Dr. Eduardo Alarcón Peña:
Un médico a todo terreno
El doctor Eduardo Alarcón Peña, destacado ginecólogo quilpueíno, nació en el desaparecido Hospital Deformes de Valparaíso, recinto que fue destruido por el terremoto de 1985 y que en cuyo terreno se construyó el actual Congreso nacional.
Perteneciente a la tercera generación de médicos egresados de la Universidad de Chile, sede Valparaíso, el profesional decidió dedicarse a la ginecología, especialidad a la que se acercó cuando fue destinado como médico general de zona en el Hospital de Quilpué.
Encontró en ella una especialidad donde no sólo se practica medicina, sino que también cirugía y algo de urgencia que “a mí, en lo particular, me gusta mucho. Mi otra alternativa era la pediatría, me encantaban los niños y la verdad es que creo que también hubiese disfrutado con ser pediatra”, confiesa.
Para él, todo paciente puede ser un problema serio y hay que estar mentalmente siempre pensando en eso. “Mi hijo me pregunta si es que tengo miedo cuando opero, yo le digo que siempre. Uno tiene que estar atento ante cualquier cosa que se pueda complicar, por eso el día que se pase ese miedo que te mueve, las cosas van a salir mal”.
La adrenalina de enfrentarse diariamente al peligro y al desafío de una urgencia lo han llevado a internarse en el mundo del deporte aventura donde son varias las disciplinas que practica: pesca, buceo, cabalgatas, ascensión, raid 4x4, además de otras.
El doctor Alarcón compartió con SAVALnet su afición por los deportes al aire libre, sobre todo por las tuercas y los Land Rover, vehículo ligero desarrollado por la firma para transportar no sólo armamento pesado, sino que también personas. No es raro ver todavía a los organizamos de ayuda humanitaria utilizar estos modelos como ambulancias con capacidad para cuatro camillas o dos camillas y cuatro heridos sentados.
- Doctor, cuéntenos en qué momento comenzó a interesarse por el deporte aventura
- Mi afición por el deporte y los jeep, en realidad, comenzó hace más de 25 años. Soy un apasionado por los deportes al aire libre, sobre todo la pesca. Para practicarla necesitaba llevar mi bote a lugares difíciles, Me di cuenta que necesitaba un vehículo todo terreno. Adquirí uno y, en un plazo de tres años, llegué a tener ocho, de los cuales seis eran Trooper y dos eran Land Rover. Con toda la familia salimos a jeepear, mis tres hijos, mi señora y yo formamos un equipo que ha recorrido buena parte de Chile.
En esta travesía familiar, me imagino que ha descubierto lugares extraordinariamente hermosos…
- Hicimos todo el norte. En una ocasión estuvimos 17 días viviendo sobre los jeeps llegando hasta Arica, subiendo al Chungará, bajando por los parques de altura del altiplano. Dormimos en lugares increíbles, a los cuales de ninguna otra manera, si no es por estos vehículos, podríamos haber llegado. El hecho de usar este tipo de afición y disfrutar con la familia te permite vivir de otra manera, te ayuda a fortalecer el espíritu de equipo y la solidaridad al compartir experiencias comunes que son realmente inolvidables.
- Escuchándolo dan ganas de subirse a un Land Rover para conocer y realizar un turismo diferente al tradicional
- El llegar a lugares que de otra manera uno no podría llegar te lo da la confianza de tener o manejar un vehículo así. Creo que el turismo de resort es muy bonito, pero para quienes vivimos de otra manera el contacto con la naturaleza y el descubrimiento de nuevos paisajes en un país como el nuestro es algo impagable. El no aprovecharlo es un desperdicio. Tenemos desierto por el norte, cordillera, mar y hielos por el sur. A excepción de la selva, no podemos envidiar a otros países.
- La historia de estos jeeps se remonta a la época de la post-guerra, qué otro antecedente nos podría contar usted sobre estos modelos
- La casa Rover se inició –fundamentalmente- con vehículos militares. Los Willys, diseñados durante esa época, fueron ocupados como vehículos todo terreno para el transporte de personas y armamento. Con una mecánica básica, podía penetrar en lugares de difícil acceso. Hay algunos de ellos que se conservan hasta hoy como piezas de afición que siguen funcionando.
