Impacto de la primavera en las alergias estacionales
Especialistas advierten que la rinitis alérgica afecta hasta a un 30% de la población mundial y que el cambio climático está prolongando la temporada de polinización, intensificando los sÃntomas y el impacto en la salud pública.
Para muchas personas, la llegada de la primavera marca el inicio de una difÃcil temporada: la de las alergias. Estornudos, congestión nasal, ojos irritados, tos persistente e incluso crisis asmáticas forman parte de un cuadro que la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como un problema de salud pública creciente.
Actualmente, entre un 20% y un 25% de la población mundial padece algún tipo de alergia y se estima que hacia 2050 la cifra podrÃa alcanzar al 50%. En ese contexto, la rinitis alérgica estacional es una de las más extendidas, con una prevalencia estimada entre el 10% y el 30% a nivel global.
"Estamos frente a un fenómeno que cada vez involucra a más personas y a edades más tempranas. No es exagerado hablar de una epidemia silenciosa, porque las alergias no son contagiosas, pero sà están creciendo a un ritmo alarmante", explica la doctora Omaira Calderón, especialista de Los Leones InterclÃnica.
Uno de los factores que explican este incremento es el cambio climático. "Las temporadas de polinización son más largas y las plantas producen más polen debido a las variaciones de temperatura y al aumento de CO₂ en la atmósfera. Esto expone a los pacientes alérgicos durante más meses del año y con mayor intensidad", añade Calderón.
Los sÃntomas tienen una base biológica clara. Según la doctora Sandra Aguilera, de Cordillera InterclÃnica, "cuando una persona entra en contacto con alérgenos como polen, moho o polvo, su sistema inmune reacciona como si se tratara de una amenaza real. El cuerpo libera histaminas, que provocan inflamación y generan los sÃntomas tÃpicos: estornudos, picazón, mucosidad y ojos llorosos".
Respecto al tratamiento, ambas especialistas coinciden en que existen opciones seguras y eficaces que mejoran la calidad de vida. El uso de antihistamÃnicos y medicamentos de control es recomendable bajo indicación médica, ya que la automedicación puede ser riesgosa, especialmente en personas con patologÃas crónicas. En casos más graves, como cuando la alergia deriva en asma bronquial, la inmunoterapia se presenta como la única estrategia capaz de modificar la evolución natural de la enfermedad a largo plazo.
Además de los fármacos, la prevención juega un rol clave. La doctora Calderón recomienda reducir la exposición al polen evitando actividades al aire libre en las primeras horas de la mañana, mantener cerradas las ventanas en dÃas secos o ventosos, ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa, asà como utilizar lentes de sol y mascarillas en jornadas con alta polinización.
"La primavera no tiene por qué ser una estación de sufrimiento. Con precauciones y un tratamiento adecuado, es posible disfrutar de esta época sin que la alergia domine la vida diaria", sostiene. En la misma lÃnea, la doctora Aguilera enfatiza que "las alergias estacionales no son solo una molestia pasajera. Mal controladas, pueden evolucionar hacia cuadros más severos como el asma. La clave está en el diagnóstico precoz, la prevención y el seguimiento médico", concluye.