Dra. Laura Caballero Canales:
“La escritura me ha dado la capacidad de empatizar con los pacientes”
Recientemente se realizó en nuestro país el V Congreso Latinoamericano de Médicos Escritores, organizado por el Grupo “Sueños” de Médicos Poetas de Chile, la Asociación de Médicos Municipales de Argentina (AMM) y la Liga Sudamericana de Médicos Escritores (LISAME). La actividad contó con la participación de más de 50 entusiastas participantes, muchos de los cuales fueron acompañados por sus familias.
La doctora Laura Caballero Canales, médico pediatra y miembro del comité organizador, durante los últimos tres meses tuvo que dividir su tiempo entre el Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital San Camilo de San Felipe, el Centro de Referencia de Salud “Dr. Salvador Allende” y el trabajo que le demandó la difusión de este encuentro.
En las jornadas se logró “una difícil mixtura entre la gran calidad literaria de los trabajos, el compañerismo, los bellísimos paisajes, la música variada, la comida exquisita, el trueque. Es difícil resumirlo”.
Para contarnos sobre su afición por el mundo de las letras y los pormenores del encuentro que reunió a médicos de toda Latinoamérica, la doctora Caballero conversó con SAVALnet.
- Doctora Caballero, ¿cuándo nació su interés por las letras?
- Siempre me ha gustado leer, y empecé a escribir hace unos siete años. He participado en talleres de cuento infantil y poesía, y pertenezco hace unos cinco años al grupo “Sueños”. Anteriormente alcancé a organizar cinco encuentros literarios en el Club Médico, en que incluso editamos unos libritos con los trabajos que se leían. Por supuesto que nada comparable a nuestro “hijo recién nacido”, un libro con todas las de la ley, de 250 páginas, que incluso estamos pensando en llevar a algunas librerías para tentar suerte. Es difícil autoeditarse en Chile, pero en grupos es alcanzable del punto de vista financiero.
- Al momento de escribir, ¿cuáles diría que son sus principales influencias literarias?
- No lo tengo muy claro, ya que por una parte escribo poemas con un aire algo zen, muy minimalistas y, por otro, cuentos para niños con bastante humor, en que generalmente aparecen gatos. En los cuentos me gusta dar un giro inesperado y jugar con el elemento sorpresa, pero siempre tratando de tener una visión optimista. La realidad es suficientemente dura para hacerla más negra, así que creo que es mejor ver el vaso medio lleno…
- En qué momentos suele disfrutar de este arte
- En cualquier momento, eso es lo entretenido. Las ideas nacen a partir de una escena vista en la calle, una conversación escuchada al pasar, el relato de un paciente. A veces, como ejercicio, en nuestro grupo proponemos un “pie forzado”, que puede ser una frase, el inicio de una canción, incluso algún personaje extraño, y a partir de eso, se arma una historia. Lo genial es que se obtienen historias absolutamente diferentes. En ocasiones, se me ocurre algo bueno mientras manejo de madrugada a San Felipe, y me estaciono en la orilla para anotar un par de frases, una especie de telegrama, para no perder la idea.
- Existe alguna relación entre su quehacer médico y su gusto por la poesía y los cuentos
- Es la parte humanista que todos tenemos, o al menos, deberíamos tener. Si no la expresamos de alguna manera, se da el caso del médico impersonal, que sólo tiene información, no conocimientos.
- ¿Qué elementos le ha aportado la escritura a su desempeño profesional?
- La capacidad de empatizar con los pacientes. Es más fácil para ellos entender su enfermedad si se les explica con un cuento o un poema. En nuestro reciente congreso un colega, neurólogo, escribió un poema sobre la depresión estacional, llamado “Princesa de Otoño” y Katia, internista de Ancud, un cuento sobre el Síndrome Metabólico. Yo escribí, hace años, un cuento de princesas para explicar el Síndrome de Déficit Atencional.
- ¿Ha utilizado alguna vez la poesía como terapia con sus pacientes?
