Dr. Agustín Fadic Ruiz:
“La amistad e ideales vocacionales nos han ayudado a perdurar en el tiempo”
Durante el mes de agosto, se celebraron los 30 años de existencia del Centro de Diagnóstico Digestivo (CEDID) de Viña del Mar, institución que inició sus actividades en 1978 gracias a la iniciativa de los doctores Aldo Lucchini, Samuel Avendaño, Luis Medina y Sebastián Ortiz, médicos gastroenterólogos de las Unidades de Endoscopía de los Hospitales Carlos van Buren y Naval de Valparaíso.
Actualmente, la institución es dirigida por el doctor Agustín Fadic Ruiz, destacado médico gastroenterólogo formado en la Universidad de Valparaíso. El profesional cuenta que mientras trabajaba en el Hospital de Quilpué se necesitaba un médico gastroenterólogo.
“Inmediatamente todas las miradas se volcaron hacia mí, porque como mi papá era gastroenterólogo pensaban que algo de la especialidad estaba en mis genes. Yo creo que, al igual que en cualquier otra actividad familiar, así como los músicos generalmente salen de familias de músicos, si bien hay excepciones, en la medicina también pasa. El hecho que mi papá sea médico, influyó en nosotros: de los cinco hermanos, tres somos médicos y yo seguí la misma especialidad que mi padre. Si bien mis hijos todavía son muy pequeños, el mayor quiere conectarse con la medicina”.
Para revisar algunos pasajes de la historia de la institución, sobre todo los inicios y avances de la era moderna de la endoscopia con la introducción de la fibra óptica e instrumentos flexibles, el doctor Fadic conversó con SAVALnet desde su oficina en CEDID.
- Doctor Fadic, ¿Hace cuánto tiempo se encuentra a la cabeza de la dirección médica de CEDID?
- Desde el año 2004. Lo que pasa es que antes había direcciones con períodos cortos. Y, desde ese entonces, se determinó darle continuidad a la dirección, por eso he estado a cargo estos últimos cuatro años.
- ¿Cómo se ha sentido con esta designación?
- Hasta el momento súper conforme. No sé hasta cuando voy a estar en el cargo, pues éste es anualmente sometido a análisis de los miembros del CEDID. Hasta el momento la gestión ha sido buena, por lo que he continuado en el cargo sin mayores objeciones por parte de los miembros. Creo que me he sentido muy bien en el cargo, porque hemos trabajado en mutuo acuerdo entre los socios y el director. Además, el administrar dentro del ámbito de la salud es una actividad que a mí me gusta mucho. Realicé una labor similar en una Isapre; ocupé un cargo administrativo en el Hospital de Quilpue, donde fui jefe del Servicio de Medicina y subdirector médico del establecimiento. Por lo que, de cierta forma, siempre he estado ligado al ámbito administrativo de la salud. Me gusta y lo encuentro sumamente interesante. Pero es mucho más satisfactorio trabajar en grupos pequeños, donde uno puede hacer más cosas y ver sus resultados.
- Dentro de los logros alcanzados por el centro en los últimos años, ¿cuáles son aquellos que Usted destacaría?
- Yo creo que el más importante que debemos destacar es el hecho de permanecer activos durante un período tan largo. El que uno se mantenga activo 30 años es un gran logro, pues cada año se va agregando a este trabajo un nuevo grano de esfuerzo y satisfacción y, por qué no decirlo, de innovación, pues se necesita estar constantemente entregando adelantos de la especialidad para mantenernos vigentes. Creo que somos el equipo gastroenterológico más grande, el que hace la mayor cantidad de endoscopias y que tiene presencia en las clínicas y hospitales de mayor prestigio de la V Región.
