Dr. Emilo Wagner
“El deporte mejora todo”
A pasos apresurados y distraídos avanza por la sala de espera, en el servicio de traumatología de la Clínica Alemana. Una lata de bebida y un brownie de chocolate viajan en sus manos. Saluda al pasar y pregunta a la secretaria qué box está disponible. Es el seis; albo, reluciente y con vista a una cancha de pasto impecablemente verde.
Emilio Wagner Hitschfeld estudió en el colegio The Grange e ingresó a medicina en 1989, probablemente, dice, por influencia de su madre, quien le inculcó el servicio a la salud de las personas.
La Pontificia Universidad Católica lo formó como alumno de pre grado y más tarde como especialista en traumatología y ortopedia, camino que siguió al darse cuenta de sus “habilidades manuales, que podía ocupar en sanar pacientes”. Con una pizca de orgullo comenta que “contrario a las ramas clásicas de la medicina, aquí, con tus manos logras sanar”.
Los primeros años de su beca presentó trabajos relacionados a la cirugía de cadera, en el congreso de la especialidad, pero se inclinó finalmente por estructuras más distales. La subespecialidad de tobillo y pie representó para él “un nicho que no estaba ocupado”, cursando una beca formal en 2003, en el American Sports Medicine Institute- ASMI-, Alabama, Estados Unidos.
Para Emilio Wagner es básico dedicarse a un área de la profesión que otorgue satisfacciones, pero que permita un mayor desarrollo. Actualmente, pertenece al departamento de Traumatología y Ortopedia de la Clínica Alemana y del hospital Padre Hurtado, en comunas tan distintas como lo son Vitacura y La Granja.
Doctor ¿Cómo es la experiencia de trabajar en lugares tan disímiles como estos?
Respecto a la cirugía, hay que ser más inventivo, para salir del paso con menos recursos. Al tener menos instrumentos, o de menos calidad, hay que recurrir a soluciones no estándar. En ese sentido, es muy útil tener una experiencia en el sector público, más que en el privado.
Respecto a los pacientes, son igual de exigentes, pero en una forma distinta. En mi área, los pacientes del hospital Padre Hurtado están mucho más interesados en la funcionalidad final de la intervención, en cambio acá, se preocupan mucho más de la parte estética.
En el hospital, operamos a varios pacientes con fracturas, pero no es posible hacerlo inmediatamente, por lo que esas fracturas son más complejas. Además, por lo general, son personas que están más deterioradas en su calidad esquelética. Entonces, nos vemos enfrentados día a día a operaciones de mayor dificultad, por el tiempo que lleva esperando el paciente y por la baja calidad de sus huesos.
Lesiones frecuentes
Dentro de los traumatismos más comunes, el esguince de tobillo es “lejos lo más frecuente”. Luego viene la fractura de tobillo y las fracturas, traumatismos y esquinces de dedos. Por su parte, los niños consultan más por problemas ortopédicos o malformaciones: dedos largos, dedos cortos – hipoplasia- , dedos pegados – sindactilia- , entre otras.
El esguince de tobillo sucede, habitualmente, en dos tipos de personas. Hay pacientes aficionados a la práctica deportiva, pero que no tienen una buena preparación física, por lo que los músculos apenas logran sobrellevar un esfuerzo adicional. Después viene el grupo de aquellos que tienen un buen entrenamiento físico, pero sufren de alguna alteración en los pies, como cavo varo, en que el pie tiene tendencia a torcerse.
¿Cómo se puede prevenir el esguince de tobillo?
Es genial que todos practiquen deportes, pero para prevenir lesiones, hay que entrenar. Porque si no hacen nada durante la semana, y van a jugar un partido el domingo, no tendrán su musculatura fuerte. Lo recomendable es entrenar tres veces por semana. Media hora de correr, caminar o hacer natación es suficiente. Las personas con alguna alteración congénita, con tendencia a esguinzarse, deben practicar con tobillera.
A nivel poblacional, es el entrenamiento físico lo que más disminuiría las lesiones. Eso serviría además para los dolores de columna, para el esguince de rodilla, para combatir la obesidad y mejorar el sistema cardiovascular. El deporte mejora todo, además de la parte esquelética, previene la diabetes y la hipertensión.
Tendón mitológico
El invencible guerrero Aquiles pudo conquistar Troya, pero no sobrellevar una flecha en su talón, herida por la que murió. Por estar ubicado precisamente en el talón, al respectivo tendón se le denomina tendón de Aquiles, pese a que los epónimos están en franca retirada de la nomenclatura anatómica.
Actualmente, el dolor en este tendón sucede con cierta frecuencia, y es producido por la sobrecarga a la que es sometido, y por degeneración de las fibras de colágeno; lo que puede darse en gente joven y también en la población sobre los 50 años, por el mismo concepto anterior: ejercicio sin entrenamiento adecuado.
¿Qué tan frecuente es la lesión del tendón de Aquiles?
No podría dar una cifra global, pero a la clínica llegan 10 personas al mes que deben operarse el tendón, aproximadamente. Como consulta, es frecuente el dolor en el tendón de Aquiles, pero que se rompa es menos usual que un esguince de tobillo.
¿Es el tendón que más se rompe en el organismo?
En forma espontánea, sí. El ambiente influye mucho, la urbanización. El practicar deportes en superficies rígidas genera muchas lesiones por sobrecarga.
¿Qué lo hace ser tan vulnerable?
Anatómicamente, debe generar demasiado torque y demasiada fuerza para hacer que uno logre caminar, y eso es porque el pie tiene aproximadamente 30 cm de largo, y el tobillo está al final del pie, y no en el medio. El tendón, para lograr el impulso necesario para caminar, debe generar 6 a 7 veces la energía equivalente al peso del cuerpo. Sólo para caminar, el tendón de Aquiles, de una persona promedio de 70 kilos, debe generar una fuerza equivalente a 490 newton. Para correr se eleva exponencialmente, y mucho más para saltar. Es un tendón en desventaja biomecánica.
Con los pies puestos en la sociedad
Desde noviembre 2008, el doctor Emilio Wagner se desempeña como presidente del Comité tobillo y pie de la SCHOT. Han sido meses de un arduo trabajo, en los que el doctor se ha dado cuenta “lo difícil que es organizar eventos y que todo funcione según un calendario. Además, a las personas a las que uno les pide cooperación a veces no alcanzan a estar preparadas a tiempo”.
Considera que esta experiencia le ha sido muy útil, y tiene planes precisos para su período. “Mis objetivos son dejar el comité más autónomo, en cuanto a su funcionamiento económico, con algunas ideas que estamos llevando a cabo, como los cursos on-line. Tengo esperanzas de que el comité quede funcionando en forma más independiente, que genere recursos, y así poder sustentar por ejemplo, nuestras reuniones fuera de Santiago. Además, lograr difusión de las actividades del comité”, comenta esperanzado.
¿De qué se tratará el curso que dictará en junio en el Centro Saval Manquehue?
Es un curso organizado por el comité de la SCHOT y está orientado a traumatólogos generales. Será dictado por especialistas nacionales en tobillo y pie. La idea es que los traumatólogos generales puedan tener acceso práctico a las técnicas más usadas en corrección de deformidades frecuentes en los pies, como dedos en martillo, dedos en garra, etc. Esto no se ha hecho nunca en Chile, y nos damos cuenta de lo necesario que es.