- Hay un grupo en Valparaíso, Creavisión, que lee poemas a los pacientes hospitalizados. Se ha visto que mejora mucho la recuperación de los pacientes. El ejemplo más cercano lo tengo en mi madre, que se ha rehabilitado de sus A.V.E. escribiendo poemas que envía0 a toda la familia por correo electrónico. De este modo, ella les cuenta las pequeñas noticias domésticas, y se siente más vigente. Deja de ser “la enferma” y vuelve a ser “la escritora” que solía ser.
- Sabemos que participa activamente en encuentros de médicos poetas que se realizan a nivel nacional y que como parte del grupo “Sueños” estuvo a cargo de la organización del V Congreso Latinoamericano de Médicos Escritores. Nos podría contar un poco sobre la realización de este encuentro
- Nuestro grupo, “Sueños”, nació hace 10 años, en Rancagua, con encuentros anuales o bianuales en diferentes lugares de Chile. Lo pasamos increíblemente bien, conocemos la zona, nos contactamos con escritores y poetas locales y leemos poemas, guitarreamos y conversamos. En forma paralela, se estaba realizando anualmente el Congreso Latinoamericano de Médicos Escritores, organizado por la Asociación de Médicos Municipales, en Buenos Aires, y yo había asistido a todos. Los últimos años fuimos con la doctora Catherine Fieldhouse y, casi como una humorada, se nos ocurrió proponer realizar el V Congreso en Chile. Para nuestra sorpresa, aceptaron, y trabajamos arduamente para organizarlo, con más empeño que financiamiento.
- ¿Cuándo y dónde se realizó este encuentro internacional?
- Este congreso se realizó entre el 22 y el 24 de mayo de 2008 en el Hotel Termas de Cauquenes, siendo la clausura el 25 en el Club Médico, en Santiago. Recibimos a una treintena de colegas de todo el país, desde Iquique a Punta Arenas, unos veinte argentinos, y un par de venezolanos de adopción. La mayoría asistió acompañado de sus esposas y (os) y varios fuimos con nuestros hijos, que ya se conocían de encuentros anteriores. Además el domingo llegaron al Club en La Dehesa, muchos que no pudieron viajar por razones climáticas. Pese al temporal, que cortó el puente Teno y dejó sin poder llegar a los que venían por tierra desde el sur, calculo unos ochenta asistentes. De hecho, uno de nuestros jurados, profesor de literatura, no logró llegar y debí reemplazarlo como tercer jurado, por lo que me autoexcluí de la competencia. En realidad eso es sólo un pretexto para juntarnos.
- ¿Cuál fue el objetivo de organizar el congreso en nuestro país?
- Incorporar estas dos vertientes, la del grupo “Sueños” y la de la AMM, de modo que nosotros sigamos haciendo nuestro encuentro anual, y viajando además año por medio a Buenos Aires. Está por definir el lugar del próximo congreso, que podría ser en el norte argentino.
- ¿Qué evaluación hace de la actividad?
- Fantástica. Se logró una difícil mixtura entre la gran calidad literaria de los trabajos, dignos de estar en cualquier concurso, el compañerismo que se logró entre todos, los bellísimos paisajes, la música variada, la comida exquisita, el trueque. Es difícil resumirlo, pero ya nos juntaremos para ver el video editado y las fotos. Aún no pasan dos días, y ya he recibido una decena de correos muy cariñosos. De hecho, tenemos un grupo de Médicos Escritores en Facebook.
- Por último doctora, ¿Qué les recomendaría a aquellos médicos que comparten este interés y poseen habilidades literarias?
- Que se acerquen a nosotros: medicosescritoresdechile@gmail.com. Somos un grupo cálido, entretenido y, sobre todo, no competitivo. Los triunfos se comparten y se gozan entre todos. Estamos abiertos a conocer gente nueva, que encaje y se adapte a nuestro estilo. Estoy segura que con el tiempo pasaremos a la historia, quizás no tanto por lo premiados, sino por la sincera amistad que se dio entre nosotros.
