Dr. Juan Salman Abara:
Precursor de la cirugía cardíaca en la IX Región
El doctor Juan Salman Abara es considerado un artista de la cirugía cardiovascular, pues condensa en sus manos y experiencia la historia y los avances de esta área en la IX Región, lo que le ha valido el reconocimiento y admiración de sus pares.
Posee una voz fuerte y dura que acompaña su personalidad "campechana", como el mismo la define. Y claro, es un hombre que nació y se crió en el sur de Chile donde el clima lluvioso, el frío y la humedad, moldean personalidades introvertidas, algo desconfiadas, pero que cuando se abren y entregan a una interesante, conversación muestran la sencillez, humildad y sabiduría en cada una de sus palabras. Así resultó esta entrevista, por sobre todo entretenida e interesante, alejada completamente de los egos y de la altivez que, en otras personas, puede dejar el éxito.
Juan Salman nació en Loncoche, una pequeña ciudad ubicada a 83 kilómetros de la ciudad de Temuco. Allí vivió gran parte de su niñez entre una cancha de fútbol, los amigos, su familia y el colegio. Posteriormente, llegó a la capital de la Araucanía a cursar el cuarto año de humanidades en el Instituto San José, para luego concluir su educación secundaria en el Instituto Nacional Barros Arana de Santiago.
En el año 1955 –y luego de rendir el bachillerato- ingresó a estudiar medicina a la Universidad de Concepción. Etapa que define como "fome", porque aparte de estudiar sólo se dedicó en sus ratos libres a jugar fútbol. “A diferencia de las escuelas de medicina actuales, los estudiantes de aquella época no teníamos medios audiovisuales para complementar y facilitar nuestros estudios. No existían ni siquiera las fotocopias, había que leer mucho, lo que más se acercaba a una fotocopiadora era un aparato llamado mimeógrafo, que permitía imprimir algunos apuntes. Sin embargo, no puedo quejarme de las grandes amistades que forjé como los doctores Hernán Arretx, Ignacio Huenchullán, Eusebio Carrasco, grandes amigos...", recuerda.
Las ayudantías de anatomía y la influencia del doctor Justo Ulloa, mientras trabajaba como cirujano en el Hospital San Vicente de Talcahuano, marcaron la especialización de este profesional. Al cabo de tres años, luego de una estadía en cirugía vascular en el Hospital José Joaquín Aguirre, optó por realizar una beca primaria en cirugía general en la cátedra del profesor Juan Allamand. "Con el doctor Hernán Arretx trabajamos con verdaderos artistas de la cirugía, junto al mismo doctor Allamand, Néstor Flores Williams, Pedro Castillo Ibáñez, entre otros".
Para el doctor Salman una especial mención se merecen los doctores Pedro Castillo Yánez y Mauricio Parada Barrios, ya que en ellos vio “cómo se amalgamaba la ciencia y el humanismo, la honestidad y el gran espíritu de trabajo donde la relación médico-paciente adquirían ribetes de la más alta responsabilidad”.
Por motivos personales regresó a Temuco, comenzó a trabajar en el Hospital Regional, dedicándose a la cirugía vascular. "Me gustó, porque la revascularización de las extremidades inferiores eran importantes. Además, porque en Concepción el cirujano René Riquelme influyó en que yo me dedicara a ello".
“A mediados de la década de los 70’ en el Hospital Regional de Temuco, la cirugía venosa y arterial había logrado un reconocido prestigio a nivel local y nacional, pues las resecciones de aneurisma de la aorta abdominal y la cirugía de bypass llegaron a ser intervenciones rutinarias. De igual modo, también era rutinaria la implantación de marcapasos definitivo, donde además el equipo de cardiólogos de nuestro hospital se destacaba dentro del ámbito científico nacional con sus trabajos de investigación y publicaciones, alcanzando así un gran prestigio la cardiología temuquense”, rememora con orgullo.