- El CEDID acaba de cumplir 30 años. Nos podría contar como se gestó su formación y quiénes fueron sus precursores
- Lo que relatan los fundadores, así como en la antigüedad, a través de la transmisión oral que se ha traspasado por generaciones, es que a fines de la década del 70’, específicamente en 1978, el doctor Aldo Lucchini, motivó, formó y llamó a los gastroenterólogos de la zona formados por él para crear este centro. De ellos, se ‘engancharon’ de la idea los doctores Samuel Avendaño, Luis Medina y Sebastián Ortiz. Todos ellos formaron una Sociedad y arrendaron una casa en Miraflores y ahí empezaron a trabajar. Después de unos años se vinieron a la dirección actual, compraron los primeros endoscopios flexibles que en esa época se estaban desarrollando. Recordemos que en la década de los 60’ se usaban los endoscopios rígidos, pero ya a finales de los 60’ y principios de los 70’ empezaron a aparecer los endoscopios flexibles que al comprarlos y utilizarlos en la zona, se revolucionó la medicina y eso empezó a dar un auge al equipo que, de a poco, iba creciendo. En ese entonces no existían instituciones privadas. Este fue uno de los primeros centros médicos de una especialidad, lo que fue una idea totalmente revolucionaria para la región. Eso creo que fue lo más importante: el hecho de que hayan sido tan visionarios para formar este grupo a finales de los 70’ y que se haya mantenido, es un logro muy importante. La amistad e ideales vocacionales nos han ayudado a perdurar en el tiempo.
- ¿En que punto de desarrollo se encontraba la gastroenterología en la zona a la llegada de este centro?
- La gastroenterología no se encontraba tan desarrollada en la zona, por lo que estos emprendedores especialistas se dieron cuenta que era necesario crear un centro con las características que te comenté.
- A su juicio, ¿cuáles han sido las mayores contribuciones que CEDID ha hecho a la comunidad en estos 30 años?
- Una de las contribuciones más importantes es que dentro del mismo CEDID los gastroenterólogos que forman parte de él se subespecializaron dentro de este mismo centro médico. Por esta razón, los pacientes pueden encontrar solución a sus enfermedades digestivas en un mismo lugar. Además, somos médicos de referencia para las nuevas generaciones. Gran parte de los médicos de CEDID tiene un rol formador para gastroenterólogos jóvenes acreditado por el Departamento de Gastroenterología del Hospital Naval y –de hecho- muchos de los médicos que nosotros formamos se han incorporado a CEDID. También tenemos muy buenas relaciones con la Sociedad Chilena de Gastroenterología lo que también es bueno, porque cuando hay patologías que exceden nuestras capacidades o hay que tomar exámenes de mayor complejidad es fácil para nosotros vincularnos con los especialistas de Santiago.
- ¿Quiénes forman parten de CEDID actualmente?
- Hoy el centro lo integran los doctores Andrés Palacios, Francisco Fuster, Iván Aguancha, Karen Hola, Luis Mediana, María Teresa Vergara, Waldo Gallardo y yo. También colaboran los doctores Sebastián Ortiz, Pamela Cofré, Claudio Etcheverry y Oscar Solari.
- En la actualidad, ¿Qué es lo que caracteriza a los médicos que trabajan en CEDID?
- Somos profesionales con una sólida condición humanista y científica, como la que inspiró a los fundadores, quienes fueron nuestros maestros y nos invitaron a continuar este hermoso proyecto. Nos preocupamos permanentemente de estar bien formados, tratando de estar en la punta del conocimiento, de participar en las Sociedades científicas para poder brindarles a los pacientes una atención de calidad. La idea es que el paciente se sienta como en su casa. Desde un comienzo, ha primado la intención de entregar una atención acogedora, que el paciente se sienta cómodo, acogido con calidez, por parte de los funcionarios y los médicos. Tratamos de dar esa atención, creo que también es algo que nos caracteriza. Los pacientes son bien fieles, por lo que se ha logrado una buena relación con el paciente gracias a esa característica.
- Por último doctor, ¿Cuáles son los desafíos futuros que se ha propuesto cumplir durante su período?
- Queremos contar con un nuevo centro en Valparaíso, zona que sentimos que ha estado un poco abandonada en el último tiempo en cuanto a inversión en salud. Por lo que nuestra idea es asociarnos con algún otro centro médico ofreciendo consultas, ecografías y endoscopias. También queremos tener presencia en la mayor cantidad de instituciones de la zona, y para eso, a lo mejor, vamos a requerir un número mayor de gastroenterólogos por lo que tendremos que incorporar lentamente a nuevos socios en la medida de nuestras capacidades y nuestros tiempos. Lo que esperamos es ir creciendo de manera funcional para ayudar a nuestros pacientes estando presentes en clínicas y hospitales de la zona, que son –en definitiva- las estructuras que están otorgando la salud, pero siempre manteniendo nuestra independencia. Eso le hace bien a todos.
