que ellos no se conviertan en futuros fumadores. Actualmente, un dos por ciento de la población –principalmente jóvenes- ha dejado de fumar. Una campaña que ha logrado esa disminución es tremendamente exitosa, porque significa –en la práctica- una importante cantidad de muertes que se evitan.
- A su juicio, en qué medida ha afectado la promulgación de la ley del tabaco a los fumadores chilenos. ¿Ha servido o todavía falta concientizar aún más a la población?
- A tres años de la promulgación de la Ley del Tabaco, la prevalencia de consumo de cigarrillos en escolares bajó de 42 a 35 por ciento, entre 2005 y 2008, mientras que en mujeres descendió de 42 a 41 por ciento, según cifras del Conace. Si bien en el grupo de los escolares se ve una baja significativa, en el resto de los grupos etarios no hay avances. Los hombres mantienen el nivel de prevalencia del cigarrillo y las mujeres, pese a los desincentivos, aumentan su consumo. Pese a estos índices, la comercialización de cigarrillos no ha disminuido, puesto que las tabacaleras continúan vendiendo unos 14 mil millones de cigarrillos cada año. Debe tenerse en cuenta que el impacto no se logra en corto tiempo, recién en cuatro o cinco años podrán medirse de verdad, puesto que los cambios culturales son lentos. Está claro que nuestra ley es aún muy parcial y que debe ser reforzada para lograr reducir la morbi-mortalidad a causa del cigarrillo.
- Por último doctora, este es un problema transversal… de qué manera asumen los profesionales de la salud el tema de la prevención
- Los profesionales y trabajadores del sector salud tienen contacto con muchos fumadores, por lo que debemos asumir la responsabilidad de informar sobre los riesgos que conlleva el consumo de tabaco y de los beneficios que se logran al dejar de fumar. Esta simple intervención, que no toma más de 2 ó 3 minutos, puede lograr que muchas personas dejen de fumar y prolonguen su vida. Es probable que muchas personas puedan dejar de fumar “solos”, pero siempre vamos a encontrar a otros que necesitan ayuda. Es responsabilidad de toda la sociedad otorgarla, porque mientras más fumadores intenten dejar este vicio, más fumadores abandonaran definitivamente el consumo de tabaco, mejoraran su salud, su calidad de vida y, por supuesto, la de sus familias.