Su experiencia en Buenos Aires
En 1975, producto de una gestión personal, fue favorecido con una beca de cirugía cardiovascular por dos años en la Fundación Favarolo, donde además de formarse como cardiocirujano, le permitió conocer a grandes cardiólogos, hemodinamistas y excelentes cardiocirujanos.
El doctor René Favarolo, creador del bypass aorto coronario y gigante a nivel mundial de la cirugía cardiovascular, genera en nuestro entrevistado no sólo gratitud y respeto, sino que también una profunda admiración. Luego de esta experiencia en Argentina, regresó a fines de 1978 a Temuco, con el deseo de realizar la cirugía cardiaca en el hospital. Así, junto a otros de sus pares, se empezó a conformar el equipo humano indispensable para esta clase de cirugía.
Cuatro años más tarde, se iniciaron las gestiones para la importación de una máquina de circulación extracorpórea. Luego a comienzos de la década de los 80’comenzaron a operar los primeros pacientes con CEC, con pleno éxito.
Posteriormente, se estableció un estrecho contacto entre la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera y la Universidad Católica de Santiago. De esta forma el Hospital Regional de Temuco recibió el apoyo decisivo del Servicio de Cardiocirugía del Hospital de la PUC, sobre todo en lo que respecta a la formación adicional de cirujanos, cardiólogos, anestesiólogos y enfermeras.
Actualmente el equipo humano que acompaña al doctor Salman en el área de cirugía cardiovascular del Hospital de Temuco, ya ha superado las mil intervenciones quirúrgicas con CEC, operando pacientes desde Temuco a Punta Arenas. Frente a este auspicioso panorama, el doctor Salman destaca el reciente aporte de las autoridades de salud para el desarrollo de este tipo de cirugía, sobre todo con la inauguración de la nueva Unidad Cardioquirúrgica, la que con su infraestructura humana y tecnológica está permitiendo la disminución en la lista de espera de enfermos para cirugía cardiaca.
"Yo le doy gracias a Dios por estar trabajando sin ninguna dificultad y por los logros que se han conseguido en mi área, lo que no es un mérito personal, sino de un equipo humano", enfatiza.
Reconocimiento
En el año 2003, el doctor Juan Salman fue homenajeado por la Sociedad Médica de Cautín, por su importante labor y como pionero de la cirugía cardiaca en la Araucanía. Para este facultativo significó una gran satisfacción que en su momento hizo extensiva al equipo humano y profesional que lo acompaña.
En ese entonces, el doctor Salman agradeció el homenaje y las muestras de cariño de sus amigos y colegas, pues nunca imaginó que se podía hacer una distinción de este tipo “hacia mi persona, porque generalmente los homenajes de esta categoría se realizan casi póstumos (ríe), no como en mi caso pues siento que aún tengo mucho que entregar. En la vida el camino siempre está lleno de baches, obstáculos, pero el que desea algo siempre lo consigue y yo deseaba fervientemente hacer cirugía cardiaca en esta zona”, cuenta el médico.
“Yo he tenido la valiosa oportunidad de aliviar el sufrimiento de algunas personas y sus familias, de la comunidad toda, porque para eso se es médico”. Por eso, al preguntarle por el significado de la medicina, en su particular estilo cuenta que para él es “poder otorgar ayuda y bienestar a los enfermos, poder brindarle al paciente lo que uno sabe para así mejorar su calidad de vida y prolongarla, volviendo a su núcleo familiar y reintegrarse al seno de la sociedad”.
“Para otros colegas, la palabra medicina –tal vez- signifique publicar trabajos científicos, pero para mí es aliviar el dolor de un enfermo y como cirujano operar a un enfermo es mejorarlo de una dolencia o cardiopatía coronaria. Eso es para mí la medicina”.
Si bien ha conocido diversos lugares por su profesión, el doctor Salman no sólo tiene un vínculo con la Araucanía ligado por sus orígenes en Loncoche o por su trabajo en el ámbito de la cirugía cardiaca regional, sino que más íntimamente porque se considera un “hijo de la lluvia y de los lagos, porque aquí nací, he crecido como profesional y esta es la zona donde me gusta vivir".