Es por eso que se ha creado como un verdadero boom por restaurar estos vehículos entre los jóvenes
- Existen clubes de Land Rover alrededor del mundo y Chile no se ha quedado atrás. En su minuto eran de lo más avanzado que existía. Hoy, son bastante exclusivos y difíciles de encontrar y quienes tienen alguno los mantienen en buenas condiciones y no los venden.
Los modelos antiguos se han transformado en verdaderos clásicos, mientras que otros han evolucionado en el tiempo, pero siempre manteniendo el sello Rover. El Defender, por ejemplo, tiene una estructura básica con mayor sofisticación, pero mantiene su característica rústica y firme que da la posibilidad de llegar a muchos lugares. Si lo que se busca es la comodidad, uno debe inclinarse por un modelo como el Discovery en su serie básica I, II y III, que permite acceder a múltiples lugares a lo que se une el confort y seguridad en un todo terreno de última generación. Desgraciadamente, los precios de ellos han llegado a niveles muy altos, sin embargo la demanda se mantiene, porque las características que posee, difícilmente se pueden encontrar en otros vehículos.
- Cuando Usted adquirió su primer Land Rover, ¿qué características tenía?
- Mi primer Land Rover lo adquirí en 1995 y era un Discovery II que es un vehículo de siete plazas. Aún lo conservo. Tiene dos asientos plegables en la parte posterior; un motor V8 4000 con doble tracción permanente; bloqueo diferencial, con altura fija que permite una suspensión alta con capacidad de vadeo de 80 centímetros. Posee un ángulo de ataque de 30 grados y un ángulo de salida importante. La distancia entre las dos ruedas no es muy larga, por eso se sortean dunas sin peligro de quedar atrapado, es decir, tiene una buena capacidad de vadeo, un buen ángulo de ataque y un buen ángulo de salida.
- Estos temas tan técnicos parecen estar reservados sólo a los hombres…
- La gracia es que los Land Rover han permitido a las mujeres equipararse a nosotros. Mi experiencia –con mi hija y señora- ha sido fantástica. Si bien, al principio, fueron mal miradas, ellas demostraron tener una tremenda capacidad de manejo y, en muchas oportunidades, fueron quienes auxiliaron a distinguidos varones de sus problemas.
- ¿Cuál es la diferencia entre un jeep y un Land Rover?
- Los jeep, denominados como vehículo todo terreno, se usan como nombre genérico frente a los vehículos que tienen doble tracción. Los Land Rover siempre fueron los vehículos en primera línea de desarrollo e incorporación de tecnología. Hoy, por ejemplo, un Discovery III tiene una programación que permite decidir de acuerdo al tipo de terreno al que uno se enfrenta, de acuerdo al tipo de fuerza que le da el motor a las ruedas y al tipo de suspensión que va a tener frente al pavimento, arena, barro o roca. De tal manera que con sólo mover una palanca uno modifica el vehículo: en el fondo tienes cuatro vehículos en uno. De más está decir que cuenta con doble tracción permanente y que tienen una suspensión que varía de acuerdo a la necesidad del terreno.
- ¿Cómo se une está afición por las tuercas con su trabajo médico?
- La medicina y el deporte se asemejan en algo que comenté al principio: cuando uno está conduciendo todo puede transformarse en una emergencia. No hay conducción simple, así como tampoco existen pacientes simples. No hay operación pequeña, todo se puede complicar. Ambas disciplinas se asemejan. En medicina uno se enfrenta a una travesía, se prepara, tiene una estrategia, hace un plan de trabajo para alcanzar el éxito y en este tipo de deportes pasa lo mismo hay que anticiparse a los posibles problemas y tratar de resolver mentalmente para ver qué acciones se deben seguir. En una tienes que llegar a destino, mientras que en la otra tienes que salvar una vida.
- Por último, cuáles son los beneficios que Usted ha tenido realizando este deporte
- Tener un vehículo de este tipo te permite ampliar tu mundo. Normalmente, al salir de la carretera conoces nuevas rutas. Yo he realizado travesías desde Quilpué a Concón por los cerros. Algo totalmente desconocido, pero lo tenemos al lado. He hecho recorridos por el río Aconcagua desde Concón hasta Portillo. Pasa como en la vida: si no tienes posibilidad de mirar desde otro ángulo, pueden haber muchas cosas bellas que pasan por el lado de uno todo el tiempo, pero que uno simplemente no ve. Eso también es parte de la mística de este tipo de actividades que te permiten descubrir nuevas experiencias. Yo soy de los que espera poder jugar toda la vida, porque cuando dejas de hacerlo no eres completamente feliz.
