Estudio muestra sostenido aumento de esclerosis múltiple en mujeres
La esclerosis múltiple (EM) es la consecuencia del ataque de las células inmunológicas a la mielina, sustancia que envuelve y aísla los nervios. Esto causa una variedad de síntomas fluctuantes, como debilidades, descoordinación y finalmente parálisis. Sin embargo, aún no se conoce qué es lo que gatilla este ataque de autoinmunidad.
Para analizar este tema, la Unidad de Esclerosis Múltiple y Neuroinmunología del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Chile organizó el primer curso Internacional sobre esta materia, done participó la experta canadiense Dessa Sadovnick quien lidera el mayor estudio mundial sobre la enfermedad.
La doctora Sadovnick, investigadora de la Universidad British Columbia de Canadá, dio a conocer algunos de los resultados del mayor estudio epidemiológico sobre EM que lidera y en el que participan más de 20 mil pacientes. Señaló que la tasa masculina se ha mantenido sin variaciones en el tiempo y que la diferencia de casos entre géneros aumentó de 1.8 a 3.2 mujeres por hombre.
Asimismo, señaló que el significativo aumento de los casos en mujeres no obedece a mejores técnicas de diagnóstico, puesto que de ser así también habría un incremento de los casos masculinos. “Significa entonces –dijo-que existe un aumento real de la enfermedad en las mujeres y nosotros estamos viendo cuáles son los cambios ambientales y factores específicos que estarían afectando a las mujeres, para identificar mecanismos que nos permitan retardar y frenar la enfermedad”.
Al referirse al estudio canadiense, destacó que se ha logrado determinar que un 30 por ciento de los pacientes con EM tiene, a lo menos, un pariente con la misma patología y el 70 restante corresponde a lo que se denomina “enfermos esporádicos”.
“Descubrimos que entre los enfermos con historia familiar, la mayoría tiene un pariente lejano con EM, en segundo o tercer grado, y que en un 14 por ciento hay un pariente cercano con la enfermedad. Al parecer las madres trasmitirían más que los padres los genes de la enfermedad a sus hijos: incluso hay evidencia de que existiría un efecto materno-intrauterino”.
La experta hizo hincapié en que existen muchos aspectos de la enfermedad que aún no se han investigado, por ejemplo, cómo afectan las terapias farmacológicas en el desarrollo de los niños que nacen de padres enfermos. Tampoco se sabe cómo se genera en los niños, ya que recién se están realizando en Buenos Aires, los estudios pediátricos de la enfermedad. Por lo que aún hay mucho todavía por hacer.
